Una tarde llena de respetuosos silencios

Los vecinos de Carcabuey cerraban ayer filas en torno a los familiares de Paulina sin apenas querer comentar nada de lo que había ocurrido el día de antes, cuando, presuntamente, esta octagenaria mujer había perdido la vida a manos del que había sido su marido desde hace 50 años. Nadie quería hacer ningún tipo de declaración. El silencio era total.

"La familia está muy cansada y todo esto ha sido muy extraño". Esa era la frase más pronunciada por los carcabulenses a los diferentes medios de comunicación que se querían hacer eco de la triste noticia que ha azotado a una tranquila localidad de la Subbtica, que apenas llega a los 3.000 habitantes. De esta manera trataban también de evitar el contacto de la familia con los medios.

La mayoría de los vecinos no quiso faltar al último adiós de Paulina en la iglesia parroquial de La Asunción y según indicaron fuentes cercanas a la familia, "la gente no ha dejado en todo el día de visitar el tanatorio-crematorio" de la localidad carcabulense para demostrarle a los seres queridos de la mujer que no estaban sólos en su dolor.

No obstante, lo extraño para muchos del suceso propició más de un comentario en corrillos de los que se pudo cotejar que existe una tónica en la opinión de los vecinos y es que ninguno de ellos lo quiere calificar como violencia machista porque justifican que el marido actuó desesperado a causa de la grave enfermedad que padecía la mujer en un intento de aliviar su sufrimiento. De hecho, el coche fúnebre llevaba una corona de flores en uno de sus costados que rezaba un sorpresivo "recuerdo de tu esposo".

Tras el sepelio, los vecinos quisieron acompañar al cuerpo sin vida de Paulina hasta el cementerio municipal y ahora intentan olvidar el suceso acaecido en la localidad si bien su vecina fallecida estará muy presente en su mente para siempre.