Córdoba

Condenado un portero de discoteca por romperle los dientes a un joven

  • El juez determina que el vigilante cogió de la cabeza al cliente y le propinó varios puñetazos en la boca después de que intentara entrar en la sala VIP del local

El Juzgado de lo Penal número 3 ha condenado a ocho meses de prisión a un portero de discoteca por romperle varias piezas dentales a un joven que intentó acceder a la zona VIP. Los hechos se remontan al 3 de septiembre de 2006. La sentencia considera probado que, en el momento en que el cliente se dirigió a él, acercándose al acusado por una escalerilla, éste lo empujó, lo que motivó que se cayera al suelo y se cortara la mano con el cristal de un vaso.

Pero la víctima no se amilanó y le pidió explicaciones al vigilante, que respondió de manera agresiva. Según la resolución judicial, le propinó varios golpes en el rostro y, cogiéndolo del cuello, lo llevó hasta la calle con la ayuda de otros trabajadores de la discoteca. Como consecuencia de la agresión, el denunciante sufrió una herida incisa en la base de la mano y la fractura de cinco piezas dentarias. La víctima y el acusado se encontraron hace unas semanas cara a cara en la sala de vistas.

"Se acercó a mí apartando a la gente, se notaba que estaba muy bebido. Intentó subir a la sala VIP, pero tropezó y se cayó boca abajo", relató el procesado, cuya identidad responde a las iniciales J. R. C. G. El portero -que prestaba sus servicios en la ya desaparecida discoteca Silos, en el polígono industrial de Chinales- negó que le propinara un empujón y que, posteriormente, lo cogiera del cuello y lo golpeara en la cabeza para expulsarlo de local. "Le dijimos que se saliera a la calle a curarse. Allí tenemos un botiquín. Pero volvió a caerse cuando pasábamos por la puerta del baño. No lo empujé en ningún momento, al contrario, intenté ayudarlo a salir", alegó el procesado. J. R. C. G. negó, además, que el denunciante tuviera heridas en la boca cuando lo dejó en la puerta del local.

La versión de la víctima fue totalmente contraria. "Le pregunté por un amigo que de vez en cuando trabajaba en esa discoteca y le insistí en que si podía subir a la sala VIP. Él me empujó y me caí. Me rajé la mano izquierda con un tubo. Luego me cogió del cuello y me sacó de la discoteca. Me partió varios dientes", relató ante el tribunal la víctima, que aquella misma noche presentó una denuncia en la Comisaría.

La Fiscalía Provincial de Córdoba solicitó un año de prisión para el encartado por la "persistencia" y "verosimilitud" de las declaraciones del denunciante. La acusación particular también pidió un año de prisión, mientras que la defensa reclamó la total absolución del portero por las "numerosas contradicciones" presentes en la causa. "Alguno tenía que asumir las culpas de la caída del denunciante", concluyó. Además de un año de prisión, el vigilante de seguridad deberá abonar 2.000 euros en concepto de responsabilidad civil por las lesiones causadas.

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