Córdoba

Alegría en la provincia

  • La nieve llega a todos los rincones de Córdoba en una jornada en la que familias enteras disfrutaron del manto blanco helado mientras que se registraban más de 60 incidencias en carreteras en sólo tres horas

Todos los rincones de la geografía cordobesa se tiñeron ayer de blanco para alegría de niños y mayores -plasmados en muñecos y en lanzamiento de bolas- y para poner a prueba la paciencia de muchos conductores que tuvieron que soportar minutos y minutos de caravanas. Otros vieron como las placas de hielo empujaban a sus vehículos fuera de las carreteras. La nieve también sembró el caos en la red provincial. No obstante, la delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, destacó la ausencia de incidencias graves tras la activación del Plan Territorial de Emergencia de Andalucía.

Las nevadas propiciaron que permaneciera cortada al tráfico la A-4 entre los puntos kilométricos 414 y 428, al igual que el tramo de la provincia correspondiente a la N-432 , en sentido Badajoz -ambas para el tráfico pesado-. Asimismo se vieron afectadas la N-502 y la N-420. En todas estas carreteras fue necesario el uso de cadenas. Al cierre de esta edición aún permanecían cortadas otras vías secundarias como la A-3075 desde Villaviciosa de Córdoba a la N-432, la carretera de San Jerónimo y otras del Norte de la provincia. Las incidencias afectaron a carreteras que pasaban por Fuente Obejuna, Peñarroya-Pueblonuevo, Obejo, Hornachuelos, Espiel, Alcaracejos, Pozoblanco, Carcabuey, Adamuz, Cardeña o Rute, entre otros municipios. Además, la A-45 tenía circulación condicionada desde el kilómetro 0 hasta el 86 y la A-4, circulación irregular desde el kilómetro 347 hasta el 435, en Villa del Río. También se empleo a fondo el Servicio de Carreteras de la Diputación, que ha tenido que aprovisionarse de más toneladas de fundente tras agotar el preparado. En total, la nieve causó más de 60 incidencias en sólo tres horas.

Ajeno a ello vivían la jornada muchas familias en los municipios. Así, el temporal de lluvias que azotó la Vega del Guadalquivir en las últimas dos semanas dio paso a una nevada copiosa que dejó cubierta Palma del Río, algo que no ocurría desde 1954. Sobre las 12:00 empezaron a caer los primeros copos y alrededor de las 14:00 cubrió los tejados, las calles y los naranjos. Como era de esperar, la nieve trajo consigo algunas complicaciones pero ninguna de gravedad. Una mujer sufrió una caída en su domicilio cuando salió al patio de su casa para disfrutar de la nieve y, tras recibir asistencia sanitaria, fue trasladada al hospital Reina Sofía para realizarle pruebas diagnósticas. Además, una furgoneta y un turismo se salieron de la vía en la carretera CO-5310 que une Palma del Río con Hornachuelos sin que hubiera daños importantes.

En Cabra aún no había desaparecido la nieve caída días atrás en la ermita de la Virgen de la Sierra [todo un lugar de peregrinación el pasado sábado para los vecinos con el objetivo de contemplar El Picacho helado] cuando, gracias a la reapertura tras la formación de placas de hielo de la carretera de acceso (CO-6212), el santuario volvió a convertirse en un ir y venir de egabrenses que no querían perderse esta ya tradicional estampa que se viene repitiendo cada invierno. A las 16:00 se registraron temperaturas inferiores a los cero grados. Son ya tres los años consecutivos en los que por estas fechas invernales la nieve ha hecho acto de presencia en la localidad y su comarca.

Baena es otro ejemplo de localidad que quedó envuelta por un tupido manto blanco en torno al mediodía de ayer. Una imagen atípica en esta ciudad donde hacía más de medio siglo que no caía una nevada igual. Los termómetros marcaban un grado bajo cero y los vecinos se echaron a la calle cargados con sus cámaras fotográficas para recoger una instantánea que, tal vez dentro de unos años, sea histórica. Luego, a primera hora de la tarde, y desafiando el peligro de una calzada helada y con nieve, la carretera N-432, se tornaba un hervidero de vehículos desde Baena y otras localidades en dirección a la ciudad de Zuheros, para disfrutar de las vistas de la Sierra Subbética completamente blanca y el río Bailón cayendo con más fuerza que nunca por las piedras de la sierra. La subida a la Cueva de los Murciélagos era imposible dado el estado de la calzada e incluso la entrada y salida a esta pequeña localidad se convertía en toda una operación de riesgo ya que los vehículos patinaban e incluso pudieron verse situaciones delicadas de coches haciendo trompos y empotrándose contra las piedras de los arcenes. En torno a las 18:00, el acceso a Zuheros quedó cortado.

Palma del Río, Cabra, Baena y Zuheros son tan sólo ejemplos de estampas que se repetían en cada rincón de Córdoba. Los primeros en recibir la nieve fueron Belalcázar, Hinojosa y el resto de pueblos de Los Pedroches. Ocurrió minutos antes del mediodía y a partir de ese momento la alegría de niños y mayores se fue extendiendo por toda la geografía cordobesa al mismo ritmo al que lo hacía el manto helado y el caos que acompañó la circulación por carretera en una jornada que miles de cordobeses tardarán en olvidar o no olvidarán nunca.

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