Spanair acumuló ayer al menos 12 retrasos en sus vuelos de salida desde el aeropuerto de Madrid-Barajas, en una jornada complicada de por sí para todas las compañías aéreas, al coincidir la operación retorno de las vacaciones con el fin de semana.

Portavoces de Spanair indicaron que los motivos técnicos, y especialmente los operativos, están detrás de estas demoras, que en el caso de un vuelo a Budapest fue de unas once horas.

Otros vuelos de esta compañía con destino a Barcelona, Gran Canarias, Asturias, Almería o Copenhague sufrieron retrasos de entre dos y cuatro horas, lo que llevó a decenas de pasajeros a pedir hojas de reclamación ante la desesperación.

Los pasajeros del vuelo de Budapest, que despegó finalmente a las 17:15, acudieron incluso a la Guardia Civil ante "la falta de información y de coordinación", tanto por parte de la compañía como de la mayorista Iberojet, indicaron algunos de ellos antes de embarcar en su vuelo charter.

También señalaron que ante sus protestas, finalmente Spanair les trasladó a un hotel cercano, "para que estuvieran más cómodos".

Por otro lado, los familiares de las tres víctimas francesas del accidente aéreo del pasado día 20 anunciaron ayer su intención de demandar a la compañia española. Mientras, a última hora de la tarde de ayer, continuaban ingresados en los diferentes hospitales madrileños trece de los heridos cuya situación no ha presentado variaciones en las últimas horas.