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Aún quedan corazones por conquistar

  • Buen ambiente en El Arcángel, aunque siguen quedando demasiadas butacas vacías para la visita de un histórico del fútbol español

  • La poca presencia de afición maña tampoco ayudó

Seis de la tarde en la Plaza de San Agustín. Dos chavales golpean la pelota con desgana. Hace calor, un bochorno insoportable y propio de los primeros días de septiembre en Córdoba. Uno de los chicos porta una camiseta del Real Madrid. El otro, la de la selección española. Mientras se pasan el balón de manera intermitente ambos conversan sobre el partido de la selección española ante Italia. Destacan los golazos de Isco, elogian a Marco Asensio y hasta tienen tiempo para referirse con sorna a los pitos que Piqué escuchó desde la grada del Santiago Bernabéu. Una conversación futbolera y ni un atisbo del choque que dos horas y media después va a disputar el Córdoba ante el Zaragoza en El Arcángel.

Al cabo de una media hora un tercer chico se suma a la reunión. Ataviado con la camiseta del Córdoba, mete prisa a sus amigos para jugar un rato antes de bajar con su padre al estadio. "¿Tan pronto? Si todavía quedan dos horas para que empiece", le interrogan. "Primero vamos a la peña y luego para el estadio", contesta orgulloso el chico. El resto de la conversación le sonará a cualquier que tenga amigos o conocidos que no sienten especial pasión por el Córdoba. Que si vaya ganas de bajar al campo con este calor, que el fútbol bueno es que ayer hizo la conversación... argumentos que no hacen mella en la fe blanquiverde del chaval que, eso sí, no da réplica alguna, sabedor de que se enecuentra ante una batalla perdida. Con sus amigos apura el rato de juego hasta que se marcha acompañado de su padre con dirección a El Arcángel.

Ver en acción a tipos como Lara, Galán o Romero justifica la presencia en el estadio

En el estadio, al momento de arrancar el partido, se registra una buena entrada, pero sigue habiendo mucho asiento vacío. El descenso de abonados sufrido este verano ha dejado el coliseo ribereño algo más vacío de lo que estaba en los últimos cursos y es inevitable que esa reducción haga mella en la fuerza de la afición cordobesista. Ayer, además, la afición visitante apenas hizo acto de presencia, lo que ayudó a alimentar la sensación de que a El Arcángel le falta afluencia.

Reconquistar a esa parte de la afición que este verano se ha bajado del barco y sumar a la causa a los que no han querido abonarse durante el estío es quizás uno de los retos más apasionantes que afronta el equipo de Luis Carrión. Para ello, está convencido Carrión de que el buen fútbol es el camino. Y en eso anda su equipo, en pulir una idea atractiva de juego que todavía no da todos los réditos que podría pero que pronto puede ser el mejor gancho para ver el estadio un poco más lleno.

Como ejemplo, este Córdoba puede mirarse en el espejo del equipo de Paco Jémez, que hace unas temporadas arrancó con presencia discreta en las gradas y cuyo fútbol fue poco a poco atrayendo a más y más personal. Aunque este CCF no es aún así de espectacular, ver a jugadores como Jaime Romero, Javi Galán o Javi Lara supone un atractivo para cualquier tarde de domingo. Quizás ese chico que con la camiseta del Córdoba jugaba con sus amigos en San Agustín empezó a ir al estadio en aquel mágico curso con Jémez al mando. Ahora, a juzgar por sus palabras, es un fiel más a la causa cordobesista. Pero en clave blanquiverde, aún quedan muchos más corazones por conquistar.

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