Gastronomía

Las seis tapas imprescindibles para saborear la esencia de Casa Rubio

Churritos de choco de Casa Rubio

Churritos de choco de Casa Rubio / Casa Rubio

En Córdoba el tapeo es mucho más que costumbre. Es una filosofía de vida que se pone en práctica en prácticamente en todos los barrios de la ciudad. Sin embargo, hay uno en que resulta especialmente placentero gracias a la magia del entorno: la Judería. Uno de sus máximos exponentes es Casa Rubio, apenas a unos pasos de la imponente Puerta de Almodóvar. 

De sus cocinas salen algunas de las mejores elaboraciones de la cocina local y andaluza tanto en formato habitual como mini. Su carta de tapas actual alberga casi 20 referencias a cada más apetitosa, pero hay media docena de ellas que sobresalen por méritos propios. 

Su ensaladilla  de atún con carpaccio de pulpo y pimentón de La Vera es original, rica en texturas y contrastes y tremendamente adictiva.

Lo mismo ocurre con las bravas con espuma de alioli. El impacto en el paladar recuerda a la receta más ortodoxa, pero hasta ahí porque éstas resultan mucho más elegantes y sutiles. 

Aunque si hay un plato que es santo y seña de la casa son las berenjenas abuñueladas con miel de caña, un milagro de fritura que va estallando por capas en la boca en cada bocado. 

Ensaladilla  de atún con carpaccio de pulpo y pimentón de La Vera Ensaladilla  de atún con carpaccio de pulpo y pimentón de La Vera

Ensaladilla  de atún con carpaccio de pulpo y pimentón de La Vera / Casa Rubio

Otro clásico bien ejecutado es el cochifrito con ajitos, una oda a la materia prima en que la pericia de sus chefs gana la partida al difícil equilibrio entre el crocante exterior y la jugosidad interna. 

El abc de la cocina tradicional cordobesa lo completa el rabo de vaca estofado, uno de esos guisos en que la carne está tan buena como la salsa que incita a mojar miga pan sin miramientos.

Muchos más ligeros son los churritos de choco, una auténtica prueba de fuego que deja la fritura de pescado a la altura de los mejores bares y restaurantes de costa. Los acompañan de una mahonesa que da la estocada final a la voluntad de comerse solo uno. 

De un cojo famoso

Casa Rubio, distinguida con un Solete Repsol y recomendada por la Guía Michelín, es uno de los res con mayor solera de la ciudad. Su fundación data de 1920, cuando era conocida como la Taberna del Cojo de San Nicolás. 

Harían falta 12 años más para que empezara a ser conocida como Casa Rubio, tras su adquisición por parte de José María Jiménez Márquez, popularmente rebautizado como El Rubio.

En 2001 inició una nueva etapa bajo la gestión del Grupo Cabezas Carmona. A pesar de la lógica remodelación y puesta en valor, se respetó la estructura y valor histórico de la casa antigua original.

Y a día de hoy Casa Rubio cuenta con una de las azoteas más solicitadas de la ciudad, que, además, es pura historia, pues cuenta con un entorno espectacular: la Puerta de Almodóvar, una construcción delsiglo XIV considerada tradicionalmente entrada oficial a La Judería.

Igualmente, su terraza a pie de calle es un lugar privilegiado para degustar sus especialidades y convertirse en testigo del trasiego de visitantes y vecinos. 

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