Feria de Bilbao | Segundo festejo de las Corridas Generales 2018

‘Victorinada’ complicada y terna con nivel

  • Álvaro Lorenzo consigue el único trofeo, Escribano pierde premio por la espada y Fortes cae herido leve

Manuel Escribano, en un par inverosímil por los adentros, que estremeció a los aficionados.

Manuel Escribano, en un par inverosímil por los adentros, que estremeció a los aficionados. / Luis Tejido / Efe

Después del aperitivo ecuestre del sábado en Bilbao, donde se ha inmortalizado en un monumento a Iván Fandiño, comenzaron las Corridas Generales con un cartel en el que la materia prima, los famosos victorinos, fue uno de los reclamos principales de un festejo que contó con una pobre entrada. Corrida desigual en presentación y juego y en su conjunto complicada, que despacharon el sevillano Manuel Escribano, el malagueño Fortes y el toledano Álvaro Lorenzo, quien cortó la única oreja, entretanto Escribano, sin premio por la espada, y Fortes, herido, se entregaron sin reservas.

Manuel Escribano, en el que abrió plaza, se la jugó en una larga cambiada de rodillas a portagayola. Fácil en banderillas, cumplió en una faena en la que los mejores pases surgieron al natural y de pecho ante un toro flojísimo, pese a que le cuidaron en varas. Esa falta de transmisión influyó en una labor de escasa emoción. El sevillano mató de estocada arriba y fue ovacionado; con protestas para el toro.

Escribano recibió al cuarto, que resultó una alimaña, con tres largas cambiadas de rodillas, la primera a portagayola y toreó muy bien a la verónica. Fortes realizó un quite larguísimo por chicuelinas, que no vino bien al toro y desagradó a Escribano, quien impactó en un par inverosímil por los adentros, con el toro midiendo y en el que el torero se escapó de milagro, estallando una ovación estruendosa. El victorino desarrolló sentido, quedándose debajo, propinando tornillazos y buscando por el pitón izquierdo. YEscribano dio un recital de casta, vergüenza torera y valor en una faena que comenzó con una cogida en la que recibió una brutal paliza. Como si nada, robó muletazos por el pitón derecho y se entregó sin reservas por el izquierdo. Se preveía premio, pero Escribano no acertó al primer envite con la espada y tras dos pinchazos y una estocada dio una vuelta al ruedo clamorosa.

Fortes fue cogido en los lances de recibo por el asaltillado segundo. Afortunadamente, todo quedó en un susto. Luego, manejó el capote con sentido y temple. El toro se desplomó literalmente tras la muleta y cuando se repuso le costaba embestir. El malagueño, con aplomo, robó muletazos de bello trazo. Pero faltó emoción. Mató de estocada y fue ovacionado; con algunas protestas para el astado.

El quinto, un regalito, de 605 kilos y muy astifino, fue ovacionado de salida. Luego, decepcionó en su juego. Reponía una y otra vez. Fortes, con una actitud irreprochable, se la jugó a carta cabal en la muleta, siendo cogido y herido en la pierna derecha. Se mantuvo en el ruedo con entereza, lidiando al áspero toro. Mató de estocada y fue ovacionado.

Álvaro Lorenzo, que se estrenaba en Vista Alegre y con la ganadería de Victorino Martín, se mostró como un auténtico conocedor del encaste y estuvo muy solvente ante su lote. Con su primero, serio, largo, con brío, realizó una buena faena en la que, con reposo y en la media distancia, alargó los muletazos, algunos de mano baja, tanto con la diestra como al natural y con buenos remates. Mató de estocada y cobró una oreja.

Al veleto sexto, encastado, con muchas teclas que tocar, Álvaro Lorenzo, con paciencia, le sacó partido, fundamentalmente por el pitón izquierdo, en una faena en la que brilló al natural –el mejor pitón del astado fue el izquierdo–, con muletazos de mano baja y con mando. Una labor en la que se excedió en el tiempo –sonó un aviso antes de entrar a matar–. Mató de estocada y dos descabellos para ser ovacionado.

En resumen, buen espectáculo para el aficionado, con una interesante corrida y una terna que dejó muy buenas sensaciones.

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