Las cofradías de Córdoba ponen el mejor epílogo a una semana excelsa tras el Magno Vía Crucis

Cofradías

Un total de 11 hermandades han realizado este sábado el traslado de regreso de sus titulares hasta sus respectivos templos

Horario y recorrido de la procesión de la Divina Pastora de las Almas de Córdoba

El Señor del Prendimiento, en el Patio de los Naranjos.
El Señor del Prendimiento, en el Patio de los Naranjos. / Miguel Ángel Salas

El mejor epílogo a una semana excelsa de cofradías y el broche de oro tras el Magno Vía Crucis del pasado sábado. Córdoba disfrutó del traslado de regreso de 11 hermandades a sus respectivos templos. Tras permanecer una semana en el interior de la Santa Iglesia Catedral, Nazareno, Buen Suceso, Redención, Rescatado, Conversión, Angustias, Coronación de Espinas, Prendimiento, Penas, Perdón y Resucitado pusieron el colofón final a la Pasión del Señor en otra jornada para el recuerdo, un día espléndido en el que la Judería cordobesa brilló con luz propia. También destacaron al paso por los Jardines de Vallellano o los de la Merced, el tránsito por la Plaza de las Capuchinas, San Zoilo o San Fernando, momentos únicos que culminaron con los regresos de cada corporación a sus sedes canónicas.

Con el recuerdo muy vivo del Magno Vía Crucis, con el que se conmemoró el 600 aniversario de este rezo en Occidente por el Beato Álvaro de Córdoba, la ciudad vivió una gran jornada cofrade con el regreso de hasta 11 hermandades. La Santa Iglesia Catedral fue el epicentro de todas estas cofradías que pusieron el punto y final a una semana excelsa para las hermandades cordobesas, tanto de la capital como de la provincia -a pesar de que solo el Santo Sepulcro de El Carpio hiciese su vuelta a la Basílica de San Pedro y las otras 11 restantes lo hiciesen de forma privada-.

Con una gran puntualidad, la cruz de guía de la hermandad del Nazareno partió del primer templo de la diócesis. Ante la presencia del vocal de penitencia de la Agrupación de Cofradías, Rafa López, el cortejo de la corporación del Jueves Santo, sin la presencia del capataz Francisco Luis Castaño Sony -destituido tras el Magno Vía Crucis-, fue avanzando por el Patio de los Naranjos con la música de del trío de capilla Ars Sacra de Sevilla. Sobre el paso realizado por Andrés Valverde, Nuestro Padre Jesús Nazareno, una talla anónima del siglo XVI, puso ese punto de solemnidad a esta jornada. Además, fue el primero en pasar por Deanes y Conde y Luque, dos calles claves de la Semana Santa cordobesa antes del traslado de la carrera oficial a la Santa Iglesia Catedral.

Nuestro Padre Jesús Nazareno, a su salida de la Catedral.
Nuestro Padre Jesús Nazareno, a su salida de la Catedral. / Miguel Ángel Salas

Con un minutaje de salida de 20 minutos entre hermandades, la hermandad del Buen Suceso fue la segunda en partir del primer templo de la diócesis ante una gran expectación por parte de todos los presentes. El paso del misterio del Buen Suceso, que contó en esta ocasión con la Banda Monte Calvario de Martos, estrenó para este Magno Vía Crucis las cartelas restantes y la crestería de los costeros, así como la fase completa de talla de los mismos. Antes de llegar a San Andrés, un momento cumbre para esta corporación fue cuando, en presencia de su titular, se bendijo en la calle Hermanos López Diéguez un azulejo conmemorativo.

El Señor del Buen Suceso,  en el Patio de los Naranjos.
El Señor del Buen Suceso, en el Patio de los Naranjos. / Miguel Ángel Salas

Ante una multitud de fieles, devotos y turistas, la hermandad de la Redención, con un cielo plenamente azul, fue la tercera en salir de la Santa Iglesia Catedral. Nuestro Padre Jesús de la Redención, una obra de Miguel Ángel González Jurado, contó con los sones musicales de su propia Agrupación, que tocó marchas como El Día del Señor o La Esperanza de María. Además, a su paso por el Convento de las Capuchinas -madrinas de la bendición de su titular- se vivió un momento íntimo que no se daba desde 2017. Además, la Banda de la Estrella acompañó con sus sones a su titular hasta la Plaza de San Miguel, donde interpretaron Padre junto a la Agrupación Musical de la Redención. Posteriormente, llegó el tránsito por San Zoilo, diez años después de la última vez, o el paso por los Jardines de la Merced antes de entrar a la Huerta de la Reina por la calle Pintor Palomino, zona inédita hasta el momento por una corporación que vivió un gran día junto a su Señor.

El 'Ave María' de Caccini, para el Señor de Córdoba

En una jornada que transitaba con una puntualidad excelsa, la hermandad del Rescatado puso su cruz de guía en el Patio de los Naranjos. Al igual que el Nazareno o el Buen Suceso, la corporación del Domingo de Ramos transitó con el Señor de Córdoba por la Judería cordobesa. Con los sones musicales de la Banda del Cautivo de Málaga, la imagen realizada por Francisco Díaz Pacheco, sobre un tapiz de clavel Sangre de Toro, aportó su particular elegancia en un recorrido de regreso a la iglesia de los Padres de Gracia que estuvo plagado de momentos para el recuerdo, como fue su salida del primer templo de la diócesis por la Puerta del Perdón al son del Ave María de Caccini.

El Nazareno Rescatado, en la Puerta del Perdón.
El Nazareno Rescatado, en la Puerta del Perdón. / Miguel Ángel Salas

Con un largo camino de vuelta, la hermandad de la Conversión fue la siguiente en abandonar el interior del primer templo de la diócesis. El Señor de la Oración y la Caridad, una obra de Pedro Antonio García Velasco de 2017 y acompañado en el paso por Dimas y Gestas, partió desde la Catedral hasta las Electromecánicas. Con Enrique Garrido al frente de la cuadrilla de costaleros, la corporación del Viernes Santo, que contó de nuevo con la Agrupación Musical Santa Cruz de Huelva, transitó por Amador de los Ríos, los Jardines de Vallellano y las calles de Ciudad Jardín antes de llegar a su barrio y a su parroquia del Rosario.

El misterio de la Conversión, en el Patio de los Naranjos.
El misterio de la Conversión, en el Patio de los Naranjos. / Miguel Ángel Salas

Con el sol aún presente, la tarde avanzaba. No olía a azahar, pero el incienso daba ese tono a un día muy cofrade. Tras el Señor de la Conversión, la jornada siguió con Nuestra Señora de las Angustias, la joya de la corona de la Semana Santa cordobesa. El grupo escultórico realizado por Juan de Mesa, que pasó por las estrechas calles de Deanes y Conde y Luque antes de transitar por Santa Marina, estuvo acompañado musicalmente por la Banda de El Saucejo en su trasladado de regreso a la iglesia de San Agustín. Con un elegante caminar, la titular de la corporación del Jueves Santo volvió a lucir como si tratase de un día pleno de Semana Santa.

La Virgen de las Angustias, a su salida de la Catedral.
La Virgen de las Angustias, a su salida de la Catedral. / Miguel Ángel Salas

Tras la Virgen de las Angustias, la hermandad de la Merced puso su cruz de guía en el Patio de los Naranjos. El misterio de la Coronación de Espinas, acompañado musicalmente por la banda de cornetas y tambores de la propia corporación mercedaria, cruzó la Puerta del Perdón ante la presencia de numerosos curiosos que buscaban captar con sus móviles la imagen del Señor saliendo del primer templo de la diócesis antes de adentrarse en la Judería cordobesa. Como si se tratase de un antaño Lunes Santo, el Señor del Zumbacón pasó por San Zoilo, Torres Cabrera e incluso los Jardines de la Merced antes de llegar a la Cuesta de San Cayetano, lugar donde aguardaba Santa Teresa de Jesús, titular de la Archicofradía del Carmen de San Cayetano. Un momento histórico antes de que Nuestro Padre Jesús de la Coronación de Espinas llegase a San Antonio de Padua.

El Señor de la Coronación, en el Patio de los Naranjos.
El Señor de la Coronación, en el Patio de los Naranjos. / Miguel Ángel Salas

Cuando la luz del sol era cada vez más tenue, la hermandad del Prendimiento iniciaba su traslado de regreso junto a su titular hasta el Santuario de María Auxiliadora. Con los sones de la Agrupación Cristo de Gracia, el misterio del Divino Salvador, que lució una amplia variedad floral en tonos salmón y teja a base de rosas, claveles, dahlias, achilleas, verónicas, hortensias, solidagos, sedum, proteas y orquídeas, partió del primer templo de la diócesis con la marcha de La Traición. Al igual que el Señor de la Redención, el titular de la corporación salesiana pasó por Cardenal González y San Fernando antes de avanzar por San Pablo y San Andrés hacia su Santuario, donde miles de devotos esperaban su llegada.

El Cristo de las Penas, en la Puerta del Perdón.
El Cristo de las Penas, en la Puerta del Perdón. / Miguel Ángel Salas

La jornada llegó a su recta final con la salida desde la Catedral del Santísimo Cristo de las Penas, que estuvo de nuevo acompañado por la Agrupación de Los Gitanos de Sevilla. El Crucificado de la corporación del Domingo de Ramos, el vecino más antiguo de la calle Agustín Moreno, también apostó por las estrechas calles de la Judería cordobesa, donde sonaron La Saeta y Orando al Padre. Tuvo además un instante clave a su paso por la Plaza de las Capuchinas, donde hubo un momento de oración ante el monumento del Obispo Osio. Este acto será acompañado musicalmente por Rosa Escobar a la Viola, Juan Antonio Carrillo al violoncello y Javier García a la guitarra. Posteriormente, el cortejo avanzó por la Corredera y San Pedro hasta su entrada en la iglesia de Santiago.

El Señor del Perdón, a la salida de Catedral.
El Señor del Perdón, a la salida de Catedral. / Miguel Ángel Salas

El Señor del Perdón, con túnica blanca

También destacó Nuestro Padre Jesús del Perdón en su traslado de regreso a la iglesia de San Roque. El titular de la corporación del Miércoles Santo, de forma extraordinaria, lució una túnica de terciopelo tornasol blanco y potencias de salida de plata chapada en oro y rubíes de Jesús Iglesias. Además, con motivo del Año Jubilar de la Esperanza, el exorno floral por primera vez en la historia de esta corporación fue también de color blanco. Con los sones de la Banda de Caído y Fuensanta, el Señor del Perdón, con Luis Miguel Carrión Curro al mando de la cuadrilla de costaleros, caminó con firmeza por las calles de la Judería cordobesa hasta llegar a su sede canónica.

El Señor Resucitado, a su salida de la Catedral.
El Señor Resucitado, a su salida de la Catedral. / Miguel Ángel Salas

La guinda a otra jornada histórica para las cofradías cordobesas la puso el Señor Resucitado, que fue el último en partir desde la Santa Iglesia Catedral. Como el pasado Domingo de Resurrección, la imagen realizada por Juan Manuel Miñarro, en la oscuridad de la noche, cruzó la Puerta del Puente y volvió a pasar por las calles de la Judería cordobesa. En esta ocasión, lo hizo con los sones de la Agrupación Musical Santa María Magdalena de Arahal. Al contrario que en Semana Santa, el cortejo transitó por San Zoilo y Torres Cabrera como antaño llegaba a la Plaza de Santa Marina. Ahí se puso el mejor epílogo a una excelsa semana para las hermandades de Córdoba.

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