Córdoba

La aventura de ser cuidador del zoo

  • El zoológico imparte dos nuevos talleres educativos dedicados al conocimiento de reptiles y lémures

Un zoológico se ha considerado tradicionalmente como un lugar en el que se crían y cuidan animales para el disfrute de los ciudadanos o bien para su conservación ante el riesgo de una futura extinción. Sin embargo, sus funciones van más allá y en la mayoría de estos parques se enseñan a los niños algunos de los secretos más recónditos del reino animal.

Éste es el caso del Parque Zoológico de Córdoba, que imparte desde el pasado 22 de diciembre dos talleres educativos para grupos de unas 20 personas, con el fin de "acercar el centro a los visitantes no habituales", según comenta Alejandro Nevado, uno de los cuidadores del centro. A diferencia de años anteriores en los que el personal del recinto organizaba actividades navideñas para los más pequeños, como la creación de figuritas del Belén, en esta ocasión se ha decidido poner en marcha cursos que se encuentren más relacionados con la labor que se realiza en el zoológico.

Así, Sintiendo a los reptiles es un taller en el que se pretende que "el visitante se vaya de las instalaciones con la sensación de que estos animales no son peligrosos", afirma Nevado, pero "sobre todo, que los conozca y que sea consciente de que se tratan de especies amenazadas", continúa. Para ello, en esta actividad destinada a padres e hijos que tiene lugar a partir de las 11 de la mañana, se enseñan numerosas curiosidades sobre estos animales, como la importancia del color de la piel de las serpientes o la multiplicidad de variedades que existen de acuerdo a su modo de reproducción. Mientras, los más pequeños se dedican a pintar máscaras con la forma de la cabeza de una serpiente. Una vez concluyen, los monitores trasladan a los niños al reptiliario, un húmedo y caluroso lugar en el que les permiten tocar a la falsa coral, una serpiente de un brillante color escarlata con anillos blancos y negros, además de dar de comer a los vivaces geckos leopardos, una especie de lagarto procedente del sudeste asiático.

Al igual que ocurre con el anterior taller, Acércate a los lémures, que comienza a las 12.30, está teniendo una gran aceptación entre los cordobeses, lo que ha obligado a que, aunque el aforo es de sólo 20 personas, los grupos se tengan que formar con más de 30 participantes, afirma Nevado. En este curso, los cuidadores presentan a los lémures, unos primates procedentes de Madagascar que habitan en grandes zonas arbóreas y que se encuentran en peligro de extinción debido a la deforestación, según declara Juan Reyes, otro de los monitores de estas actividades. Reyes sañala que desde el zoo se ha intentado reproducir el hábitat natural de esta especie de mono, llenando sus jaulas de árboles y de "juguetes" para que estos animales se diviertan y ejerciten su musculatura.

Además de impartir dichas explicaciones, en este taller se elaboran collares de comida para los lémures a base de trozos de fruta y de vegetales, que luego los cuidadores cuelgan en la ramas de los árboles de sus jaulas, al mismo tiempo que los niños y sus madres contemplan, entre exclamaciones de asombro, cómo se alimentan estos juguetones monos.

Si desea convertirse en un cuidador de animales por un día junto a los más pequeños, aún está a tiempo de hacerlo hasta este sábado, día en el que concluirán estos talleres.

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