Balonmano l División de Honor B

Un regalo en el tramo final

  • El Prasa Pozoblanco derrota al Villa de Aranda basándose en los goles de un gran Nacho Vico · Los de Castillo tuvieron que dar la réplica al buen hacer de Miranda

El Prasa Pozoblanco hizo los deberes ganando, no sin sufrimiento, al Villa de Aranda, en un encuentro loco con un arbitraje nefasto, más perjudicial si cabe para los de Paco Castillo. Todo parecía ir sobre ruedas para el Prasa, que en el primer acto y con una gran solidez defensiva llegó a doblar al cuadro visitante (12-6). Y ello con la sensible baja de Gerard Espigol, que faltó a la cita por sanción.

El equipo burgalés anotó tan sólo cuatro goles en los primeros dieciocho minutos de encuentro, si bien hizo diez en los doce minutos restantes y se metió en el partido con un tanteo desfavorable de tres goles al descanso (17-14), eso sí, ayudados por una mala lectura del Prasa en los últimos 20 segundos, donde los visitantes anotaron dos goles aprovechándose de un mal entendimiento en el ataque del cuadro vallesano.

Y ello con un Nacho Vico eléctrico y demoledor, que facturó casi la mitad de los goles de su equipo en ese primer acto anotando siete dianas. La solidez defensiva y el acierto de Nacho bastaban para que el Prasa dominara el electrónico con relativa comodidad, pero el cambio de cromos en la meta visitante al inicio del segundo capítulo le dio un giro de tuerca inesperado al partido.

El ex prasista Llamazares dejó su sitio a Miranda, que con sus intervenciones frenó en seco a los pozoalbenses. Así, hubo que esperar más de cinco minutos para presenciar el primer gol local. Ante tal tesitura, el Villa de Aranda comenzó a resucitar, y a ocho minutos del final llegó a disfrutar de una renta de dos goles (21-23). Aunque un tiempo muerto de Paco Castillo sirvió como mano de santo, ya que todo cambió. Un 7-0 final dejó el triunfo en casa.

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