En la última década, la provincia de Cádiz ha emergido como un destacado referente turístico en Andalucía, a pesar de los desafíos impuestos por la pandemia en el sector. En el análisis actualizado de la importancia turística de Cádiz en el contexto andaluz, se observa que, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la provincia ha experimentado un destacado incremento del 18% en las pernoctaciones durante los últimos cinco años (INE, 2022), superando a provincias como Málaga y Almería. Asimismo, la oferta de alojamiento ha aumentado un significativo 22%, consolidando a Cádiz como un destino turístico en alza. Representando el 15,3% de las pernoctaciones regionales, Cádiz lidera en gasto medio diario por turista con 84,52 euros y obtiene valoración de satisfacción de 8,7 sobre 10, equiparándose a Jaén y Sevilla, según el Balance del año turístico en Andalucía 2022 de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía

Según datos recientes del INE, correspondientes a 2022, el turismo ha consolidado su posición como uno de los principales motores económicos de la provincia. Se estima que el PIB turístico ha experimentado un crecimiento del 7%, superando el promedio nacional y situándose en un 15% del PIB provincial total. En términos de empleo, el sector turístico proporciona trabajo al 20% de la población activa en la provincia, según los últimos estudios realizados. Estos indicadores reflejan la trascendencia del turismo no solo como motor económico sino también como generador de empleo en la provincia. No obstante, persisten desafíos en la calidad y consolidación de ciertos empleos asociados al sector

Cádiz se distingue por su diversidad turística. El turismo cultural, apoyado por la riqueza histórica de Cádiz y Jerez, ha experimentado un aumento del 12% en visitas a museos y sitios patrimoniales, según datos del Patronato Provincial. Por otro lado, el turismo de sol y playa ha visto un incremento del 15% en la ocupación hotelera en las zonas costeras. De igual forma las distintas comarcas gaditanas ofrecen una diversidad de recursos turísticos que hacen más completa, pero también compleja, la promoción y oferta turística de la provincia gaditana. Desde la costa a la serranía pasando por la campiña, desde la naturaleza de sus parques naturales hasta el patrimonio histórico y cultural de sus zonas urbanas y rurales. Finalmente, municipios costeros como Chiclana o Conil se sitúan, desde hace ya unos años, entre los primeros destinos litorales en número de pernoctaciones, concentrando un alto porcentaje en los meses de verano.

La provincia de Cádiz destaca por su oferta de sol y playa en todos sus municipios costeros, destacando Chiclana de la Frontera por su capacidad hotelera. Cada municipio litoral tiene su singularidad sumando a sus playas otros recursos como pueden ser el viento para los deportes náuticos como en Tarifa o la gastronomía marina como en Barbate y Conil. La oferta en las zonas costeras se completa con la existencia de un rico patrimonio histórico-cultural (Baelo Claudia, Trafalgar, Isla Sancti Petri, faros, etc.) y natural (Parque natural del Estrecho, Parque natural de la Breña y marismas de Barbate, Parque Natural de la Bahía de Cádiz y desembocadura del Guadalquivir, entre otros). Al turismo de sol y playa se une el turismo urbano de los principales cascos históricos provinciales, destacando la ciudad de Cádiz y Jerez de la Frontera. En el caso de Cádiz, al turismo urbano tradicional, hay que añadirle el turismo de cruceros que ha evolucionado muy positivamente en los últimos años pasando de los 300.000 pasajeros en 2010 a más de 500.000 en 2023 (Ramírez-Guerrero et al., 2021 y Diario de Cádiz, diciembre 2023). De igual forma, los espacios interiores de la provincia de Cádiz, principalmente la zona serrana, ofrecen una oferta turística centrada en la forma de vida rural, el paisaje y los espacios naturales protegidos. En todo este territorio se ubican dos grandes espacios naturales como son el Parque Natural de Grazalema y el Parque Natural de los alcornocales que encierran una riqueza natural singular y única como por ejemplo el pinsapar. Núcleos como Zahara de la Sierra, Grazalema, Setenil o Arcos de la frontera se han convertido en referentes en el turismo rural en la provincia de Cádiz y Andalucía. La gastronomía se suma a la oferta turística de esta región a través de las rutas y los restaurantes con estrellas Michelin. De igual forma, el turismo enológico se concentra en el marco de Jerez formado por los municipios de Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María.

Considerando lo anterior, nos referimos a una provincia con una riqueza turística diversa, reflejada en una amplia oferta centrada, principalmente, en sus municipios costeros, aunque con enclaves interiores de gran interés, como Jerez de la Frontera o Grazalema. A pesar del fuerte desarrollo de la actividad turística en la provincia en las últimas décadas, este territorio presenta aún un potencial de atracción turística muy alto que debe ser planificado y organizado en los próximos años para integrarse en la oferta actual sin generar problemas ambientales, sociales y culturales.

Tabla.

La provincia de Cádiz ha cuadruplicado su capacidad hotelera en las últimas tres décadas, situándose como la segunda provincia con mayor oferta alojativa, alcanzando 39.093 plazas, solo por detrás de Málaga. En los últimos cinco años, los municipios de Tarifa y Cádiz, con un crecimiento del número de plazas hoteleras del 43 % y el 37;1 % respectivamente (IECA, 2023), encabezan el crecimiento de oferta de alojamiento en la provincia. De igual forma la evolución de las pernoctaciones ha sido favorable desde 2010, si exceptuamos los años de la pandemia, llegando en 2022 a superar los 8 millones (Observatorio turístico del Patronato provincial de Turismo). En cuanto a los pasajeros llegados por el aeropuerto de Jerez no se ha recuperado en 2022 los datos registrados en 2019, pero supera ya los 451.000 viajeros.

Estos resultados han sido posible gracias a la iniciativa empresarial tanto interna como externa, la cual ha acometido actuaciones e inversiones que han mejorado la oferta tanto en cantidad como calidad, y por otro lado al papel desarrollado por las administraciones públicas desde la local a la regional, jugando un papel esencial el Patronato provincial de turismo. Desde su fundación en 1978, ha implementado estrategias innovadoras basadas en datos y tendencias del mercado que han mejorado la promoción y difusión de la oferta turística de los distintos destinos turísticos existentes en la provincia, tanto costeros como de interior. La colaboración con empresas del sector y la participación activa en ferias internacionales han sido pilares de la estrategia del Patronato. En esta misma línea, la Diputación de Cádiz gestiona un programa sobre ‘Sistema de Inteligencia Turística de la Provincia de Cádiz’, con fondos FEDER concedidos en el marco de la ‘Convocatoria de Destinos Turísticos Inteligentes’ de Red.es, organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Todo ello ayudará a convertir a la provincia de Cádiz en un destino turístico inteligente que mejorará la experiencia del turista, favorecerá la integración de la oferta, minimizará los impactos negativos ambientales y sociales y facilitará la gobernanza de estos espacios. El proyecto, financiado con dos millones de euros, contempla la creación de una aplicación móvil, un asistente virtual de voz, la renovación de la web cadizturismo.com, el uso de herramientas de encuestas a turistas y el análisis de datos procedentes de las redes sociales y de la información que se consiga de los 300 sensores que se han instalado por todos los municipios de la provincia (Diputación Provincial, 2023). Por último, desde el Patronato de turismo se está incentivando la investigación en esta materia a través de la colaboración con la Universidad de Cádiz con iniciativas como los premios Aura de investigación turística creados en 2020.

Teniendo en cuenta el actual escenario y las posibles tendencias, cabe analizar los diferentes retos y oportunidades a los que se enfrenta el sector turístico en la provincia de Cádiz para los próximos años en el horizonte 2030, enfatizando los siguientes elementos:

1. Cambiar de modelo en clave de sostenibilidad. A pesar de que se han empezado a dar pasos en este sentido, aún hay que profundizar en la modificación de ciertas actuaciones en el sector dirigiéndonos hacia la transición energética y la transformación del modelo territorial de ocupación turística. Es esencial la preservación de las áreas costeras naturales para garantizar unos espacios turísticos más sostenibles y sin generar una presión excesiva sobre los recursos naturales, como pueden ser el agua o los ecosistemas vulnerables. Deben generarse indicadores que midan la capacidad de carga de espacios como las playas, los espacios culturales, los espacios protegidos o los cascos históricos. La afluencia masiva de visitantes en momentos puntuales en espacios como el casco histórico de la ciudad de Cádiz o algunos municipios de la Sierra (Grazalema o Setenil), puede provocar situaciones de tensión y posible conflicto entre residentes y visitantes.
2. Potenciar el turismo azul. El turismo azul se ha convertido en uno de los pilares de las estrategias de crecimiento azul de la Unión Europea, que lo define como una tipología de turismo costero-marítimo basado en el uso sostenible y complementario de los diferentes recursos existentes en las zonas costeras y en el mar, con el objetivo de alcanzar la sostenibilidad de estos territorios, la desestacionalización de la actividad y la mejora del bienestar de las sociedades que residen en ellos, con procesos de socialización de los recursos patrimoniales naturales y culturales. Para ello es importante la puesta en valor de estos recursos desde el conocimiento, la sensibilización y la socialización, generando sentimiento de pertenencia, respeto y apreciación entre residentes y turistas. Una de las claves para el futuro desarrollo del turismo azul pasan por la necesidad de coordinación, colaboración y sinergias entre los organismos públicos en sus distintas escalas territoriales y los agentes privados del sector turístico. Todas estas actuaciones deben estar impulsadas desde la necesidad de consecución de los retos planteados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y la Agenda 2030, incorporando actuaciones globales que busquen la generación de actividades orientadas a la oferta de servicios sostenibles e inteligentes en los espacios costeros y marinos. Para ello, es esencial la creación de productos turísticos fundamentados en un cambio en la imagen y marca del destino, complementando la tradicional oferta de sol y playa con otros segmentos turísticos novedosos y alternativos como turismo de salud, deportivo, turismo verde y principalmente el patrimonial y etnográfico desde una perspectiva amplia, con la puesta en valor o la socialización de los bienes culturales y naturales vinculados a las zonas litorales y el mar, como el patrimonio histórico y cultural costero o la gastronomía relacionada con los productos marinos, tanto tradicionales como otros más innovadores. Los municipios costeros de Cádiz reúnen todas estos condicionantes por lo que se convierte en un destino idóneo para poder desarrollar todas estas estrategias. El uso de las almadrabas en Barbate y Conil como recurso turístico, áreas patrimoniales y naturales como Trafalgar, la valorización del atún como producto gastronómico, son claros ejemplos de las posibilidades de desarrollo de nuevos modelos turísticos enmarcados en el aprovechamiento y puesta en valor de productos endógenos distintos del tradicional sol y playa.
3. Adaptación al cambio climático. Las consecuencias del cambio climático son, ya, una realidad. El cambio climático plantea retos considerables para el turismo en Cádiz, en consonancia con los objetivos de la Agenda 2030. La subida del nivel del mar, el aumento de las temperaturas, la escasez hídrica y los eventos climáticos adversos han sido una constante en los últimos años. La erosión costera está provocando problemas en playas y zonas acantiladas que, por ejemplo, obliga a procesos periódicos de regeneración. De esta manera muchas playas de la provincia se ven afectadas por estos problemas, siendo las playas el recurso básico y atrayente de una parte importante de los turistas que visitan la provincia. A esto hay que añadir el consumo hídrico que significa la actividad turística, que en algunos casos está provocando el agotamiento de los reservorios de aguas subterráneas generando gran preocupación sobre su sostenibilidad a medio y largo plazo. En España, algunos estudios defienden que, mientras que el consumo medio de agua de un ciudadano se cifra en 127 litros/día, en el caso de un turista ese consumo puede elevarse hasta los 800 litros por día. Considerando el estado y capacidad de los pantanos en la provincia de Cádiz en el año 2023 (alcanzando en muchos casos el 25%), son datos alarmantes que no pueden ser ignorados. Asimismo, el aumento de las temperaturas, especialmente durante la temporada estival, se ha convertido en la tónica general en los últimos años en nuestra provincia y en el resto de estado español. Esto está provocando la implementación de medidas de adaptación, principalmente en establecimientos hoteleros. Esta realidad, que se acentuará en los próximos años, ya está induciendo a destinos del norte de España y de Europa a cambiar su modelo turístico adaptándolo a las nuevas condiciones climáticas. Por otra parte, los últimos temporales en el litoral gaditano ocasionaron graves daños en una parte de los equipamientos e infraestructuras turísticas que tuvieron que ser reparadas por las administraciones públicas y las empresas. Es por ello que, al igual que en otras regiones turísticas costeras, la provincia de Cádiz se deberá plantear de forma planificada el retranqueo de una parte importante de las instalaciones turísticas de primera línea de costa. Las proyecciones realizadas nos hablan de la necesidad de comenzar este proceso para paliar los costes y mantener la oferta en las próximas décadas.

   Gráfico.

4. Controlar y gestionar la oferta de viviendas con fines turísticos. Otro de los retos a los que se enfrenta la provincia de Cádiz es el control y gestión de la oferta de alojamiento relacionada con las viviendas con fines turísticos. A ello se une el problema de la construcción ilegal en algunos de los municipios de la provincia, principalmente los costeros. Según un estudio de Piñero (2019), las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla absorben el 70,66% del total de construcciones ilegales de Andalucía. Además, Cádiz y Sevilla ostentan una mayor concentración de estos espacios y mayor tamaño de los enclaves reconocidos. Entre los municipios estudiados en este estudio (Piñero, 2019), Conil de la Frontera, con 2.365 ha., destaca como la localidad andaluza con mayor construcción ilegal. En este mismo sentido dos municipios costeros, Conil de la Frontera y La línea de la Concepción, tienen un crecimiento más intenso de estas construcciones. Otro fenómeno que, tradicionalmente, se ha dado en las zonas costeras gaditanas es la oferta de segunda residencia para uso turístico. La aparición de internet ha facilitado el crecimiento y proliferación de este tipo de oferta alojativa que ha crecido de forma exponencial en la última década. Esto genera dos tipos de problemáticas asociadas, el fuerte crecimiento sin un control sistematizado y el desconocimiento de la oferta real que provoca una deficiente gestión por parte de los destinos. La provincia de Cádiz ocupa el segundo lugar en Andalucía, después de Málaga, tanto en el número de viviendas, con 14.894 en 2023 según el INE, como en la oferta de plazas, con 74.506. Esto significa que la provincia oferta casi el 20 % de las viviendas y las plazas de Andalucía y cerca del 5 % de plazas y viviendas en España. Conil de la Frontera destaca como el municipio con mayor oferta de viviendas con fines turísticos con 12.132 plazas que significa el 16,3 % de toda la oferta provincial (INE, 2023). El 60 % de todas las plazas de viviendas con fines turísticos de la provincia se concentran en cinco municipios, todos ellos en la zona costera, por orden de oferta serían: Conil de la Frontera, Chiclana de la Frontera, Tarifa, Cádiz y El Puerto de Santa María.
5. Seguir dando paso hacia la conversión en destinos turísticos inteligentes. El futuro del turismo en Cádiz se vislumbra a través de la transformación hacia destinos turísticos inteligentes. La implementación de tecnologías como la inteligencia artificial y el internet de las cosas busca optimizar la gestión de recursos y mejorar la experiencia del turista. Como ya se mencionó anteriormente, la Diputación provincial desarrolla un proyecto financiado por el gobierno de España, a través de Segittur, que promueve la realización de acciones que fomente el uso de las tecnologías para la gobernanza turística. Además de esta iniciativa, cuatro destinos turísticos de la provincia se han incorporado a la red de Destinos Turísticos Inteligente promovida por Segittur, Conil de la Frontera (2019), Rota (2020), Campo de Gibraltar (2020) y Chiclana (2020) (Segittur, 2023).
6. Afrontar la estacionalidad y evitar la turismofobia. A pesar de que actualmente no hay un problema grave en la mayor parte de los destinos turísticos provinciales, de forma puntual y provocado, en parte, por la fuerte estacionalidad estival que aún existe en la provincia, se dan algunos movimientos sociales que comienzan a ver al turismo como una actividad perjudicial para la sociedad de esos destinos. En los medios locales de comunicación, en municipios como Tarifa y Cádiz, aparecen de forma esporádica noticias de quejas sobre la intensa actividad turística generada en estos entornos. Por ello es necesario analizar la capacidad de carga de los cascos históricos de estos municipios y fomentar una distribución más equilibrada de la ocupación a lo largo de todo el año, así como el control de la afluencia de visitantes procedentes de los numerosos cruceros, como es el caso de la ciudad de Cádiz, donde se perciben ciertas preocupaciones por la protección y conservación del patrimonio cultural y la sostenibilidad ambiental y social.

Considerando todo lo anterior, las perspedtivas para el turismo en la provincia de Cádiz son alentadoras, siempre que se apueste decididamente por la innovación y la sostenibilidad, a través de herramientas de gobernanza adecuadas. La colaboración continua entre el sector público y privado, junto con la adaptación a las tendencias globales de turismo responsable, posiciona a Cádiz como un destino con una fuerte capacidad de adaptación y encaminado hacia la tan ansiada y necesaria sostenibilidad. Es esencial que el turismo azul defina la oferta en los destinos costeros de la provincia, valorizando todos sus recursos (naturales, culturales, históricos, gastronómicos, etnográficos, etc.), mediante un enfoque orientado hacia la preservación de nuestra herencia costera y cuyo modelo permita su aprovechamiento, pero también su protección. De igual forma se debe incentivar los destinos de interior fomentando todas las singularidades existentes en la provincia, desde la campiña jerezana, con el turismo enológico como bandera, hasta las zonas serranas con la riqueza natural protagonizada por nuestros parques naturales de Grazalema y Alcornocales. Solo de esta manera la provincia conseguirá alinearse con los retos que se avecinan hacia el 2030.