Los sanitarios del centro de salud Levante-Norte denuncian la "escalada de violencia" tras la agresión sufrida el pasado jueves

Más de medio centenar de personas se han concentrado este miércoles a las puertas del centro de salud Levante-Norte como protesta por la agresión verbal que sufrieron los profesionales del centro la semana pasada. Al grito de "Stop agresiones" y sosteniendo pancartas reivindicativas, los profesionales del centro, pacientes y representantes sindicales han mostrado su "repulsa" ante la situación vivida en este centro sanitario de Fátima, donde los trabajadores sufrieron amenazas de muerte por parte de la pareja de una paciente.

Fue el pasado jueves día 7 de agosto cuando sucedieron unos hechos que los profesionales del centro no olvidarán jamás. Una señora que tenía cita médica en el centro sanitario el pasado jueves quiso entrar al edificio con un patinete eléctrico. Sin embargo, los administrativos de la entrada le comunicaron a la usuaria que en las reglas del centro no está permitido entrar con ese tipo de vehículos y que debía dejarlo fuera. La mujer se marchó mosqueada y a los cinco minutos regresó al lugar acompañada de su pareja, un hombre que "entró gritando que quién era el sinvergüenza que había tratado así a su mujer".

Así ha narrado los hechos Purificación Ortega, administrativa en el centro de salud Levante-Norte y testigo de lo ocurrido el jueves 7 de agosto: "No paraba de gritar que éramos unos sinvergüenzas y al personal sanitario decirles que los iba a matar y que los iba a esperar a la salida, que lo juraba por sus hijos. Ante las voces bajaron varios médicos de la planta de arriba para intervenir y ellos también se llevaron amenazas verbales. No llegó a haber una agresión física porque los compañeros intervinimos para que el hombre no pegara al celador", ha señalado. Según el relato de los testigos, durante más de 15 minutos se profirieron "todo tipo de insultos" y amenazas directas de muerte: "Voy a mataros a los dos", les llegó a decir.

La propia Purificación tuvo que atender a una usuaria del centro que esperaba a ser atendida cuando la agresión tuvo lugar porque le dio un ataque de ansiedad al acontecer dicha situación tan escandalosa. "El agresor se marchó del centro y la policía llegó enseguida, siempre está muy atenta a este tipo de situaciones", ha remarcado la testigo, quien ha reivindicado que, "porque el usuario no esté conforme con las normas de accesibilidad y servicios de un centro, no debe emprender insultos ni amenazas". Una actitud inmoral y poco ética que "ha ocurrido varias veces" en este centro del barrio de Fátima.

La directora gerente del distrito sanitario Córdoba-Guadalquivir, Ana Leal, ha hecho hincapié en que la agresión sufrida en el centro de salud es "un hecho unilateral que supone un ataque directo a la dignidad e integridad de los profesionales, quienes necesitan un entorno seguro en el que la violencia no tiene cabida". De ahí que, tal y como ha defendido el manifiesto leído en público, los manifestantes han exigido "la colaboración de toda la población para que la relación entre pacientes y profesionales sea la adecuada" y así "se pueda proteger el futuro de la atención sanitaria y se consiga una sociedad sana".

168 agresiones en 2024

Las agresiones a profesionales sanitarios en la provincia de Córdoba siguen en aumento y a lo largo del ejercicio de 2024 se produjeron un total de 168 documentadas, tal y como lo ha denunciado este miércoles la secretaria general del sindicato médico en Córdoba, Inmaculada Romero. De este total, 36 fueron agresiones físicas y 132 no físicas.

Se trata de un número mayor al de las agresiones contabilizadas también por el SAS en el año 2023 en la provincia de Córdoba, cuando se contabilizaron 149. Es decir, que un año los profesionales del SAS que trabajan en los centros sanitarios públicos de Córdoba han sufrido casi un 10% más de agresiones. Una "escalada de violencia" ante la que la secretaria general del sindicato médico ha recalcado que "los pacientes deben comprender que hay unos cauces a través de los que se puede reclamar por vía oficial" si hay cualquier situación que no les agrade en los centros sanitarios.

El vicepresidente del sindicato, Pedro Jiménez, ha recordado que el personal de ambulancia "también sufre agresiones" de este tipo, creando "secuelas" en los profesionales y, además, un gasto extra en el servicio, pues en ocasiones se contrata personal de vigilancia para que no haya altercados en las ambulancias de Córdoba. "Es una pena tener que soportar esto en un entorno que debería ser pacífico. Sufren todos los profesionales, desde los que se dedican a las ciencias de la salud hasta quienes están en los mostradores", ha señalado Jiménez.

"Recordamos que las agresiones a profesionales sanitarios no solo afectan a las víctimas directas, sino que también generan importantes consecuencias para la calidad asistencial, la motivación de los trabajadores y la sostenibilidad del sistema sanitario público", han incidido desde el sindicato médico de Córdoba.