Educación

Concentración en apoyo a los profesores condenados por la muerte de un alumno en los Baños de Popea de Córdoba

  • Un grupo de docentes del instituto Gran Capitán muestra su solidaridad con los encausados

  • El sindicato CSIF reclama un mayor respaldo de la Administración y una normativa con más garantías

Un momento de la concentración en la entrada del instituto Gran Capitán.

Un momento de la concentración en la entrada del instituto Gran Capitán. / El Día

Un grupo de profesores del instituto Gran Capitán de Córdoba se ha concentrado esta mañana para mostrar su apoyo a los docentes del instituto Colonial condenados por la muerte de un alumno en los Baños de Popea de Córdoba.

El acto, en las puertas de acceso al centro de Secundaria, ha tenido lugar durante el recreo de la que ha sido la última jornada lectiva del curso y ha sido organizada "por el desgraciado accidente en la actividad extraescolar de los Baños de Popea", según han indicado.

Desde la Junta de Personal Docente No Universitaria, por su parte, han mostrado también su apoyo a los dos profesores acusados y han exigido a la Administración "los recursos y la seguridad jurídica imprescindibles para poder mantener un modelo educativo donde las actividades complementarias sigan siendo parte fundamental del currículo y de la formación integral a la que aspiramos para nuestras generaciones futuras".

Quienes también se han concentrado han sido delegados y trabajadores de CSIF Córdoba para expresar su solidaridad y apoyo a los dos profesores. La central sindical ha acompañado y defendido jurídicamente a uno de los docentes en todo este proceso.

El sindicato, como no puede ser de otro modo, respeta la decisión judicial y lamenta profundamente el fallecimiento del menor. La responsable del Sector de Educación de CSIF Córdoba, Elena García, ha reclamado un mayor respaldo de la Administración al colectivo docente "ante la situación de desamparo e inquietud que ha generado entre el profesorado esta sentencia".

Concentración de delegados y trabajadores de CSIF. Concentración de delegados y trabajadores de CSIF.

Concentración de delegados y trabajadores de CSIF. / El Día

Por ello, ha pedido a la Consejería de Educación y Deporte amparo y seguridad jurídica para los docentes cuando se desarrollan las actividades extraescolares y complementarias, "que tienen una gran importancia en la formación del alumnado, pero que tienen inherentes unos riesgos". "Asimismo, consideramos que es necesaria una nueva normativa que aporte una mayor protección y seguridad al profesorado y al alumnado cuando tengan lugar estas actividades, incluyendo la dotación de mayores recursos humanos y materiales" ha añadido.

Los hechos

El Juzgado de los Penal número 4 de Córdoba condenó la semana pasada por un delito de homicidio por imprudencia profesional menos grave a los dos profesores procesados por la muerte de un alumnos del instituto de Fuente Palmera en los Baños de Popea durante una excursión. Según la resolución, la magistrada impone a cada docente una multa de 3.600 euros, así como el abono de una indemnización de 120.000 euros a la familia del menor fallecido.

Tal y como informó el Día, el 16 de octubre de 2017, el consejo escolar del instituto de la Colonia aprobó la programación anual de actividades extraescolares prevista para el curso, entre las que se incluía una excursión con espeleología a Los Villares y los Baños de Popea para los alumnos de segundo de Educación Secundaria a realizar en el mes de mayo. Dicha actividad extraescolar precisaba de autorización paterna, en la cual se informaba a las familias de los pormenores de la misma para prestar el consentimiento.

La actividad tuvo lugar el 29 de mayo de 2018.  Por la mañana, los 34 menores de segundo de Secundaria se desplazaron en autobús hacia la zona de Los Villares para realizar la actividad de orientación y contacto con la naturaleza, acompañados por los acusados, profesores de Educación Física. Entre las 14:00 y las 14:30, el autobús los llevó a un camino de tierra que conecta los Arenales con Trassierra y, desde allí, estuvieron andando unos 300 metros hasta llegar a la denominada Cueva de Fato en el valle del río Guadiato, donde los esperaban los ayudantes de una empresa de aventuras para realizar la actividad de espeleología, quienes lesentregaron el material para realizar la actividad.

De allí bajaron por un sendero empinado y abrupto hasta la orilla del río, junto a la cueva. Los cinco monitores que acompañaban a los menores al interior de la cueva les ayudaron a colocarse la equipación consistente en neopreno, chaquetilla, casco con luz frontal y arnés. Seguidamente, dividieron a los menores en dos grupos, de manera que mientras un grupo de 17 niños, entre los que se encontraba el fallecido, realizaba la espeleología, el otro compuesto por 16 niños esperaba en una especie de remanso del río a unos 10 ó 15 metros de la salida de las cuevas.

Sobre las 14:45 y las 15:00, el primer grupo se dirigió al interior de la cueva, acompañado de cinco ayudantes y el acusado. El resto estuvieron bajo la supervisión de la otra procesada. Los menores que hacían la actividad de espeleología en el primer grupo tenían que salir nadando a río abierto en cuya zona de salida había un ayudante de la empresa organizadora que los guiaba. La víctima emprendió el nado sinproblema, supervisado por un monitor.

Finalizada la actividad por parte del primer grupo, sin concretarse hora pero sobre las 17:15 o 17:30, el personal de la empresa ayudó a los 17 menores primeros a despojarse de la equipación de espeleología dado que era necesario para el segundo grupo.

El procesado ya no supervisó a ese grupo que entraba posteriormente, quedándose con la otra docente en la orilla del río Guadiato mientras los que ya habían realizado la actividad tenían tiempo libre para comer, descansar en la orilla o bañarse. Sobre las 18:00, un grupo de cinco alumnos, dado que el baño era opcional, y entre los que iba el fallecido, decidió ir nadando hacia lo que llamaron “cascadas”, esto es, pequeño salto de agua hacia dentro del río, para lo que debían atravesar una zona más profunda donde no hacían pie.

Pidieron consentimiento al profesor, que prestó su supervisión, y anuencia por parte de la otra docente, y fueron grabados en tal acción por el primero de ellos que no advirtió, tras visualizar la grabación y el resto de fotos que estaba haciendo, situación extrema de tipo alguno. La víctima seguía al resto de menores, entre los que se encontraban sus compañeros, que no fueron advertidos del peligro que entrañaba dicha acción.

Fue sobre las 19:00, durante el recuento de los alumnos, cuando echaron en falta al alumno, que "no había conseguido mantenerse a flote y que falleció a consecuencia de la inmersión en el río dado que no pudo alcanzar orilla".

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