Subbética

La Santería de Lucena da un nuevo paso para su inscripción como Bien de Interés Cultural

La Virgen de Araceli, en su bajada a Lucena.

La Virgen de Araceli, en su bajada a Lucena. / Juan Ayala

El delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Eduardo Lucena, ha comunicado al alcalde de Lucena, Aurelio Fernández, durante una visita de trabajo al ayuntamiento lucentino, la decisión de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de respaldar la propuesta de inscripción como Bien de Interés Cultural, de la Actividad de Interés Etnológico, de la Santería de Lucena.

El órgano colegiado, que ha analizado este expediente impulsado desde el Consistorio, ha destacado en su informe la constatación de la santería como aportación genuina del asociacionismo en el contexto de los rituales festivo-religiosos de Andalucía, su importancia en la ciudad de Lucena como elemento articulador de la sociedad y su valor para la expresión de la identidad local, trascendiendo el hecho religioso.

Dicho informe revela que la santería es una arraigada expresión cultural con significativos valores patrimoniales en el conjunto de los rituales festivos de Andalucía. Se trata de una forma asociativa singular y un modo de portar las imágenes sagradas con unas maneras propias y unos elementos que la identifican.

Como institución social, articula y vertebra a la sociedad local, trascendiendo el ámbito asociativo y religioso de las cofradías y, aunque su principal manifestación se desarrolla en la Semana Santa, es preciso subrayar que no se reduce a ella, sino que abarca diferentes contextos rituales a lo largo del ciclo festivo lucentino (Fiestas Aracelitanas, procesiones de gloria y procesiones de santos). “Su presencia en las calles de Lucena, por tanto, es frecuente, impregnando a la ciudad y como fenómeno sociocultural abarca múltiples dimensiones (social, estética, económica, religiosa, identitaria) que comprenden un todo, marcando la historia de vida de las personas que participan en ella”, recoge el documento.

Continúa el informe del órgano provincial que para sus protagonistas directos, los santeros, la actividad es especialmente vivida y sentida de manera grupal e individual. Se tiene la percepción muy arraigada de que la santería constituye un mundo aparte de las cofradías, con rituales propios y normas sociales no escritas, implícitas en la actividad, que vertebran el comportamiento del santero en el trono y las juntas. Como todo proceso social, articula y expresa las relaciones sociales, al mismo tiempo que iguala a las personas bajo una misma condición: ser santero. Para la mayor parte de los santeros, la actividad conjuga varios valores: amistad, familia, y afición.

“El prestigio social que la santería tiene en la sociedad de Lucena se expresa en la concepción mítica de la figura del santero y la manifestación de la actividad a lo largo de toda una vida. Para todo lucentino, aunque haya santeado una sola vez, santear es un orgullo”, aparece en el documento.

Si bien se trata de un fenómeno que ha sido estudiado, el conocimiento que se posee hoy de él es parcial y disperso, focalizado sobre todo en el estudio de la santería en la Semana Santa. Esta imagen es también la que se da de la actividad fuera de la localidad, desconociéndose fuera de Lucena el valor holístico que la santería tiene en todos los contextos rituales en los que se procesionan imágenes sagradas. Bien es verdad, que la santería no se entiende sin Semana Santa, pero también abarca las Fiestas Aracelitanas y otras fiestas religiosas en las que se santea. Desde este punto de vista, hay que decir que la imagen que se proyecta de la santería a veces es parcial. En santería, el manijero no es el capataz de un paso, es un santero más que va en una esquina es bajo un varal; y los lugares donde se celebran las juntas no son casas de hermandad, por poner algunos ejemplos.

Eduardo Lucena y Aurelio Fernández, durante su encuentro en el Ayuntamiento de Lucena. Eduardo Lucena y Aurelio Fernández, durante su encuentro en el Ayuntamiento de Lucena.

Eduardo Lucena y Aurelio Fernández, durante su encuentro en el Ayuntamiento de Lucena. / El Día

La santería de Lucena, ha concluido la Comisión de Patrimonio Histórico, es una manifestación cultural asociativa y plástica cuyos valores residen en su carácter vivo, participativo y dinámico. Se trata de una expresión que aúna una forma asociativa singular, un proceso ritual con sus actos, y unas técnicas para portar las imágenes procesionales con un código estético propio, producto de su evolución a lo largo de la historia. Constituye una expresión inmaterial cuyos valores se ponen de manifiesto en la participación y ejecución en diversos contextos rituales.

Conocida la resolución de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, el alcalde de Lucena ha querido expresar su “satisfacción por dar un paso más en este proceso que se inició hace más de un año”, agradeciendo a la Junta de Andalucía y, especialmente a la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte, “su especial implicación para la consecución de la declaración”.

“La inscripción como Bien de Interés Cultural de la Santería de Lucena –ha manifestado Aurelio Fernández—, supone un reconocimiento a la mayor y más arraigada tradición de esta ciudad y confirma la apuesta del Ayuntamiento de Lucena por proteger, difundir y poner en valor el rico patrimonio cultural lucentino que, en definitiva, beneficia a la proyección exterior de la localidad”.

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