Esta temporada, la epidemia de gripe ha establecido un récord en cuanto al número de casos y duración, y ha presentado un comportamiento sin precedentes al combinarse dos grandes olas de la enfermedad, diferentes cepas y otros virus en circulación. Así, la prevalencia ha sido mayor y más fuerte y sigue latente casi a inicios de la primavera. En su abordaje para tratar sus síntomas, aunque la mayoría de las personas pueden recuperarse de la gripe con descanso y cuidados básicos en casa, en algunos casos puede ser necesario el uso de fármacos para tratarlos. Sin embargo, algunos de estos fármacos pueden tener efectos secundarios significativos que deben ser considerados antes de su uso. ¿Cuáles son los que desarrollan mayores efectos secundarios? Te lo contamos.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que los fármacos para tratar la gripe pueden tener efectos secundarios diferentes en cada persona. Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios graves, mientras que otras pueden no experimentar efectos secundarios en absoluto. Además, su combinación e interacción con otros fármacos es lo que puede hacerlos peligrosos. Por ello, debe informar a su médico sobre cualquier otra medicación que esté tomando para asegurar un tratamiento seguro.
Fármacos con mayores efectos secundarios
- Oseltamivir (comercializado como Tamiflu). Este medicamento se prescribe para reducir la duración y la gravedad de los síntomas de la gripe, incluyendo la fiebre, la tos y el dolor de cabeza. Sin embargo, el oseltamivir puede tener efectos secundarios significativos, incluyendo náuseas, vómitos y dolor de estómago. En casos raros, el oseltamivir puede causar problemas neurológicos, como alucinaciones y convulsiones.
- Zanamivir (comercializado como Relenza). Es un polvo para inhalar que está aprobado para el tratamiento temprano de la influenza en personas de 7 años de edad o más. Sin embargo, su uso no está recomendado para personas con problemas respiratorios como asma o EPOC, ya que puede causar dificultad para respirar, broncoespasmos y tos.
- Acetaminofén: El acetaminofén es un medicamento analgésico y antipirético comúnmente utilizado para tratar el dolor y la fiebre. Los síntomas secundarios más leves son molestias gastrointestinales, como náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. En altas dosis puede causar toxicidad hepática,
- Ibuprofeno: El ibuprofeno es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que se usa comúnmente para aliviar el dolor, reducir la fiebre y reducir la inflamación. Sin embargo, en los últimos tiempos, su ingesta excesiva está provocando que se le relacionen cada vez más efectos adversos. Entre ellos, los más destacados son problemas cardiovasculares, daño gastrointestinal, daño de la función renal o reacciones alérgicas, entre otros.
Además de los efectos secundarios mencionados anteriormente, los fármacos para tratar la gripe también pueden aumentar el riesgo de desarrollar resistencia viral. Cuando se usan repetidamente, los virus pueden mutar y volverse resistentes a los medicamentos, lo que hace que el tratamiento sea menos efectivo. Por lo tanto, los médicos a menudo recomiendan el uso de estos fármacos solo en casos graves de gripe y durante un período limitado de tiempo.
Recuerda que para combatir la gripe lo más afectivo, en la mayoría de casos, es descansar, beber abundantes líquidos, evitar el ejercicio intenso, usar humidificadores para limpiar el ambiente, usar vapor o tomar sopas calientes.
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