palma del río

La integración social como reto

  • Tres calles de la barriada del V Centenario están incluidas en el Programa de Zonas de Transformación, en las que se van a invertir 1,6 millones de euros

La barriada del V Centenario de Palma del Río está configurada por más de una treinta de edificios e infraestructuras como un supermercado, una residencia de mayores, el parque infantil, el Espacio Joven Creativo de Formación y Ocio, además de ser el enclave donde se levantará la futura Biblioteca Municipal -ahora en proyecto-. Una zona amplia dividida básicamente en dos grandes manzanas de edificaciones, con sus plazas correspondientes en el centro de las construcciones; en uno de estos apartados, se encuentran tres calles incluidas en el Programa de Zonas en Transformación Social Barriadas que se ha venido desarrollando para mejorar la integración de sus vecinos. A partir de los próximos meses se pondrá en marcha un nuevo plan de intervención bajo una subvención de 1,6 millones de euros por parte de la Consejería de Igualdad y Política Social -cofinanciados con fondos europeos-. "Esto se hace para intentar que esa zona se integre en lo que es la marcha normal desde el punto social y económico del pueblo", adelanta el concejal de Bienestar Social, Antonio Navarro (PSOE). En concreto, las actuaciones se llevarán a cabo en un edificio de la calle Guatemala, en la calle Uruguay y tres bloques de vecinos de calle Venezuela. En la localidad se beneficiarán 190 viviendas de estas acciones para zonas desfavorecidas, 165 de ellas corresponden a este barrio.

En uno de los bloques de viviendas de la calle Uruguay está constituida la asociación de inquilinos Genovena. Su presidente, Tomás Guarino, reside en el barrio desde que se construyó en 2002. Por eso, resalta en todo momento que "hay muy buena gente trabajadora" y expresa una opinión favorable de sus vecinos: "El barrio está tranquilo, hay que dedicarle tiempo y trabajar con la gente, hay que apoyarla tanto en el trabajo como en la parte social", comenta. Desde su punto de vista, lo que ocurre es que "somos personas muy diferentes en un mismo bloque y sin ningún tipo de cultura de comunidad; eso hace que sea difícil la convivencia. Si no se trabaja y no se enseña cómo se convive en un edificio de apartamentos es muy complicado poder vivir bien", reflexiona.

Las actuaciones se van a llevar en bloques en las vías Guatemala, Uruguay y VenezuelaLos trabajadores sociales reconocen el escaso nivel de empleo y la falta de formación

Al pasear por alguna de estas arterias, el viandante puede encontrase alguna bicicleta abandonada en mitad del parterre, la ausencia de timbres electrónicos en el portal debido a que fueron arrancados o los buzones rotos; sin embargo, los servicios -como el de Correos o la limpieza- se siguen prestando. "Las personas que están atendiendo el barrio no pueden hacer más de lo que están haciendo, no son educadores sociales y por consiguiente no pueden dar más de lo que están dando. Hacen falta educadores sociales que estén permanentemente el día entero con la gente, que estén trabajando, enseñándole a la gente cómo convivir", reclama Guarino. Aun así, reitera que las conductas incívicas no son culpa de los vecinos sino, más bien, suponen el resultado de cierta falta de oportunidad a la hora de recibir una cultura de convivencia. A su vez, el presidente de este colectivo vecinal sostiene que no ve carencias en el lugar, pero sí habla de "mejorar lo que ya está" dado que "tenemos unas viviendas hermosas, tenemos un bloque hermoso". Sobre la vida de las personas de este vecindario, narra cómo "en este barrio no hay día de asuntos propios, no hay vacaciones, no hay verano, no hay invierno. Todos los días son iguales, todos los días la gente sufre lo mismo y vive lo mismo", como defiende.

La educadora y trabajadora social, Jovanka Reyes, conoce de cerca las características de esta zona debido a su trabajo con menores -en actividades de apoyo escolar, talleres o deportes- y mujeres-. "La realidad es cruda porque, aparte de que son personas en situación de riesgo de exclusión social y esto ya lo estigmatiza mucho con respecto al resto de la población, son personas que tienen bajo recursos", detalla. "El nivel de empleo suele ser bajo y la gente que trabaja no lo hace en las mejores condiciones; esto viene derivado de la falta de formación y es algo que hay que reforzar mucho, sobre todo en los menores", apunta.

El pasado año se produjeron una treintena de casos de absentismo escolar en Palma del Río, veinte de ellos fueron de jóvenes de la barriada, según los datos que maneja la asociación Aunar, uno de los agentes de la Comisión Municipal de Absentismo. Unas circunstancias que se produce en los cursos de Educación Secundaria.

Para cambiar la forma de vida y alcanzar la integración, Reyes se decanta por los planes de empleo y actividades dirigidas a toda la población pero sobre todo a mujeres y niños: "Las mujeres son una parte olvidada dentro de estas zonas", lamenta. A pesar de que, en ciertas ocasiones, se han producido operaciones policiales en alguno de estos pisos, esta profesional recuerda que "el barrio no es tan malo como lo pintan" e incluso "existen familias que se implican, tienen ganas de avanzar y tirar adelante".

La cuantía económica de este nuevo plan que arrancará en noviembre servirá exclusivamente para contratación laboral de nueve personas -un psicólogo, dos trabajadores sociales, cuatro educadores, un mediador y un animador sociocultural-. Unos profesionales que se encargarán de desarrollar los cuatro ejes fundamentales de esta iniciativa: desarrollo económico, cohesión social, mejora del hábitat y la convivencia, así como la mejora de la imagen. Todo ello mediante programas de empleo o talleres del Ayuntamiento, la reducción de la brecha digital, el incremento de equipamiento deportivos o el apoyo al tejido asociativos, entre otros.

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