Fiesta

Pregón del Carnaval de Córdoba 2023: Una oda a la solidaridad, la música y la amistad

Pepín Carrillo en un momento del pregón.

Pepín Carrillo en un momento del pregón. / Miguel Ángel Salas

José Carrillo Jiménez (Pepín Carrillo) podía haber elegido un traje de romano para pregonar el Carnaval de Córdoba 2023. Le hubiera venido más que pintado meterse en la piel de Julio César para exclamar su histórico vini, vidi, vici -vine, vi, vencí- en un más que entregado Gran Teatro a quien hoy en día es una institución de la fiesta que rinde homenaje a Don Carnal en Córdoba. Todo ello con un pregón impregnado de solidaridad, ya que Pepín puso en marcha una iniciativa de venta de pulseras cuyo beneficio irá destinado a la Unidad de Oncología Infantil del Hospital Reina Sofía.

Para esa parte de pregón solidario ha contado con doctores y dos niños que han pasado por esa Unidad, Manuel y Marina. A los profesionales del Reina Sofía les ha entregado un cheque de 14.000 euros que, tal y como han relatado los doctores, se dedicarán a investigación contra el cáncer infantil y la organización de actividades con los niños. Por otra parte, de la cuantía del pregón, unos 1.500 euros, 1.000 también están destinados a esta causa solidaria, mientras que los 500 han sido para los gastos de vestuario. El pregón solidario ha concluido con la interpretación a cargo de Jorge Pineda (a la guitarra) y Marcos Monge (al piano) del himno del Córdoba Club de Fútbol, con el directivo del equipo Jesús Coca presente en el escenario, quien le ha hecho entrega de camisetas blanquiverdes a los niños. Posteriormente, ha actuado, como homenaje a los sanitarios la comparsa infantil La Granja Escuela, dirigida por el cirujano pediátrico José Ignacio Garrido Pérez.

Primer grupo participante en el pregón. Primer grupo participante en el pregón.

Primer grupo participante en el pregón. / Miguel Ángel Salas

Este histórico de la fiesta, que ya fue Micrófono de Oro en 2019, en los últimos años ha salido como director musical con Javi Lonene, pero en este concurso decidió que tenía que entregarse al pregón en cuerpo y alma. Se puede decir, parafraseando a Los Beatles, que para el pregón Pepín ha echado mano de la ayuda de la amistad. Al escenario se han subido 110 personas de distintos grupos para recrear lo que ha sido su vida en el Carnaval de Córdoba, en el que empezó "allá por el año 79 u 80, cuando tenía 15 ó 16 años", con Pepe Camacho El Calavera. Entre esos grupos, con los que ha repasado su vida carnavalera, no han faltado, a modo de musical, una chirigota infantil, una chirigota femenina, una chirigota masculina, una comparsa y un cuarteto.

Antes de empezar su pregón solidario, Pepín ha mantenido un diálogo con el Dios Momo, que lo ha convencido para hacerse carnavalero y su apóstol en Córdoba de la que es "la fiesta de la libertad". Y después del pregón solidario, ha comenzado invitando a los presentes, parafraseando a Leonardo Da Vinci, a perseverar, como le ocurrió a él con el Carnaval, "porque nada es tan hermoso al principio o mejor, nada es tan hermoso como luego...", reconociendo que "me costó entender los colores. Tardé en arrodillarme y rendirle pleitesía. Tardé en entregarme a esta fiesta grotesca y disparatada, donde uno se viste para desvestirse, donde uno se disfraza con el único propósito de desnudarse". Para él, ese mostrar el corazón desnudo se convierte en el principal objetivo. Pues bien, ¡esa desnudez es la que me dio la felicidad!", ha remarcado.

Parte de una de las comparsas infantiles que ha intervenido en el pregón. Parte de una de las comparsas infantiles que ha intervenido en el pregón.

Parte de una de las comparsas infantiles que ha intervenido en el pregón. / Miguel Ángel Salas

Este "hacedor de canciones", como se ha definido, ha continuado insistiendo en que en más de una ocasión siempre ha declinado la propuesta de ser pregonero. "No hay ningún argumento que justifique cada una de mis negativas, salvo uno: el respeto. Adorar con respeto. Exigir con respeto. Con el mismo respeto que demuestran las F. E. A. S. -las Fuerzas Especiales Andaluzas- en su pasodoble. Si tengo que nombrar un estandarte que deba estar presente cada día, cada hora, cada minuto de una vida, sería el respeto", ha defendido dirigiéndose a un público del que ha destacado que "sois todos mis amigos.

Pepín se ha presentado como el más humilde de los servidores del Carnaval, que durante mucho tiempo ha aportado a la cita con Don Carnal, sobre todo, "mis canciones; de azúcar o de sal". "Cuando una canción nace, le van creciendo alas. Y mientras alza el vuelo, va destilando aromas y los va convirtiendo en un mensaje persuasivo, empático, convincente; gustará más o menos, pero ya forma parte de la tropa, otro ladrillo más en la estructura de esta caterva mágica", ha incidido.

También se ha referido al Carnaval en la calle, "donde no tiene palcos, ni doseles, ni tronos, ni bandas honoríficas, ni bandas edilicias", un Carnaval "donde no hay clases sociales, ni estratos, ni escalones jerárquicos y que incluso pone a tu disposición, si abres tu capacidad receptiva, a la eterna compañera del mensaje: la música".

Comparsa femenina que ha intervenido en el pregón. Comparsa femenina que ha intervenido en el pregón.

Comparsa femenina que ha intervenido en el pregón. / Miguel Ángel Salas

Pepín ha relatado que el Carnaval en la calle "te da amigos de verdad, que comparten la lealtad a Momo" en una fiesta "que si se definiera con una sola palabra sería: alegría", la alegría desbordada que representa el Dios Momo. "Que aún siendo el amor el motor del mundo, el amor que resucitó al tercer día, también la alegría ha vencido a la muerte", ha destacado. Una calle "que es la que murmura qué es lo que quiere, que es la que propone, la que te dicta la esencia del mensaje". Para él, la calle donde vive el Carnaval "debe ser una calle a suelo raso", donde no se reconocen más verdades que las de cada uno, y donde cada uno regala la mejor de sus verdades, "sin aceptar más normas que el respeto". "Esta calle tan nuestra nos llevará en volandas al mismísimo centro de la condición humana: la libertad", ha añadido. Al fin y al cabo, para él "esa es la felicidad, "que siempre te invita a una sonrisa".

Este cantor, verdadero juglar, del Carnaval, que ha hecho de su pregón un musical, con 110 participantes, ha dejado claro que ante "las frecuentes preguntas", sobre si prefiere la comparsa o la chirigota, "todo es el mismo canto". "La chirigota es joven, alegre, divertida, y le canta a los días que nunca tienen noche. La comparsa es más seria, más como de quejido, y le canta a las noches que nunca tienen día. Hay quien pretende establecer diferencias insalvables entre unas y otras cuando, en realidad, todo es el mismo canto", ha insistido a un público entregado al que se ha dirigido desde un escenario desde el que solo ha visto "amigos".

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