el cristo de gracía

El Alpargate se rinde a su Crucificado

  • En una salida cargada de emoción, el Esparraguero avanza en su plaza entre las saetas

Expectación máxima. El Alpargate esperaba con ganas a su Crucificado. Su banda, que cumple su décimo aniversario, llegó media hora antes de la salida. El bullicio era total. Había ganas de ver al Señor repartiendo Gracia por las calles de Córdoba. Lo volvió a hacer un año más, el último antes del 400 aniversario, efemérides que celebrará la cofradía en 2018 como se merece.

Con la cruz de guía asomando por la puerta de la iglesia, el portón del local anexo abrió sus puertas para que el Cristo de Gracia, conocido popularmente como el Esparraguero, se reencontrase con sus fieles por las calles de la ciudad. Tras la Marcha Real, la Agrupación Musical Cristo de Gracia, que vive un año muy especial, arrancó su amplio repertorio con la Saeta. Todas las miradas estaban puestas en una imagen que llegó a la iglesia conventual de los trinitarios descalzos en el año 1618. La devoción en el Alpargate es total hacia su Crucificado. Mientras el cortejo avanzaba por la calle María Auxiliadora, las saetas se hicieron su hueco en una abarrotada plaza del Cristo de Gracia. Nadie quería perderse la presencia del Crucificado, que levanta pasiones entre los más pequeños y los más mayores. Poco a poco, la plaza se fue vaciando con el hasta luego del Señor, que puso rumbo a la Catedral por San Lorenzo y San Pedro. Con el esplendor de los sones de su banda, que estrenó varias marchas en su honor, el Cristo de Gracia fue caminando magistralmente por el buen hacer de sus costaleros.

Si la salida fue espectacular, el regreso a casa es difícil de describir. Alegría, lágrimas, emociones dispares por un Crucificado que levanta pasiones entre sus devotos. Cuando pasaban tres horas ya de la medianoche, el Señor llegaba de nuevo a su plaza. Las saetas volvieron a hacerse su hueco entre marcha y marcha. El adiós estaba cercano. Una despedida brillante antes de un año esperado y muy especial para la hermandad.

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