La Junta de Andalucía ha comunicado a la Orquesta de Córdoba que en los presupuestos de 2014 reducirá su aportación un 7%, lo que obliga al Ayuntamiento a hacer lo mismo. La flautista Laura Llorca (Oliva, Valencia, 1968), presidenta del comité de empresa, revela la preocupación de los trabajadores.

-¿Cómo deja este nuevo recorte a la Orquesta?

-Estamos en una situación bastante crítica. Los cálculos que tenemos indican que a la rebaja unilateral que plantea la Junta de Andalucía del 7% se suman otros factores que nos dan una disminución total del 25%. Queremos sensibiliza a las instituciones, que entiendan que esto hay que arreglarlo porque, si no, es el principio del fin.

-En euros, ¿de cuánto estamos hablando?

-De más de 400.000 euros.

-¿Se conformarían con mantener el mismo presupuesto de este año?

-Sí, sería un gran logro, incluso reduciendo un poquito.

-La plantilla ya se ha bajado el sueldo, hay medidas de ahorro... ¿Qué más se puede hacer?

-Hemos hecho muchos esfuerzos, entre ellos bajarnos el sueldo más que el resto de orquestas andaluzas porque se nos ha quitado la antigüedad. También hemos cambiado las oficinas de sitio. No gastamos ni papel, ahorramos céntimos con cualquier cosa. Estamos dispuestos a hacer más esfuerzos si hace falta, pero queremos ver una implicación de las instituciones porque sabemos que pueden y tienen obligación de mostrar esa sensibilidad y esa responsabilidad, de salvar esto que es tan importante para Córdoba. La Junta lleva veinte años aportando menos a la ciudad de Córdoba que al resto de ciudades, en materia orquestal. Y esto repercute no sólo en la Orquesta sino en la economía de la ciudad porque afecta a empresas de iluminación, de sonido, proyectos varios... Y en la cultura, que es un motor de esta ciudad. No es un reparto equitativo, pensamos que es injusto.

-¿Hay posibilidad de revisión?

-Esperemos que sí. Hemos pedido cita con la delegada de Cultura en Córdoba, que no nos ha contestado, y en Sevilla quisimos hablar con el vicepresidente del consejo de administración nuestro, que es el responsable de la Agencia Andaluza [de Instituciones Culturales], pero le surgió un imprevisto y no pudo, así que nos atendió un vocal, que amablemente nos expuso la situación. Pero suponemos que siempre hay unos márgenes. Cuando una institución tan importante para una ciudad está en peligro, lo lógico es que las entidades responsables pongan de su parte.

-¿Cómo esperan que reaccione el Ayuntamiento?

-Aunque en teoría tendría que poner lo mismo, hay que tener en cuenta que en otras ocasiones ha puesto más. Siempre se puede de alguna manera ayudar con otros medios, con negociaciones, implicación de otras instituciones, acuerdos con la Diputación, que no se han hecho nunca...

-El jueves leyeron un comunicado en el concierto de abono. ¿Van a llevar a cabo otras medidas?

-Sí, tenemos un calendario que ya publicaremos.

-¿Tienen noticia de lo que va a pasar con el resto de orquestas andaluzas?

-No, pero lo que cuesta un concierto de la Orquesta de Sevilla es lo que se viene a recortar en todo un año en Córdoba. Esto da idea de la diferencia presupuestaria. Es verdad que las otras orquestas son mayores, pero no tienen el doble de personal y sí el doble de aportaciones. Esto no está equilibrado y se ve en el tipo de programación que se ofrece al público. Aquí no se puede ni oír hablar de que un solista de la Filarmónica de Berlín venga a ofrecer un concierto y en Sevilla sí, y nos parece maravilloso que allí se pueda hacer, pero el reparto tiene que ser equitativo. Esto es algo histórico, no es nuevo, pero el equipo actual tiene en su mano arreglarlo en la medida de lo posible.

-Si se consuma este recorte, ¿está la Orquesta en peligro de desaparición?

-Sí, lo está, y la vida cultural de Córdoba también está en riesgo porque la ciudad se quedaría sin agrupación musical. La Orquesta está infrautilizada. Se puede conseguir mucho con este potencial de calidad, utilizarla para reforzar el turismo y proyectar Córdoba. La Orquesta se puede salvar con poco: es cuestión de ponerse.

-Y todo esto les coge en un proceso repentino de cambio de gerente, que también aporta inestabilidad...

-Sí, claro. Tenemos prisa por que elijan a un nuevo gerente y a ver si es posible que el antiguo aporte todo lo posible antes de irse.

-El apoyo del público no les falta...

-Sí, lo vimos el jueves en la lectura del manifiesto: la gente se emocionó y aplaudió más que en ningún concierto. Estamos seguros de que ese apoyo sí lo vamos a tener.

-¿Esta situación repercute en el rendimiento artístico de la Orquesta?

-No, eso lo aseguro. De hecho creemos, y nos lo dice gente entendida, que ahora es cuando mejor está sonando la Orquesta.

-¿Cómo valoran que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía haya obligado a la Junta a mantener como transferencia de financiación su aportación a la Orquesta Ciudad de Granada y no como subvención?

-La Junta ha recurrido la sentencia para ganar tiempo. El nuevo sistema ha provocado retrasos en la llegada del dinero, que es la mitad del presupuesto; nosotros tenemos trabajadores que hace seis meses que no cobran nada. El Ayuntamiento de Granada denunció la medida unilateral de la Junta. Es ilógico que un socio de un consorcio no pueda decidir: cae por su propio peso.