El Campo

Agricultura suspende temporalmente la cosecha nocturna en el olivar superintensivo

  • La medida se aplica hasta que el Ifapa determine el impacto en la avifauna silvestre de la recolección por la noche

Detalle del interior de una máquina de recogida de olivar en seto.

Detalle del interior de una máquina de recogida de olivar en seto. / El Día

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha acordado dictar una resolución mediante la cual suspende cautelarmente y de forma temporal la recogida nocturna de la aceituna en olivares superintensivos mediante cosechadoras cabalgantes con el objetivo de determinar si existe o no afección para las aves silvestres y, en su caso, las posibles medidas correctoras.

Todo ello después de que el Ministerio de Agricultura pactara con las comunidades autónomas esa suspensión cautelar de la recogida nocturna de aceituna en olivar en seto, “una práctica que podría estar incrementando la mortalidad de las aves que utilizan este tipo de cultivo como dormidero”, según la organización SEO/BirdLife, que asegura que “la medida llega después de meses de trabajo técnico de SEO/BirdLife junto a las administraciones autonómicas y el ministerio de Agricultura y el de Transición Ecológica”. SEO/BirdLife ya había solicitado la suspensión cautelar en mayo, “hasta que se evaluara el impacto real de este tipo de recolección en las poblaciones de aves”.

La medida se adopta de forma temporal hasta que concluya el desarrollo de los estudios encargados por la consejería al Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (Ifapa) que permitan conocer con rigor y exactitud la biología y ecología del sistema del olivar en seto y las aves que lo habitan, los posibles efectos que la recolección nocturna mecanizada pudieran tener sobre las aves migratorias.

El estudio multidisciplinar encargado por la Consejería (para cuyo desarrollo sí se permitirá la utilización de cosechadoras cabalgantes) persigue llegar a una “evaluación veraz e independiente” acerca de la afección de estas máquinas sobre la avifauna. Esta resolución se alcanza después de la consulta realizada por la consejería a las organizaciones agrarias (Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía) en el transcurso de la reunión que a tal efecto han mantenido con la Administración andaluza en la sede de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.

A finales del pasado año, Ecologistas en Acción ya alertaba de que el olivar superintensivo se había convertido en una nueva amenaza para las aves. “Sin lugar a dudas, las técnicas agrícolas avanzan a la velocidad de la luz frente a la adaptación de los seres vivos; una nueva amenaza se cierne sobre las pequeñas aves residentes o que nos visitan a la mitad sur de la Península Ibérica y Levante español hasta Tarragona, el olivar superintensivo, en seto o de alta densidad”, insistían desde el colectivo.

Citando como fuente a la revista Olint, Ecologistas en Acción recordaba que esta modalidad de cultivo apareció a finales del pasado siglo con el objetivo de reducir costes, ya que desde la plantación está mecanizada. Consiste en la plantación en hilera con una distancia inferior a dos metros entre plantón y plantón, siendo las calles de entre 3,5 a 4 metros de ancho, logrando una densidad de entre 2.000 a 2.500 pies por hectárea. En 2015 existían en España aproximadamente 45.000 hectáreas, 21.000 hectáreas en Andalucía.

El colectivo ecologista alertaba de que aunque las podas, desbroces y aplicación de herbicidas, insecticidas y otros tipos de productos fitosanitarios en la época crítica reproductiva “no difieren en gran medida del olivar convencional, suponiendo la destrucción física de nidos, merma en la diversidad y cantidad del aporte alimenticio…, el problema radica en la recolección nocturna”. Ecologistas en Acción detallaba que una cosechadora de aceitunas invierte aproximadamente dos horas por hectárea en la recolección. “En 13 horas que tenemos en estas latitudes de carencia de luz, implicaría 6,5 hectáreas en una noche. Y es que las pequeñas aves sienten predilección por los setos”, puntualizaban desde el colectivo.

“En el medio natural les aportan mucha seguridad en sus horas de sueño, pero una trampa mortal durante la recolección cegadas por los focos. Ahora le toca a la ciencia diseñar un sistema que evite que las cosechadoras se “traguen” las aves de nuestros campos y a las distintas administraciones en buscar poner coto a la recolección nocturna. Son nuestras aliadas en la eliminación de semillas e insectos”, concluían desde Ecologistas.

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