Cuarenta horas después de firmar en Barcelona uno de los peores encuentros del curso, el CCF retomó el trabajo con una sesión centrada en recuperar el ánimo de un grupo que sabe que tiene en sus manos la posibilidad de pelear por el ascenso a Primera. Paco Jémez pidió un cambio de mentalidad a la plantilla para recuperar en este tramo final el estilo que le ha llevado a estar durante toda la temporada entre los mejores de la Liga, manteniendo el discurso del partido a partido para acabar con el exceso de presión. El técnico inició el entrenamiento con una charla con los jugadores, antes de tomar contacto con la pelota, el eje sobre el que giran todas las sesiones, tanto físicas como técnicas, de un equipo que ya se ha conjurado para volver a la senda del éxito.

Alberto García, uno de los nubarrones blanquiverdes en el Miniestadi, quitó hierro al revés mirando a la trayectoria del CCF: "El equipo ha dado muestras de muchas cosas para que se dude de él por un partido.Es un partido de 32 y, sin quitarle importancia, tampoco hay que darle más de la que realmente tiene. Es una tontería ver fantasmas donde no los hay". El portero pide que no se pierda la confianza en un conjunto que se ha ganado el beneficio de la duda. "Tenemos una manera de jugar, de afrontar los partidos y de trabajar y sabemos que no nos podemos salir de ahí. Con la humildad que siempre hemos tenido, afrontaremos cada partido como si fuera el último. Dije hace dos meses que ese era el secreto, y lo estamos demostrando no semana a semana, sino día a día. En eso estamos centrados, sabiendo que los rivales también juegan".

Esa es la clave para explicar el bajón del rendimiento a domicilio, si bien García cree que "no hay que exagerar, pues el equipo tiene una dinámica muy buena. Es muy difícil que un equipo tenga la misma dinámica que tenemos en casa. Hay que ser un poco consecuentes. Los rivales también juegan, también tienen su manera de jugar y se sienten fuertes en su campo. En lo que nos estamos centrando es en que tenemos que plasmar nuestra manera de jugar dentro y fuera. Tenemos que ser fieles a nosotros mismos, olvidarnos del exterior e ir partido a partido. Y no perder la identidad que nos hace fuertes en ningún sitio. Si seguimos haciendo un fútbol atractivo, arriesgando y siendo valientes, somos un equipo muy difícil de contrarrestar".

Por eso, tras el último fallo, el CCF tiene "ganas de afrontar el siguiente partido. Hay una rabia contenida, porque somos un equipo humilde que está demostrando una gran ambición. Lo único que queremos es no separarnos de nuestra dinámica ni de nuestra manera de jugar, y por eso hay muchas ganas de que llegue el sábado".