El Campo de la Verdad

Rosa, el regreso

  • Los socialistas asumen que Aguilar es necesaria para Rubalcaba ofreciéndole un envidiado puesto · La decisión tiene un lado oscuro: dificulta el acceso del PSOE al voto útil · La exalcaldesa se convierte, oficialmente, en un personaje relevante dentro de la estructura de un partido bien agitado

MAL conocían a Rosa Aguilar quienes propusieron la idea de que se presentara al Congreso de los Diputados en la lista por Almería, Madrid o vaya usted a saber dónde. La exalcaldesa, mujer de armas tomar, no sabe entrar ni salir de los sitios por una puerta que no sea la principal. La solución de expatriarla a tierras ignotas, convertirla en cunera, podría ser cómoda para el partido en Córdoba, pero era inviable para una personalidad como la de Aguilar. ¿Volver de tapadillo a un escaño de las Cortes? Pues va a ser que no.

Los socialistas terminaron ayer la elaboración de las listas electorales al Congreso y al Senado, con la sorprendente exclusión del embajador Luis Planas Puchades, cuya propuesta atufaba a chavismo, el movimiento que nunca existió en torno al vicepresidente y que ahora se ha convertido en sector minoritario de la siempre animada delegación andaluza del PSOE. Aguilar centrará los focos de la campaña electoral en Córdoba, la de las generales, en unos comicios donde los candidatos locales podrían ser cabras sin que se notara mucho la diferencia.

La inclusión de Aguilar en las listas, es evidente, supera las estrategias locales. Monsieur Rubalcaba necesita de un aguerrido grupo de diputados, los famosos 50, que sostengan la actividad parlamentaria de un partido que, así haga el pino con las orejas, va camino de pegarse una castaña de esas que hacen época el próximo 20 de noviembre. Aguilar incorpora al debate electoral de la provincia de Córdoba un perfil de aquí. Una cosa es lo que de la ministra se dice y se piensa en Córdoba y otra bien distinta lo que ocurre fuera. La exalcaldesa es espíritu en el resto de España. Aquí es sustancia. No sé si me explico.

Aguilar fue ungida y la militancia socialista, que es sufrida como una viuda, la ha acogido en su seno. Los socialistas cordobeses, que tienen su punto cuando se ponen, han demostrado una capacidad de adaptación al medio de las que merecen loa. Se le dijo que así eran las cosas, captaron el mensaje y la han propuesto masivamente en las agrupaciones. La mano de Aguilar está detrás, barrunto. A las sucesivas direcciones del PSOE les ha dado una higa lo que se diga en las bases cuando llega la hora de la confección de estas candidaturas concretas. Aguilar viene de otra tradición, la de las asambleas como legitimación de decisiones tomadas.

En el PSOE aseguran que la exalcaldesa es un valor electoral. Pero todo tiene haz y envés. Con la decisión de presentar a Aguilar, al PSOE se le complica soberanamente pedir el voto útil. Con un PP desbocado en las encuestas, a los socialistas les queda la alternativa de intentar pescar en los caladeros de quien le temen a las dietas Cospedal como una vara verde. Existe la sospecha fundada de que la capacidad de Aguilar de atraer a votantes más a la izquierda cayó enteros con su desafección de IU, así como que su presencia sea útil para la movilización electoral de propios y ajenos, teniendo en cuenta que la experiencia dice que una cosa son los besos y otra los votos. A més a més, la ministra se convierte en un personaje visible del PSOE local, independientemente de su condición de independiente, expuesta como se sabe a las marejadas de los resultados electorales y presente en esas cosillas que pasan y van a pasar en chez Durán. Carmen Calvo equivocó el momento y las formas de presentar batalla ante una decisión que estaba tomada. El discurso I, me and myself que sustentó su memorial de agravios estaba llamado desde primera hora a recibir el reproche público del aparato.

Rosa Aguilar, número uno. Antonio Hurtado en el dos. Sí, han leído bien. El exportavoz municipal ha acabado en la misma lista que su némesis. Hurtado fue un correoso edil de oposición que le apretó las tuercas a Aguilar y su equipo en el segundo de sus mandatos municipales a cuenta del urbanismo. Dicho finamente, el hoy senador le hizo la vida imposible a Aguilar, que hizo todo lo posible por largarlo, tales eran sus influencias. Aún así, la elección de Hurtado tiene todo el criterio práctico. Juan Pablo Durán tiene un problema similar al juego de las sillas, ese en el que siempre hay menos asientos que personas girando a su alrededor. La elaboración de las listas es el momento en que se para la música. La alternativa de Planas lo descuadraba todo. Hurtado es hombre de la casa, apoyó a Durán cuando éste lo necesitó. Alternativamente, la no inclusión de Planas permite a Maribel Flores encabezar la lista al Senado tranquilizando el patio hasta que llegue el momento de configurar la lista de las autonómicas.

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