Los lugares de la Judería cordobesa que debes visitar si quieres presumir de conocerla de verdad
Una ruta para adentrarse y disfrutar de rincones llenos de encanto, leyenda y auténtico sabor sefardí
En imágenes, Portería de Santa Clara, un oasis en Córdoba donde el tiempo se detiene

El legado judío pervive en las calles, costumbres, gastronomía y espacios monumentales de Córdoba. De hecho, uno de sus barrios con más encanto es el de la Judería, sin duda, uno de los más atractivos y fotografiados de España. Al mismo pertenecen las calle Judíos, Averroes, Maimónides, Ceballos, Tomás Conde, Plaza de Judá Leví, Manríquez, Almanzor, Romero, Deanes, Plaza del Cardenal Salazar y Judería.
El barrio judio está emplazado en el casco histórico, que forma parte de la zona designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el año 1994. Desde el punto de vista urbanístico, cuenta con el típico trazado islámico con dos calles transversales centrales y un laberinto de pequeñas calzadas que mueren, en algunas ocasiones, callejones sin salida o adarves.
Si marcásemos con un lápiz los límites de la Judería actual, deberíamos partir de la Puerta de Almodóvar hasta la Mezquita-Catedral y la actual sede episcopal, al sur. La calle Rey Heredia es la frontera oriental y linda con la muralla por el oeste.
Tómate tu tiempo para encontrar la Plaza de Maimónides, recoleta y presidida por una estatua en honor al médico, filósofo, astrónomo y rabino del siglo XIII Moshé ben Maimón.
También es parada obligatoria en cualquier tour turístico que se precie La Sinagoga, única que hay en Andalucía y unos de las tres mejor conservadas del Medievo en nuestro país, junto a las del Tránsito y Santa María La Blanca, ambas de Toledo.
La cordobesa fue construida entre los años 1314 y 1315, según las inscripciones halladas en el edificio, y fue lugar de culto hasta la definitiva expulsión judía. Tiempo después pasó a ser hospital, más tarde Ermita de San Crispín y, por último, una escuela infantil. A finales del siglo XIX fue declarada Monumento Nacional.
Los visitantes se quedan impactados cuando acceden al patio que da a un pequeño vestíbulo. A la derecha hay unas escaleras que dan acceso a la zona femenina y justo al frente está la estancia principal, la zona más espectacular por su decoración a base de atauriques mudéjares.
Con sello artesano
Otro de los rincones de la ciudad con más encanto es el Zoco, el primer mercado de artesanía que se creó en España. Actualmente ocupa una casa solariega mudéjar del siglo XVI con un espectacular patio y donde es posible adquirir artesanía propia de la ciudad, como piezas de filigrana, marroquinería, cordobanes, cerámica, etc.
Muy cerca está la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba -antiguo hospital del Cardenal Salazar- ubicada en plena Judería, alberga uno de los tesoros arquitectónicos del mudéjar cordobés, construida entre los siglos XIV y XV
Muchos son los que se quedan sin aliento al contemplar la Capilla de San Bartolomé de Córdoba, que en tiempos fue parroquia de San Bartolomé y cumplió con ese cometido hasta el siglo XVII, cuando fue anexionada al hospital. No obstante, la iglesia, como tal, nunca fue acabada y la falta de techumbre así lo demuestra.
La portada principal está precedida por un pórtico de triple arcada. Su interior se articula en una sola nave y cierre con bóveda de crucería. Al primer vistazo simula un mar de lapislázuli azul con destellos dorados. Sin embargo, lo que imperan son las finas yeserías y el zócalo de azulejo.
Un refrescante final
En plena Judería (Calle Tomás Conde, 3) se encuentra uno de los restaurantes más emblemáticos y con más encanto de la ciudad: Casa Mazal. Lo suyo es mucho más que gastronomía. Es la unión perfecta y constante entre cocina, historia y cultura en toda la extensión de la palabra.
Jesús Guerrero, gerente del establecimiento, y su equipo sumergen al comensal en la tradición culinaria de Sefarad y Al-Ándalus.
Tienen una propuesta gastronómica fresca y de temporada y su carta, como el propio Guerrero afirma, "es producto de una investigación de las tradiciones sefardíes de la cuenca del Mediterráneo y no incluye platos cuyo ingrediente sea la carne de cerdo ni aditivos restringidos por la tradición judía".
Y cuando ya las fuerzas flaqueen, lo mejor será descansar en un alojamiento de la zona. Pero si lo que buscas en más un alojamiento para descansar en Córdoba sobran los establecimientos preñados de historia, particularidades y valor artístico.
Un buen ejemplo es el Hotel NH Collection Amistad, ubicado en la pintoresca Plaza de Maimónides. Es el resultado de la unión de dos casa solariegas nobles palaciegas de los siglos XVII y XVIII, tiene una de las piscinas más llamativas de la geografía española, ya que tiene forma de estrella. Precisamente se trata de un motivo decorativo que tanto en la cultura árabe como judía se repite en numerosas ocasiones aunque con variantes.
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