La Asociación Nacional de Ganaderos y Ganaderas en extensivo (Anggex) y la Asociación Andaluza de Ganaderos y Ganaderas en extensivo (Aaggex) son ya una realidad y su base está en Córdoba, de la mano del ganadero Felipe Molina, que las preside.

Ambas entidades, según ha explicado, "se componen por asociados que son exclusivamente ganaderos profesionales de ganadería en extensivo, con cualquier especie ganadera dentro de ese sistema de cría: bovino, ovino, caprino, porcino, lidia y caballos". El objetivo que persiguen con su puesta en marcha es "estar unidos y representados para ser interlocutores válidos y estar en todas las mesas de trabajo que afecten al extensivo, desde Europa, nacional o en distintas autonomías".

Sexta generación de la ganadería de Las Albaidas y buen conocedor del sector, Molina hace hincapié en la necesidad de "defender y poner en valor la ganadería extensiva por sus valores de producción natural y de calidad única, así como el conjunto de los servicios ecosistémicos".

Todo ello, ha subrayado, "regala a la sociedad el mantenimiento de la biodiversidad con un pastoreo racional donde se dispersan semillas que necesitan si o si la intervención del ganado, la fijación de carbono por efecto del pastoreo del pasto natural y la eliminación de material vegetal de los montes con lo que se reduce el número de incendios y su categoría".

Además, ha añadido que con ello también "se mantiene las razas autóctonas, porque a pesar de su menor productividad, se adaptan mejor al medio, sin agotar los recursos naturales pastables y mantienen el equilibrio en el medio natural".

Otro de los beneficios ha que recordado es que con esta práctica ganadera "se frena la despoblación rural, donde hay ganado hay ganaderos y sus familias, así que mantienen los pueblos y los servicios públicos". En esta línea, ha asegurado también que "donde solo hay agricultores, no necesitan 24/7 estar en el tajo, por tanto, se suelen desplazar a vivir a pueblos más grandes o ciudades". Por contra, ha continuado, "el ganadero de extensivo tiene que atender a diario a sus animales, lo que hace que al final resida en el pueblo, así como su familia".

Otro aspecto que ha citado en defensa del ganado en extensivo es "el mantenimiento de un acervo cultural ligado a la ganadería extensiva, un conjunto de tradiciones que desde hace siglos se transmite de generación en generación, y que no se puede dejar perder".

Por ello, Molina ha insistido en que desde estas asociaciones también buscan luchar para que este tipo de ganadería tenga una continuidad con el relevo generacional, aunque admite que una condición es que se consigan "unos ingresos dignos para que los jóvenes tengan un aliciente para dedicarse a ello".

Otro de sus fines es establecer una comunicación entre el mundo rural y el urbano, "que es donde está el consumidor final de nuestros productos, dando a conocer a la sociedad los parabienes de la ganadería extensiva".