Tras la aprobación de la Ley de Función Pública el pasado mayo, la Junta de Andalucía se ha propuesto la modernización de los procesos de oposiciones y concursos para la provisión y selección de su personal. Y con este objetivo, entre otras medidas, trabaja en el desarrollo normativo que termine en una reducción del número de exámenes de las oposiciones, así como su unificación en el mismo día, su realización, en la medida que sea posible, a través de medios telemáticos que agilicen el proceso, así como en la simplificación y la automatización de los procesos de baremación de los concursos.

Y es que la Administración reconoce que los plazos para la resolución de los procesos selectivos de su personal son demasiado largos para sus necesidades de funcionamiento y para los propios opositores. La Junta admite que el tiempo que habitualmente transcurre entre la convocatoria de las oposiciones y la toma de posesión de las plazas suele sobrepasar los dos años. Un periodo que supone un inconveniente extra para los candidatos, que añaden esta espera al ya prolongado tiempo que requiere la preparación de las pruebas y que conlleva un importante coste económico. Por todo, está desarrollando un programa que permita mejorar la eficiencia de estos procedimientos de provisión de plazas para hacerlos menos farragosos hasta reducirlos a la mitad de tiempo.

Así lo detalla la Consejería de Justicia, Función Pública y Administración Local en el Plan Estratégico de Recursos Humanos que aprobó el Consejo de Gobierno de la Junta el pasado. En este documento, la Consejería plante la reducción del número de ejercicios de las pruebas selectivas y, cuando esto sea posible, su unificación para su realización en un único día. Asimismo, contempla que, en la medida de lo posible, se puedan realizar por un medio telemático que permita la agilización de su resolución.

La Consejería plantea en el cronograma de este proyecto de eficiencia que esta modificación esté desarrollada a lo largo del próximo año y pueda ir incorporándose de manera paulatina a los diferentes procesos selectivos que convocará desde esa fecha.

En la misma línea, la Administración trabaja en una simplificación de los baremos para evaluar a los aspirantes. Para ello, contempla “disminuir el número de méritos a valorar” y detalla que utilizará “al máximo posible” sistemas de automatización de estas tareas a través del uso de robots y de la Inteligencia Artificial (IA).

La Consejería también se pone como tarea modificar los actuales sistemas de selección y de promoción a otros que “estén basados en las competencias profesiones y personales” de los candidatos. En este sentido, la Administración considera imprescindible que el aspirante sea capaz de utilizar sus conocimientos para resolver las situaciones que se encontrará en su trabajo. Afinar en esa selección para nuevos perfiles para renovar a los efectivos que entraron en la Junta cuando la autonomía andaluza empezaba a dar sus primeros pasos, en los años ochenta y noventa. Se les van a requerir unas habilidades que no son las que se pedían en los procesos selectivos en convocatorias anteriores.

Así, la Administración revisará los temarios de las oposiciones para que no se limiten a un mero ejercicio memorístico de conocimientos alejados de la realidad práctica del día a día de sus empleados con la finalidad de que los candidatos demuestren que saben aplicar estos conocimientos para resolver las situaciones a las que tendrán que hacer frente en sus labores diarias. La Junta señala en el documento que abordará esta reforma entre los años 2025 y 2029.

Para este mismo periodo, planteará también la formación y la especialización de los miembros que conforman las comisiones de selección de personal, que suelen estar compuestas por personal funcionario que compatibiliza sus funciones profesionales con las tareas en los órganos de selección.