Entrevista al candidato del PP a la Alcaldía de Montilla

Federico Cabello de Alba: "Montilla necesita políticas que sirvan de torniquete y eviten una sangría"

El candidato del PP a la Alcaldía de Montilla, Federico Cabello de Alba.

El candidato del PP a la Alcaldía de Montilla, Federico Cabello de Alba. / Robles

Federico Cabello de Alba (Montilla, 1957) regresa a la política activa con el objetivo de revalidar la Alcaldía de Montilla, donde gobernó un mandato y venció en unas segundas elecciones. El regreso del excomisario ha supuesto una sorpresa en todo el PP cordobés, que siempre lo ha reivindicado.

-¿Por qué quiere volver a ser alcalde de Montilla?

-Como montillano muchos años ausente, siempre he tenido una querencia hacia mi pueblo, y siempre he dicho que cuando me jubilara viviría aquí. Ahora que ha llegado ese momento y que vuelvo a tener tiempo, y pensando sobre todo en las cosas que nos quedaron pendientes en ese segundo mandato que ganamos pese a que no pudimos gobernar, y viendo el declive que vive Montilla en comercio, trabajo o turismo, me apetecía muchísimo acabar esa labor. Antes de jubilarme de manera definitiva, quiero hacer por mi pueblo algo que de verdad sea beneficioso. 

-Mucha gente se lo preguntará, ¿dónde ha estado durante este tiempo?

-Esto se ha dicho por activa y por pasiva. Cuando ganamos el segundo mandato pero no pudimos gobernar por el pacto legítimo entre IU y el PSOE, la situación jurídica en la que yo me encontraba, que era Servicios Especiales, revirtió. Es decir, cuando dejas el cargo debes incorporarte a tu trabajo, y el problema es que el trabajo de policía, por ley, es incompatible con la política. Y, por tanto, al regresar a mi trabajo no solo tuve que entregar mi acta de concejal, sino que tuve que darme de baja del partido. El Gobierno de España me destinó a Colombia como consejero de Interior para coordinar los servicios que allí desarrollan los policías y guardias civiles, centrados en evitar en origen el crimen transnacional que existe entre América y Europa y que tiene un puente natural entre Colombia y España. Estuve destinado cinco años, y luego un año más en la Dirección General de la Policía en Madrid hasta que el pasado noviembre me jubilé. 

-Y, de pronto, un fin de semana desayunamos con la foto del regreso del exalcalde con un evidente cambio que ha sido muy comentado...

-Sinceramente, yo tenía cerrado el capítulo del ejercicio de la política y me reincorporé absolutamente a mi trabajo. A la vuelta, y en vista a mi inminente jubilación, los compañeros tanto de Córdoba como de Sevilla y los de Montilla empezaron a pedirme que me reincorporara porque todavía había muchas cosas que hacer. Y tuvieron una enorme eficacia en su poder de seducción... Esa ha sido la verdad. Y lo del cambio físico me ha extrañado... En realidad el único cambio es que en Colombia, por cuestiones de operatividad, decidí raparme. Y parece, según dice la gente, que estoy más joven. Pero no, tengo la certeza de que estoy más viejo. 

-¿Cómo se ha encontrado Montilla a su regreso a la política?

-Montilla siempre es un pueblo encantador. Pero, tristemente, me he encontrado con una ciudad menos enfocada hacia el futuro que lo que estaba cuando me fui. Posiblemente hayan influido la pandemia, las políticas que se han hecho, la situación económica... Pero es evidente que hasta hace unos años Montilla era una referencia clarísima para el conjunto de la Campiña cordobesa y estaba a la cabeza de perspectiva de crecimiento. Ahora ha perdido competitividad respecto a los pueblos de alrededor. Y eso que Montilla reúne todas las características que se necesitan para salir adelante. Tenemos una situación geográfica envidiable, unas comunicaciones extraordinarias, estamos muy cerca de Córdoba y podemos aprovechar el reflujo de mucha actividad económica y contamos con una serie de pueblos alrededor que siempre han tenido a Montilla como referente. Todo eso se ha venido abajo. Para saber cuál es la situación económica y social del municipio, bastan los cinco minutos que tardas en dar un paseo desde el Ayuntamiento hasta la plaza de la Rosa. Y si te entretienes en contar locales vacíos, es más duro todavía. Esta es una etapa en la que se han hecho muchas obras con ayudas de la Unión Europea, pero Montilla está muy necesitada de hacer políticas que la doten de contenido y la vuelvan a hacer atractiva. Incluso hay que conseguir que la gente de aquí no se vaya afuera a comprar. En esta precampaña estamos teniendo la oportunidad de hablar con todo el mundo y con todos los colectivos, y son muchos los que han venido a nosotros para compartir sus preocupaciones. En ese momento te das cuenta de que la visión que yo tengo es muy compartida. 

-¿Cuáles son sus propuestas?

-La clave es evitar entre todos que la situación que sufre Montilla se cronifique y que vaya a más. Y por tanto tenemos que hacer políticas que sirvan de torniquete y eviten la sangría. Hay autónomos y empresas pequeñas que no solo no están abriendo en Montilla, sino que están cerrando aquí para marcharse a La Rambla, Aguilar de la Frontera, Puente Genil o Lucena. Y eso se hace únicamente con políticas claramente de ayuda. Estoy diciéndole a mis paisanos que esto es una labor de todos, y el PP ha querido dar ejemplo en ese sentido con una lista en la que el 50% de las personas no son afiliados; hemos buscado a gente comprometida que ha demostrado que es digna de la confianza de estar en el Ayuntamiento, para demostrar que el PP quiere liderar un movimiento de toda la ciudad. Me comprometo a, pasada la campaña electoral, propiciar que los partidos políticos también estemos unidos. Si yo estoy en la oposición porque los montillanos lo deciden así, a quien le toque gobernar tiene que saber que no va a encontrarse con una oposición por la oposición, sino que estaremos siempre a disposición para que salgan los grandes temas. Ese es un compromiso fijo, serio, y que de alguna manera intentaré exigir al resto de los partidos en el caso de que sea yo quien gobierne. Para eso, queremos que haya órganos de representación como el consejo local del comercio, de donde salgan los proyectos y las ideas, de forma que cuando llegue al Pleno una gran iniciativa tenga menos posibilidades de encontrar una oposición. Si conseguimos en los próximos cuatro años que ciudadanos, Ayuntamiento y partidos vayamos a una, estoy convencido de que Montilla experimentará un cambio importantísimo para volver a convertirse en un punto de referencia.

-Ha hablado sobre todo de su hipotético papel en la oposición, ¿el PP no sale a ganar?

-El PP sale a gobernar sin lugar a dudas, porque yo sé que ganar no es sinónimo de gobernar. Mi candidatura está convencida de que el proyecto es factible y tenemos que convencer a los vecinos de que es el proyecto más conveniente. La alternancia en democracia, además, significa impulso. Y Montilla lleva ocho años con el mismo gobierno, cuatro de ellos con mayoría absoluta, y ha tenido posibilidad de hacer muchísimas cosas.

Federico Cabello de Alba, en la plaza de la Rosa de Montilla. Federico Cabello de Alba, en la plaza de la Rosa de Montilla.

Federico Cabello de Alba, en la plaza de la Rosa de Montilla. / Robles

-¿Está agotado el proyecto de Rafael Llamas?

-En mi opinión, sí. Ha sido un proyecto excesivamente volcado en la obra pública, y se ha olvidado de la política de los contenidos. En cualquier caso, si entendemos que la política es el arte de hacer las cosas posibles, tú mides el acierto de un equipo por la evolución de la ciudad. Si hablamos de que Montilla está en declive, eso quiere decir que las políticas económicas no han sido acertadas.

-¿Cuál sería la primera medida que tomaría si regresa a la Alcaldía?

-La primera medida es muy simple: al día siguiente, la Corredera estaría abierta al tráfico. La inmensa mayoría entiende que cerrar el tráfico fue una medida equivocada que se hizo para revitalizar el centro comercial abierto, que era una parte importante del Producto Interior Bruto (PIB) de la localidad, pero el resultado fue el contrario. No hay una sola excepción dentro del sector comercial que no me lo diga.

-Participó en la manifestación de la plataforma Por un Aire Limpio contra las molestias de la orujera de Espejo y, al mismo tiempo, la Junta de Andalucía negaba tales molestias, ¿cuál es el posicionamiento del PP sobre este asunto?

-No hay mucha diferencia entre el posicionamiento nuestro y el del delegado de Medio Ambiente. Y, además, tenemos una absoluta sintonía con la reivindicación de la plataforma Por un Aire Limpio, que entiende que la orujera debe seguir ahí aunque le hubiera gustado en otras condiciones. Y a esto se une que, en el periodo de alegaciones, el Ayuntamiento no lo hizo. Coincidimos al 100% con la plataforma en que hay que minimizar los efectos molestos, es decir, el humo y los malos olores. La solución sería la instalación de unos filtros húmedos que minimicen estas emisiones. Existe ya una directiva europea que los aconseja, pero aún no se ha trasladado a la normativa. La plataforma, además, está en contacto con la cooperativa a la que pertenece la orujera para acelerarlo al máximo. Por eso participamos en la manifestación. 

-¿Ha renunciado Montilla a completar la ronda norte de circunvalación?

-No, Montilla no ha renunciado, y yo menos que nadie. Lo que tenemos es intentar conseguir mayorías suficientes en el Ayuntamiento para encontrar la fórmula, que pasaría forzosamente por un cambio del PGOU. Actualmente estamos utilizando nuestra calle principal como centro comercial abierto espectacular, con unas posibilidades enormes, y como único acceso viable y rápido. No se ha avanzado nada. Nosotros lo intentamos, pero gobernábamos con ocho concejales de 21, y se necesitaban acuerdos que entonces no se obtuvieron. En este mandato de mayoría absoluta se ha perdido una oportunidad importante.

-El PP de Montilla ha pasado por una crisis importante, ¿cuál es la salud actual del partido?

-Afortunadamente, goza de una salud impecable, y sobre todo es buena la salud de los afiliados y los simpatizantes. Es verdad que se ha pasado por una situación muy complicada, pero el partido ha demostrado que es capaz de resistir. Y, para mí, tanto los que salieron como los que se han quedado son personas muy valiosas, por lo que no renuncio a que con el tiempo y cuando las heridas cicatricen volvamos a estar todos juntos. Me siento absolutamente arropado.

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