Sociedad

Un niño encerrado en un coche al sol puede morir en media hora

  • La temperatura corporal dentro de un vehículo sin ventilación puede alcanzar los 42 ó 43 grados, según un experto

Un niño encerrado en un coche aparcado al sol en el verano y sin ventilación puede alcanzar los 42 ó 43 grados de temperatura corporal y morir en el plazo de 30 a 60 minutos debido a un colapso vascular, según ha explicado este viernes el pediatra Antonio Garrido-Lestache.

Es un "descuido imperdonable"; niños, y más si se trata de lactantes, nunca deben dejarse solos, ha indicado el médico a propósito del pequeño de 23 meses fallecido en Sevilla después de que su padre lo dejara varias horas dentro de un coche al sol mientras asistía a una reunión de trabajo.

Según el doctor, es frecuente que los padres, por desconocimiento o inconsciencia, dejen a los niños dentro de los coches, tal vez estacionados en zona de sombra, pero sin ventilación y sin caer en la cuenta de que el sol cambia de posición.

El interior del vehículo puede llegar a los 70 u 80 grados, así que el cuerpo del niño experimenta una vasodilatación, una hipotensión y un aumento del pulso cardíaco.

La sangre circula más lenta y disminuye el oxígeno que llega al cerebro hasta que se produce un colapso vascular periférico, lo que se conoce como "golpe de calor", ha precisado Garrido-Lestache, que pertenece a la Asociación Española de Pediatras.

Otras veces la muerte llega por un fracaso del centro termo-regulador del cerebro o por insolación después de estar muchas horas sometido al sol al aire libre.

Para prevenir estas situaciones, el doctor ha recomendado evitar que el niño sude, así que debe encontrarse en ambientes con temperaturas que no superen los 25 grados, para lo que se puede emplear un ventilador o el aire acondicionado.

Debe vestirse con poca ropa, darle de beber entre horas y bañarlo dos o tres veces al día con agua a unos 28 grados.

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