El novillero José Ruiz Muñoz (Chiclana, 1995), quien sorprendió por su buen concepto con el capote en su debut en Sevilla -algunos críticos lo compararon con su tío-abuelo, Curro Romero-, retoma este año la temporada española después de una incursión en México, tras la que -según el torero- ha recobrado su carrera "con más ilusión que cuando comencé".
-José, ¿qué ha supuesto ese primer viaje a México?
-Fue una experiencia maravillosa porque pude hacer mucho campo. Maté hasta diez toros, me preparé bien física y mentalmente. Toreé un festival en el que corté una oreja. En San Gabriel corté dos orejas a un novillo extraordinario. Y en Aguascalientes, en la Feria de San Marcos, disfruté en algunos momentos toreando, pero pinché en los dos novillos. Luego hice mucho campo, como una decena de tentaderos. Tengo mejores armas para el triunfo.
-¿Qué espera para 2018?
-Mi pensamiento es intentar entar en Sevilla.
-¿Cómo valora sus actuaciones en La Maestranza?
-Han sido cuatro tardes. La primera, el debut, con 18 años, fue un sueño. Fui con mucha ilusión y la gente salió contenta. En la segunda novillada no terminé de redondear, aunque toreé con el capote muy despacio. En la de Guadaira no se dieron las cosas bien. Y en la última, de Rocío de la Cámara, me dio mi primer novillo una cornada -muslo izquierdo- y no pude torear el otro.
-¿Qué sensaciones tiene de su trayectoria como novillero?
-He sumado una veintena de novilladas en una etapa muy intensa en la que he vivido desde triunfos importantes, como en Santander, hasta un percance muy fuerte en Navalcarnero y tardes en las que no he estado como la última de Madrid, de las dos que estuve y que me hizo reflexionar. Me pudo la responsabilidad y decidí parar para recobrar la ilusión.
-¿Y ahora está recuperado?
-Sí. Lo de Madrid me hundió moralmente. He corregido fallos y tengo otra mentalidad y disfruto mucho en el ruedo.
-¿Ha cambiado su concepto?
-Mi concepto continúa siendo el mismo, pero ahora toreo más por abajo y encajado.
-El mundo de las novilladas está complicado...
-Hay pocas novilladas y muchos compañeros. Está difícil. Pero vivo en torero, soy feliz con los entrenamientos y espero mi oportunidad. La paciencia es fundamental.
-¿Le ha pesado mucho que le comparasen con Curro Romero?
-En algunos momentos sí. Me echaba mucha presión. Por otro lado, también me ha facilitado el camino para torear en el campo y conocer a grandes maestros.
-¿Hasta qué punto le afectó la terribe cornada en la cara, con problemas de visión en el ojo izquierdo?
-Me afectó mucho. Cometí el error de reaparecer antes de tiempo, sin estar recuperado.
-¿Le han quedado secuelas?
-Para torear, no. Se ha ido acoplando la visión al movimiento y no tengo problemas delante del toro. Únicamente, al mirar hacia abajo veo doble.
-¿Cómo está siendo su preparación?
-Este invierno he hecho mucho campo. He estado en El Torreón, Eduardo Flores, Torrestrella y Albarreal y he matado un par de toros. Por supuesto, toreo de salón constantemente. Tras el cambio que he dado tengo una ilusión enorme por comenzar esta nueva temporada.
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