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Mucha pegada y trabajo colectivo

  • Un gran arranque da al CCF una mínima renta que le costó defender

El Córdoba arañó una mínima ventaja en casa en el inicio de la eliminatoria de play off contra el Girona. Un inicio fulgurante y el sacrificio colectivo con el que el equipo defendió la ventaja conseguida bastaron para viajar a tierras catalanas con la eliminatoria ligeramente decantada, aunque el sufrimiento final apunta a un duelo muy igualado el domingo.

La presión y la intensidad fueron los aspectos diferenciadores en el arranque. El Córdoba superó al Girona desde el pitido inicial por ganas, que en el fútbol son tan importantes como la táctica o la estrategia. Y para ello no hubo que buscar al rival al inicio de su juego. Bastó con esperar en medio campo y ejercer la presión de manera coordinada y decidida para robar rápido y martillear con velocidad, gracias a la verticalidad de los dos puntas que Oltra colocó. Así llegaron los dos goles, con Xisco como ejecutor y un rival que sólo entró en el partido cuando el CCF dio un paso atrás fruto de su ventaja.

Tras el descanso, el Girona consolidó su dominio y logró encerrar al Córdoba durante muchos minutos gracias a su capacidad para desbordar por los costados, especialmente por el izquierdo con Clerc. El conjunto blanquiverde se vio obligado a replegar líneas y confiar en el contragolpe, aunque ya no tuvo demasiadas opciones para inquietar a Isaac Becerra.

El partido de la mayoria de jugadores del Granada fue plano, de esos que son difíciles de definir porque no están ni bien ni mal, sino todo lo contrario. Vamos, que no destacan, pero tampoco están para criticarlos demasiado, cumplen raspados, sin más.

De esa valoración 'plana' se salvan algunos. Roberto, por ejemplo, volvió a ser titular y sobresalió sobre sus compañeros, primero porque se mostró seguro y firme y, después, porque cumplió con su principal cometido: dejar la portería de su equipo sin encajar gol.

En la zaga, el auténtico líder fue Diego Mainz. Da la sensación de que el central madrileño ha recuperado los galones que durante mucho tiempo tuvo Íñigo López, su compañero ayer en el centro de la defensa, y que se ha convertido en insustituible en esa zona.

En el centro del campo el más destacado, un días más, fue el galo Brahimi, aunque notó en exceso que está recién salido de una lesión y tuvo que ser sustituido a la hora de encuentro porque su rendimiento bajó notablemente con el paso de los minutos.

Dani Benítez, otra vez, aparece en esta sección como el más destacado de la jornada por ser el jugador más peligroso. Todos los galones se los pudo llevar Ighalo si hubiera convertido en gol, a falta de diez minutos para el final, la ocasión más clara de los suyos.

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