Lola y Mariángeles colaboran en la octava edición de la Gran Recogida de Alimentos en Córdoba, específicamente en el supermercado Día de la plaza de Colón. Ambas están en la puerta del establecimiento y alientan a los que entran y salen a colaborar con alimentos no perecederos que se puedan almacenar con garantías para después distribuirse a los más necesitados, como son legumbres, leche, aceite, conservas de pescado y azúcar, que depositan de manera organizada en bolsas, cajas y carritos de supermercado. Las voluntarias dicen sentirse “encantadas de poder colaborar”, pues hacerlo “les llena el alma”.

“El día empezó un poco flojo por el tiempo”, comenta el coordinador del programa en Córdoba, Joaquín Cabello, mientras hace un balance de la jornada. Y es que este viernes la lluvia apareció desde muy temprano en la ciudad, incluso con alerta amarilla. Sin embargo, la solidaridad fue el motor que movió a miles de voluntarios en la provincia. Un total de 3.000. Cabello, por ejemplo, lleva 12 años en la organización, en una labor que califica como “la más gratificante”.

En cada supermercado hay una media de 15 personas repartidas en dos grupos al día, con turnos de cuatro horas cada uno, aunque en los establecimientos más grandes llegan a 20 ó 25. Y es que no solo deben recoger los alimentos, sino también colaborar en el transporte y la clasificación.

Los voluntarios enfatizan en que “siempre hemos sido personas mayores colaborando”; así, animan a los más jóvenes a involucrarse en esta iniciativa, que se extiende hasta este sábado 23 de noviembre, para que conozcan las necesidades de algunos colectivos y comunidades que, de no participar, “a lo mejor ni se les pasaría por la mente”. En este sentido, por la tarde algunos alumnos y monitoras del colegio Divina Pastora visitaron algunos puntos de recogida y colaboraron en la jornada, algo que los voluntarios agradecieron.

Un comprador entrega su colaboración.

El supermercado Piedra de la calle Manuel de Sandoval, en el centro de Córdoba, ha sido uno de los más concurridos y solidarios en ediciones pasadas, y tal parece que también lo será en esta. Enrique Bustamante, quien es colaborador desde hace cinco años, afirma que “aquí se recoge bastante, el estar en pleno centro es beneficioso y la gente es muy colaboradora”, mientras llegan, a mitad de mañana, los voluntarios que hacen el relevo a sus compañeros de labor.

En esta jornada, más de 160 supermercados y cadenas de alimentación de Córdoba y provincia se sumaron de forma voluntaria (15 tiendas más que el año pasado). De hecho, empresas de la provincia se han involucrado organizando las recogidas y, en Palma del Río, hasta donaron 4.000 litros de leche. La primera vez que se realizó fue en 2012, así que esta es la octava edición de una cita que llegó con los peores años de la crisis económica.

El objetivo de esta edición es conseguir 300.000 kilos de alimentos en toda la provincia, 30.000 más que en 2018. “Ahora la demanda no es tan alta como en otros años, pero se mantienen las necesidades y siempre hace falta colaborar”, comentan desde la organización.

Es el tercer año que Manuel Quintana participa en la Gran Recogida de Alimentos. Para él, que almacena los alimentos, en su mayoría legumbres, leche, aceite y productos para los más pequeños en una caja grande, “hay personas que dan mucho y otras que no pueden dar tanto, pero una cosa compensa la otra”. Quintana expresa que “esto es una labor para los que no tienen nada, y por más difícil o incómodo que pueda ser al principio acercarse a las personas para pedirles colaborar, al final saber que estás ayudando es el motor que te mueve”.

El Banco de Alimentos Medina Azahara almacena todo lo que se recoge y, después, lo distribuye entre las asociaciones asistenciales y de beneficencia de Córdoba y provincia, que a su vez lo dan a las personas debidamente acreditadas que lo necesitan. A Cáritas se dirige el 40% de lo que recogen pero también colaboran con comedores sociales, residencias de ancianos, casas de acogida, la Fundación Cruz Blanca y Prolibertas, donde el 80% de la comida proviene del Banco de Alimentos.

Estos productos alcanzarán hasta febrero del 2021, cuando comenzarán a realizar otras actividades, pues al año, la organización recoge y reparte cinco millones de kilos de alimentos.