Córdoba

“Siempre encuentran una excusa”

  • Algunos jóvenes aseguran que encuentran muchos obstáculos para poder acceder a un contrato y se ven en la necesidad de cobrar en 'negro'

Estudiante realiza la prueba de seguridad

Estudiante realiza la prueba de seguridad / Juan Ayala

El concepto de nini está muy vivo en España y muchos lo asocian con jóvenes sin deseo por realizar ningún trabajo o cursar estudios, bien por influencias del entorno o bien por la situación económica que en la se encuentran.
Sin embargo, hay jóvenes como la graduada en Administración y Dirección de Empresas María Barrios, de 26 años, que ha completado su formación de grado y, a pesar de la obtención del título, afirma que “no hay manera de conseguir un contrato digno, siempre encuentran una excusa para hacer la cosas mal”.
María mantiene que “no hay oportunidades reales” y, a pesar de su formación “soy una nini propiamente dicha”. Sobre su futuro, se plantea realizar estudios de posgrado para especializarse, pero se queja de que “incluso con título universitario tienes que trabajar casi de cualquier cosa, a veces en negro”.
Otra de las opciones que baraja es la administración pública, ya que mantiene que “te planteas opositar, aunque no sea lo tuyo, porque la vía privada se complica sin contactos”.
Además, apunta que Córdoba no ayuda al emprendimiento porque “te hacen la vida imposible, hay mucha gente con buenas ideas que no las pueden desarrollar o que tienen que irse fuera para poder hacerlo”.
Por otro lado, también hay casos como el de Miguel Romero, de 23 años, que tuvo que completar el bachillerato por la vía de adultos. “Lo peor que he hecho fue parar de estudiar cuando acabé la ESO, perdí el ritmo y luego a los años el bachillerato me costó mucho”.
Miguel no excusa su abandono porque “ya me advirtieron cuando lo propuse con 17 años, pero yo no quería escuchar”, aunque sí que mantiene que “el problema es que en el instituto siempre te tratan como a un crío y te quitan las ganas”.
Sin embargo, valora que su familia y amigos le abriesen los ojos para intentar revertir la situación porque “han hecho que me de cuenta de la importancia real que tiene la formación, eso es algo que no hacían en el instituto. Todos quieren que acabes en la universidad, y eso para algunos es frustrante”.
Por ello, señala que “falta mucha información”, especialmente en lo relacionado con los ciclos de formación profesional, sobre los que opina que “aunque tienen muchas salidas, lo pintan como la opción mala”.
En el ámbito laboral, Miguel aún no ha cotizado, “pero no porque no haya trabajado, sino porque todo lo quieren hacer en negro y prácticamente te piden que les des las gracias”.
Esta opción, sin embargo, le resulta “muy inestable, no se puede vivir con esas condiciones”. Aunque en este curso no es posible, su futuro pasa por la formación profesional.

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