Homenaje, celebración y también crítica es lo que ha realizado la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba en apoyo a la reivindicación del movimiento feminista este lunes. Con una obra de teatro y un poema interpretado por al menos 25 alumnos de la escuela y del Conservatorio de Música, la ESAD ha puesto de manifiesto una petición al unísono: igualdad. 

A través de un texto corporal y vocal acompañado de música interpretado en el teatro Duque de Rivas, los actores y actrices han criticado la reacción negativa de la sociedad cuando una misma acción que realiza un hombre, es luego hecha por una mujer. La coordinadora del plan de igualdad de la Escuela de Arte Dramático, María Dolores Puerta, ha explicado que el 8M, más que un día de celebración, es también un día de crítica, "porque aunque somos una generación de igualdad, no todo está conseguido, debemos seguir el camino que han iniciado otras mujeres trabajando, participando y siendo artistas". 

La obra fue preparada fuera de clase, "llevamos muchos años trabajando y cuando pedimos ayuda para actividades por el 8M siempre obtenemos buena respuesta, la presión social también es muy fuerte pero en general los alumnos son muy conscientes", ha señalado. 

Desde el plan de igualdad trabajan en línea para visibilizar el trabajo de artistas femeninas y también identificar comportamientos machistas en el alumnado, "aunque en nuestra escuela hay bastante conciencia en ese sentido, trabajamos mucho con los alumnos del primer año, identificando comportamientos de micromachismo que están instaurados y a veces sí surgen", ha explicado Puerta. 

A la presentación ha asistido también la delegada de Educación de la Junta de Andalucía, Inmaculada Troncoso y la coordinadora provincial del IAM en Córdoba, Lourdes Arroyo, quienes han destacado los valores que estos alumnos muestran a la sociedad "en una actividad significativa que ayuda a visibilizar la figura y el papel igualitario de la mujer, el acoso laboral y callejero del que son víctimas y la eliminación de la brecha salarial". Para Arroyo, esta es una forma instructiva, significativa y visual de fomentar los valores y de que los hombres también se impliquen en este cometido.