Semana Santa

La suerte ya estaba echada

  • Las precipitaciones continuas impiden la salida de las hermandades del Jueves y el Viernes en toda la provincia.

EN Semana Santa hay otro reloj que funciona en paralelo al convencional y que en años como éste adquiere incluso más protagonismo y es hasta más consultado. Se trata del reloj meteorológico, ése que detalla la previsión meteorológica por tramos horarios, que indica la cantidad de agua que puede caer en determinados momentos de la jornada y que, por tanto, puede llegar a desaconsejar la salida de una procesión a la calle. En el caso del Viernes Santo su protagonismo resultó crucial y puso de manifiesto muy a las claras que la suerte estaba ya echada no sólo un día antes, sino desde hacía una semana, cuando los principales servicios meteorológicos venían arrojando un inamovible riesgo de precipitaciones del 100%.

Con porcentajes como éste, las juntas de gobierno de las cinco hermandades que ayer tenían prevista la celebración de su estación de penitencia -Soledad, Expiración, Descendimiento, Dolores y Santo Sepulcro- contactaron con servicios como el de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)o el portal de José Antonio Maldonado (el tiempo.es) casi para cumplir el trámite. Sabían con absoluta certeza que llovería durante toda la tarde-noche y que cabía la posibilidad de algún que otro chaparrón. Además, la suspensión de la Madrugada sevillana y los aguaceros de la provincia de Cádiz daban poco margen a la esperanza. Hubo sólo una cofradía, la del Descendimiento, que se dio esa media hora en busca de una tregua, pero todo quedó en un intento con poco fundamento que sólo sirvió para que centenares de fieles se agolparan a las puertas de la parroquia de San José y Espíritu Santo en espera de una "buena noticia" por parte de esta hermandad.

Una vez suspendida la jornada del Viernes Santo al completo, una suerte que se certificó pasadas las 19:30 tras la negativa de la Expiración, las procesiones dejaron paso a esos momentos de íntima oración que suelen registrarse en días como éstos, gestos resignados sobre todo por parte de los integrantes de las cuadrillas de costaleros y visitas masivas a las sedes canónicas de las cofradías, abiertas en líneas generales apenas una media hora después de aprobarse la suspensión de la estación de penitencia.

la soledad

La Franciscana Hermandad de la Santa Cruz en el Monte Calvario y María Santísima en su Soledad tampoco se tuvo que pensar mucho su salida en procesión. Los aguaceros intermitentes desde el mediodía hicieron que la junta de gobierno ni siquiera se planteara solicitar una prórroga. "Es una pena no poder disfrutar del trabajo de todo un año, es un día fastidioso", se lamentó el hermano mayor de la cofradía, Francisco López. Pese al mal tiempo, decenas de devotos se agolparon ante la austera fachada de la parroquia de Santiago para acompañar a la Soledad.

La imagen fue llevada al centro de la iglesia, que permaneció abierta hasta las 23:00, hora en que se preveía el fin del desfile. Los penitentes alumbraron a su titular por turnos durante toda la estación de penitencia. El trasiego de devotos fue continuo durante toda la tarde, pues aunque el mal tiempo impidió que hubiera procesiones, las nubes no barrieron las ganas de Semana Santa y los vecinos del barrio de Santiago se volcaron con su hermandad.

la expiración

Una multitud se agolpaba en Capitulares a las 19:30, hora en que La Expiración debía iniciar su estación de penitencia. Pero los paraguas abiertos auguraban que la última procesión de la tarde tampoco iba a salir. Los pasos del Cristo de la Expiración y de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos fueron puestos con la candelería iluminada a las puertas de San Pablo, donde los devotos pudieron visitarlos. Antes, los hermanos celebraron el rezo del rosario, que en esta ocasión estuvo dedicado a los enfermos de cáncer. En el acto, de hecho, participó la presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), María Luisa Cobos, y la vela más próxima a la Virgen llevaba impresa unas palabras de esperanza para quienes sufren esta enfermedad. Como curiosidades, el palio sólo lució como exornos flores claveles blancos, debido a la imposibilidad de encontrar azahar, como es tradicional. También sorprendieron las calas negras del paso del Cristo.

descendimiento

La cofradía radicada en la parroquia de San José y Espíritu Santo, en el Campo de la Verdad, disponía de una hora para decidir si suspendía o no su procesión, pero sólo llegó a agotar 30 minutos, un tiempo más que suficiente para que los centenares de fieles que se acercaron a esta iglesia se empaparan por la notable mojada que se registraba a esas horas en la ciudad. Durante esa media hora cundían los más variados rumores por los aledaños de la plaza de San Teresa, donde todos buscaban refugio allá donde podían. Algunos costaleros comentaban entre ellos que la cofradía había decidido darse un margen mayor porque la última previsión que les llegó arrojaba un escaso riesgo de precipitaciones entre las 19:00 y las 02:00, momento en el que la cofradía debía estar en el interior del templo. Afortunadamente no salió porque en ese intervalo llegó a llover de manera bastante intensa.

los dolores

La lluvia también sucumbió en Capuchinos y la Señora de Córdoba se quedó sin salir; la última vez que ocurrió fue en 2007. La hermandad de Los Dolores decidió quedarse en la iglesia de San Jacinto a la misma hora que tenía previsto salir. La decisión fue aplaudida en el interior del templo, mientras que en la plaza de Capuchinos el gentío esperaba bajo los paraguas. La cofradía tomó la decisión correcta y con una gran serenidad. Tras tomar la decisión, la hermandad servita rezó la Coronada Dolorosa y a su término el cerca de medio millar de nazarenos fueron pasando por secciones al recinto donde aguardaban el Santísimo Cristo de la Clemencia y la Virgen de Los Dolores. En el interior del local el silencio y la solemnidad de los nazarenos de luto estuvieron más que presentes durante todo el tiempo que fueron pasando. Mucho más, cuando las dos bandas que iban a acompañar a los titulares -la agrupación musical de Nuestro Padre Jesús de la Redención y la banda de música de la Archicofradía de la Expiración, de Málaga- tocaron varias marchas. La hermandad abrió las puertas a los cordobeses una vez que pasaron todos los nazarenos para dejar ver a la Señora de Córdoba y al Cristo de la Clemencia.

santo sepulcro

Tampoco salió el Santo Sepulcro. El riesgo de lluvia era más que elevado para poner en la calle a los titulares de la hermandad. La decisión sorprendió a las cientos de personas que esperaban en la plaza de la Compañía sobre las 19:00 para contemplar el paso de Nuestro Señor Jesucristo del Santo Sepulcro y Nuestra Señora del Desconsuelo en su Soledad.

Con ganas de procesiones, la multitud aguardó con paciencia la más de hora y media que tardó la cofradía en abrir las puertas del templo para poder ver los dos pasos y contemplar el nuevo ropón de muñidor que iba a presentar la hermandad. Y es que, la cofradía celebró un vía crucis en el interior de la parroquia a puerta cerrada y hasta las 20:30 no se pudo entrar.

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