A Las FEAS no hay quien se les resista
Las Fuerzas Especiales Andaluzas impusieron su ley y pusieron al patio de butacas en pie La gran actuación de Mi fábrica imprimió picante a la pugna en la modalidad de comparsa



El "taichí de la bahía" que practican Las FEAS dejó al Gran Teatro entregado al compás chirigotero desde la presentación durante la semifinal. Y es que las Fuerzas Especiales Andaluzas, a pesar de actuar en último lugar, hicieron reír desde el principio. Hubo lugar también para la emoción, que llegó con el gran pasodoble que la chirigota de Cristo les dedicara a los dos "luceritos" Ruth y José, que puso al público en pie. Ya en el turno de los cuplés provocaron la carcajada y lograron la complicidad del público, que coreó a voces el estribillo. Y es que a estas FEAS no hay guapo que se les resista.
Una chirigota de matrículas encandiló con la puesta en escena de su popurrí. Las inoportunas llamadas de la mujer de Federico dieron pie a los cuplés, en los que contaron las idas y venidas de su matrimonio y la afición de su esposa a no comer ni dejar que otros lo hagan tampoco. El segundo pasodoble de la agrupación tocó el drama de los desahucios y logró el apoyo unánime del respetable.
I love mes de mayo no consiguió redondear su sátira de los pijos del taco en su segunda comparecencia. Y es que pasaron de la libertad del carnaval a los prejuicios de todo el año que dividen a España en dos. Dedicaron un pasodoble al amor, a lo Romeo y Julieta, entre un pijo y una hippie, para luego terminar con acidez con otro sobre los toros. La crítica macarra y bien hecha la pusieron por su parte Los hijos de la gran ruta. Estos moteros de Torredonjimeno trajeron buenas letras, con las que hicieron reír y pensar al patio de butacas. No faltó la denuncia en los pasodobles y el popurrí, ni el juego con el argot motero que volvió a provocar sonrisas socarronas con el final del estribillo: "Pero tu mujer, prefiere… mi Bultaco".
Los peluches de la maquinita de la feria de Écija lograron encontrar a alguien que no estuviera en paro y les echara una moneda, logrando así reanudar la partida para semifinales. Los enganchaos a la máskina volvieron a divertirnos con su parodia, en la que volvió a destacar la versión astigitana de Dora la exploradora. Del repertorio sobresalió el pasodoble que dedicaron a la cuestionada labor de los policías antidisturbios.
En comparsas sobresalió del resto la actuación de la agrupación de Rafael Cámaras, Mi fábrica. Estos Willies Wonka, que llegaron con su olor a caramelo y su río de chocolate, endulzaron la noche con sus voces y pusieron picante a la pugna en la clasificación para la siguiente fase. La agrupación marcó distancias con el segundo pasodoble, que cantaron a capela y con las manos atadas. En él invitaron al público a tomar conciencia del recorte que se ha practicado al Estado de derecho y los llamaron a desatarse y actuar para recuperarlo.
La comparsa Los trileros volvió a sorprender gratamente con sus voces. Estos chicos, habilidosos de manos, lograron engatusar al patio de butacas con su engaño, para luego despertarlo a la realidad al compás de sus pasodobles, que dedicaran a los pequeños Ruth y José y a todas esas luchadoras que se enfrentan con valentía al cáncer de mama. Su buen popurrí puso el broche y en su despedida involucraron al público, que lo coreó en parte.
La comparsa Soy de ti volvió a con sus coplas a los rincones de Córdoba y su carnaval. El punto álgido de sus actuaciones, todo un tributo a la ciudad, es sin duda el final de su estribillo, en el que el teatro al completo corea las rimas del Soy cordobés de Rafael Castro.
Los primaveras llegaron con su prefume a flores y sus letras a las fiestas cordobesas, en las que la flor es la protagonista. Desde la pequeña plaza en la que desemboca la Calleja de las Flores, y con la Mezquita de fondo, cantaron un pasodoble a la sonrisa perenne de los vendedores de pañuelos que hay en cada semáforo, y a esas luchadoras incansables que son las madres y abuelas.
Desde Úbeda volvió La noche de los grillos para avivar la conciencia. La copla que arrancó más aplausos fue la que dedicaran a la reincidente mofa de los políticos catalanes hacia los andaluces. Buena actuación la de estos grillos jiennenses que aprovecharon un cuplé para pedir disculpas por dificultarnos el descanso en el verano. Se fueron con el perdón y entre palmas.
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