QUE la temperatura a la que iba a celebrarse el pleno el lunes por la noche en Pozoblanco iba a ser elevada era un hecho conocido por todos. Sin embargo, el día no amaneció demasiado caluroso y todo hacía presagiar que la noche sería agradable. Los únicos que no pensaron en ello fueron los miembros de la Corporación municipal, excepción hecha del portavoz del PA, Emiliano Pozuelo, que acudieron al salón de plenos en mangas de camisa o arremangados como si de un partido de fútbol se tratase. Debe ser la primera vez en que ante tan importante y determinante acontecimiento -la elección de un nuevo alcalde para la localidad- el protocolo se queda en casa de forma tan flagrante. No parece demasiado lógico que en el que se supone que es el acto de mayor importancia política en la localidad, los ediles se olviden de esa manera de las buenas formas y relajen su indumentaria hasta tal punto. Recordamos aquí el día en que Miguel Sebastián compareció en el Pleno del Congreso sin corbata y se la liaron parda desde las bancadas populares. Si entonces se actuó así, no estaría de más que alguien recordase que la corbata y la chaqueta no producen urticaria.

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