Churros con chocolate en Córdoba: los bares y cafeterías que todo cordobés recomienda

Jeringos, tejeringos, churros, calentitos, porras... Los llames como los llames, unos churros calentitos y chocolate a la taza humeante son siempre una apuesta segura y deliciosa para desayunar o merendar en Córdoba. Bares, churrerías y cafeterías, con versiones clásicas o más arriesgadas, salpican toda la ciudad con esta combinación infalible y que gusta a mayores y pequeños

En la calle Cruz Conde, 32, levanta cada día la persiana Churros Bar Marta, uno de los decanos en servir esta delicia a la velocidad de la luz. De su cocina salen aún humeantes sus raciones y medias raciones. Una buena taza de chocolate con el punto justo de espesor o un café -ya sea solo o con leche- conforma la combinación ganadora. Los suyos son churros clásicos, largos y cortados a mano. Y se caracterizan por su exterior crujiente y su interior ligero.

También en el centro tiene una amplia y fiel clientela Martas´s Coffe & Stay, ubicado en pleno Bulevar del Gran Capitán. Su terraza está siempre hasta la bandera y sirve churros tanto de lazo como de factura clásica. Al margen del chocolate a la taza, sus batidos y zumos ganan adeptos poco a poco para acompañarlos.

Cafetería Don Pepe lleva haciendo las delicias de cordobeses y visitantes desde. En la calle Diego de León, 6, abren de lunes a domingo apenas ha salido el sol. Pueden presumir de mantener su receta de churros intacta desde hace más 40 años. Y, para los intolerantes a la lactosa, en esta cafetería tienen tanto chocolate normal como leche sin lactosa. No obstante, si alguien quiere variar algún día sus bocadillos y sandwiches también son legendarios si nos apetece un tentempié salado.

Clásicos de barrio

Si el antojo de churros nos pilla en plena Judería, lo mejor será hacer una parada en Mojaelchurro, en la calle Corregidor Luis de la Cerda, 43. También tiene sede en Poeta Juan Ramón Jiménez s/n (junto a los cines de El Tablero) Eso sí, sus clientes deben llevar la mente -y el paladar- preparados para disfrutar de nuevas combinaciones de sabores y texturas. Los sirven rellenos con un amplio surtido de cremas que harán las delicias de los más golosos: chocolate blanco, negro, Nutella, kinder, dulce de leche o frutas del bosque. Y lo más divertido es elegir los toppings para coronar el churro: Lacasitos, cereales, galletas... ¡Y se pueden pedir para llevar o degustar en su terraza!

Ciudad Jardín es una de las zonas más transitadas de la ciudad. Y la Cafetería Niza es desde 1964 una institución en la zona. La calle Antonio Maura, 43 está marcada a fuego en la agenda de cualquier devoto del buen churro que se precie. Junto a la Plaza de Costa Sol, este negocio familiar ya va por su tercera generación y los siete días de la semana les anima el despertar a los vecinos gracias a sus churros artesanos con chocolate.

Hasta Santa Rosa no son pocos los que acuden en peregrinación churrera a Macapé. Abre todos los días excepto los jueves. Ubicado en la calle Comandante Velázquez, 3, lleva desde los años 80 surtiendo de churros y jeringos al barrio. Harina, agua, sal y levadura combinados en sabias proporciones y unos precios ajustados hacen que cada día sirvan cientos de desayunos.