El legado de Ángel María Lara

Una familia dona al Jardín Botánico de Córdoba la colección de plantas de su hijo fallecido, con más de 450 especies

Donación de las plantas al Jardín Botánico de Córdoba

Donación de las plantas al Jardín Botánico de Córdoba / Juan Ayala

El Jardín Botánico de Córdoba se ha hecho con una colección de "altísimo valor" donada por una familia cordobesa tras el fallecimiento de su hijo, que durante 15 años fue acopiando plantas suculentas hasta lograr un total de setecientas macetas en una terraza de 70 metros cuadrados de un ático de la avenida de Libia.       

Ángel María Lara Gil, que así se llama el protagonista de esta historia, murió con 46 años a causa de un cáncer de páncreas tras tres años y medio batallando con la enfermedad. "Las plantas le dieron vida", es la explicación que encuentra su padre, Ángel Tomás, para que su hijo haya sobrevivido tanto tiempo a una enfermedad que suele ser letal. 

Fue visitante habitual del Jardín Botánico, incluso entre las visitas y sesiones de quimioterapia que recibía en el Reina Sofía. "Las plantas eran su mundo, le daban un poderío grandísimo", asegura su padre. Ángel María, "un amante autodidacta de la naturaleza en todos los sentidos", empezó su afición con los animales y acabó enamorado de las plantas.  

"Él veía una planta que le gustaba y, por difícil que fuera se buscaba la forma para tenerla. Tengo facturas de todo el mundo", relata su padre. Tanto es así que logró armar una colección con más de 700 macetas y 450 especies diferentes, de las que 150 son consideradas "raras"

El equipo de técnicos del Jardín Botánico de Córdoba, encabezados por Carmen Jiménez, la han tasado económicamente como una colección "muy valiosa" en el mercado. Desde el punto de vista científico la ha catalogado como "muy interesante", destacando especialmente la colección de Euforbias, un género bastante difícil de conseguir del que Ángel María guardaba muchísimos ejemplares, "algunas de ellas muy raras y difíciles de cultivar".

Son todas plantas suculentas, casi todas con espinas, algunas cactáceas (cactus) y otras poco conocidas, que son muy típicas de coleccionista como las caudiciformes (caudex), que acumulan el agua en dos tallos y hacen como un engrosamiento de botella. 

Para hacerse una idea de la biodiversidad que atesora la colección, en todo el festival de Los Patios de Córdoba se cultivan aproximadamente 500 especies, sólo 50 más que en la colección donada ahora al Botánico. "Es realmente impresionante como en 70 metros cuadrados de terraza podía tener tantísimas plantas y con esa biodiversidad", concluye Jiménez. 

Feria de plantas de colección

Tras muchas semanas de trabajo en las que los técnicos del Ingema han ido a la terraza de Ángel María a cotejar la colección que se quería donar, se ha puesto la guinda. El Jardín Botánico ha recibido este martes los 700 ejemplares, celebrando un acto de homenaje para Ángel María, su familia y amigos.

"Agradecemos a la familia que haya tenido a bien que el destino final de estas plantas fuera el Jardín Botánico. Las vamos a cuidar como mínimo con el mismo cariño que puso Ángel María", ha señalado el presidente del Ingema, Daniel García Ibarrola. Según ha expresado, su propósito es "hacer un invernadero especial para esta colección, y realizar trabajos de investigación y desarrollo para seguir ampliando la colección".

El padre de Ángel María también ha agradecido la labor de los trabajadores y la colaboración institucional del Ayuntamiento para continuar con el legado de su hijo. 

La primera muestra de él se expondrá en la cuarta edición de la Feria de Plantas de colección que se celebrará en el Jardín Botánico de Córdoba el fin de semana del 9 y 10 de marzo, que se dedicará especialmente a plantas suculentas y caudiciformes y se celebrará el mercado de trueque de plantas.

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