Su labor y resultado en Bailando con las estrellas le ha permitido un subidón en la autoestima y saberse querida por el público. María Isabel llegaba con dudas personales al programa de Telecinco, sobre todo por si iba a estar a la altura del reto, y finalmente ha salido victoriosa, venciendo en esta primera edición, en una final en directo este sábado. “Vaya el nivel de esta gala. Hemos trabajado mucho. Yo he ganado pero los demás también, aquí nadie ha perdido, por la experiencia, por lo vivido”, incide la de Ayamonte, que al fin podrá estar con su marido y su pequeña. Prácticamente desde Navidad estaba concentrada en Madrid para ese talent producido por Bulldog que e se ha venido emitiendo en directo los sábados.

A poca distancia en porcentaje de votos se quedó el actor Adrián Lastra, de nuevo segundo, repitiendo puesto tras el reciente El Desafío, pero asombrando por su capacidad de trabajo y perfeccionismo. En puertas en esa disputada final estaban Athenea Pérez y Bruno Vila. "Todos han sido magníficos compañeros, no puede destacar a uno sobre otro. Nos hemos ayudado, nos hemos invitado en nuestras casas cuando necesitábamos ánimos, nos hemos animado cada día”, insiste María Isabel, que interpretó en esa final tres piezas, a cual más brillante, como muestra de su implicación y de cuánto ha avanzado en la coreografía.

"Todo es mérito de Luis (Montero), lo ha hecho todo, es un genio, lo admiro tanto”, el maestro, su compañero de baile en estas entregas, extremeño, y quien dirigía el trabajo de la pareja. "Y ha sido mucho trabajo, del que se ve y de lo que no se puede imaginar para tener esa expresión”, reconoce la cantante. Para triunfar en Bailando con las estrellas ha necesitado "un 50% de coreografía y técnica y otro 50% de expresión y talento, hay parte de aprendizaje y otra grande de personalidad, de naturalidad”. Y del talento surgió la coreografía de una saeta, la sorpresa de la onubense en esa final.

"Claro que las saetas no se bailan, pero queríamos hacer un homenaje a Andalucía. Es algo personal, nadie más lo iba a hacer en este programa y es un baile por pasodoble adaptado a la voz de la Semana Santa”, detallaba este lunes, aún muy emocionada María Isabel, “trasladado como algo muy íntimo”..

La pareja ganadora también interpretó un tango argentino, el que ya habían desarrollado en la fase previa y una rumba bolero con la que terminaron de convencer a los espectadores. “Ha sido un esfuerzo muy bonito y sólo puedo estar agradecida a todos los que nos apoyaron en estos sábados”.Sus amigos-rivales ya se deshacían en elogios de “La Mari”, como la llamaban, a lo largo de estas semanas.

María Isabel con su maestro de baile, Luis Montero

"Han sido meses de evolución y aprendizaje constante", y ahora le toca, al fin, volver a casa. “Quiero compartirlo con mi hija, mi marido. Mis padres lo han seguido todo y están locos con lo que ha sucedido”. La conclusión que quiere hacer llegar a la audiencia es que “bailar bien es muy muy complicado” y de ahí el mérito de los maestros que ha participado con los concursante. A nivel personal María Isabel valora haberse “puesto a prueba en disciplina”. Con los compañeros, espera “mantener la relación”, tras estos intensos meses de “risas, lágrimas y agobios de un grupo de amigos”.

María Isabel vuelve a Ayamonte donde cría a su hija y espera estar en Eurovisión Junior 2024, que se celebra en nuestro país, para cantar de nuevo Antes muerta que sencilla, evocar todo lo bonito que se vivió hace 20 años y celebrar todo lo vivido al cabo de todo ese tiempo.