Acudimos al psicólogo o al psiquiatra cuando estamos estresados, deprimidos, con ansiedad o melancólicos, pero no cuando nos vemos acosados por la envidia
La pobreza de formación, la mala educación, nos esclaviza. Lo sabemos todos, por eso deberíamos valorar más la formación, la nuestra y la de nuestros hijos