¿Adivinas cuál es el único restaurante de Córdoba con un menú temático Michelin?
La propuesta de Arbequina, el espacio gastronómico del Hotel Hospes Palacio del Bailío, se compone de nueve pases y cuesta 70 euros
La ermita del siglo XV convertida en restaurante y con un Sol Repsol donde saborear guisos que enamoran en Córdoba
Arbequina, el restaurante gastronómico del Hotel Hospes Palacio del Bailío, es único por muchas razones. Está en un hotel de cinco estrellas, poseedor de la única Llave Michelin de la ciuda y que se lavanta sobre un palacio del siglo XVI. A eso hay que sumarle que sus comensales pueden ver los restos de una domus romana del siglo I mientras disfrutan de su propuesta culinaria.
Pero, ¿sabías que tiene un menú degustación Michelin? Está compuesto por nueve pases y cuesta 70 euros por persona. ¡Eso sí! está disponible únicamente en servicio de cena y en mesa completa. ¡Y la bebida no está incluida!
Al margen de eso, el Menú Michelin incluye:
- Espuma de 'Bloody Mary' con parmesano y airbag de cerdo
- Brioche de mantequilla ahumada con huevas de erizo y lima
- Crema de idiazabal trufado con yema fritas y setas
- Arroz seco de carabinero sopleteado con lactonesa en su coral y crujiente de kodium
- Atún rojo marinado con consomé de tom yum, sésamo y tapioca
- Cochinillo confitado con crema de apionabo, wasabi, manzana verde y bastones de calabaza al grill
- Lemon crème brûlèe
- Tocinillo de cielo con toffee, coco crispy y chantilly
- Marshmallow de fresa, limón efervescente, algodón de azúcar con cacao
Sabor a la carta
Este increíble menú es obra de su chef, Rubén González. En su flamante propuesta mantiene un estilo elegante y de inspiración mediterránea. Su experiencia previa en la zona de Levante se deja notar en el dominio que tiene de los puntos de cocinado exacto en los platos de verdura. Así mismo, otra de sus grandes obsesiones son la temporalidad del producto y la excelencia del mismo.
Pero, además del Menú Michelin, los comensales de Arbequina tendrán la posibilidad de comer a la carta y probar una de sus creaciones más sofisticadas: crema de azahar y calabaza con sus pipas, croutons de cerdo y crema agria.
Imprescindible pedir su solomillo de vaca, crema de pepinillos agridulces enoki frito, salteado de trigo tierno con shitakes y tomate seco. Un plato sabroso, con contrastes de texturas y un punto ácido.
De auténtico cine resulta las Ostras Fine de Claire Aimé con esferas de mango, gel de sake–yuzu, y crujiente de nori. Lo mismo ocurre con el tartar de atún rojo ahumado con ajo blanco de coco y crujiente de mango y pasión; o el arroz rojo de carabineros con lactonesa de ajo negro y salicornia
A la hora del postre destaca el cremoso de leche fermentada con velo de flores, crumble y helado de violetas. Fresco, floral y elegante, pensado para cerrar la experiencia. Aunque también resulta una magnífica opción la tarta de queso gorgonzola, con toffee y chantillí de palomitas de mantequilla.
Y para los amantes de los sabores más tradicionales, resulta exquisito el crumble de manzana asada, vainilla, avellanas caramelizadas y helado de mantecado.
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