La DO Montilla-Moriles podrá comercializar el vino fino con 14 grados de alcohol

Enología

El beneplácito de la Unión Europea era el último paso para un proceso que permitirá acercarse a los gustos del mercado

La Cata del Vino vuelve a Córdoba el próximo 24 de abril con un modelo renovado

Un hombre sostiene una copa de vino de Montilla-Moriles.
Un hombre sostiene una copa de vino de Montilla-Moriles. / Rafa Alcaide / Efe
Á. Espejo / C. López

10 de febrero 2025 - 06:59

Montilla / Moriles/Los vinos de crianza biológica de la Denominación de Origen Montilla-Moriles –también la de Jerez– ya cuenta con el beneplácito de la Unión Europea para su comercialización con 14 grados de alcohol, por debajo de los 15 que la normativa exigía hasta la fecha de forma general, con una excepción que permitía la venta del fino con 14,5 en la DO cordobesa. Este era el último paso para dar forma a un proceso que arrancó hace más de 15 años y que permitirá a ambos marcos intentar acercarse a los gustos del mercado actual sin variar las condiciones organolépticas del producto.

La aprobación hace unas semanas por parte de Bruselas refuerza de manera definitiva la regulación previa que la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Agua, Pesca y Desarrollo Rural, impulsó a mediados de 2023. Entonces, el Ejecutivo andaluz aprobó una orden para la mejora de la caracterización de los vinos más tradicionales, basada en un acuerdo alcanzado por los consejos reguladores de Montilla-Moriles, Condado de Huelva, Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Málaga y Lebrija.

Entre los puntos clave del entente estaba permitir que los finos con 14 grados puedan ser amparados, teniendo en cuenta que hasta la fecha el límite estaba en 15 grados (14,5 en el Marco de Montilla-Moriles). Esa nueva caracterización fue remitida al Gobierno central, que a su vez solicitó la actualización a la Comision Europea, un visto bueno que ha llegado ahora.

Una vez aprobado a nivel comunitario, las novedades se incluirán en los pliegos de condiciones de las denominaciones vínicas implicadas; la de Montilla-Moriles ya lo aprobó en pleno, si bien ahora tendrá que ejecutar la modificación pertinente para su posterior aplicación una vez se publique el texto legal en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).

Un estudio de tres años de Innofino

El visto bueno de la Unión Europea se anticipa así a la culminación del estudio que lleva a cabo desde hace tres años el Grupo Operativo Innofino con la participación de los consejos reguladores de Montilla-Moriles y Jerez, así como de investigadores de las universidades de Córdoba y Cádiz en colaboración con algunas bodegas, a fin de demostrar la viabilidad de la reducción del grado alcohólico al 14% de su contenido sin menoscabo de la calidad y las propiedades organolépticas de los vinos.

Detrás del encabezado –añadido de alcohol vínico– de finos hasta 15 grados para su embotellado había una cuestión histórica de índole enológica, la de mejorar la estabilidad de los vinos para su embotellado, ya superada gracias a los avances tecnológicos de las últimas décadas. De hecho, hace unas décadas, los finos alcanzaban los 17 grados; luego bajaron a 15 y, actualmente, en la DO Montilla-Moriles, se amparan los que tienen 14,5 grados como mínimo.

La otra razón, de ámbito regulatorio y a la que ahora se da carpetazo, era su categorización como vinos de licor en la normativa comunitaria, que establecía la obligatoriedad de alcanzar un mínimo de 15 grados para la salida al mercado de los vinos amparados por las DO Montilla-Moriles y Jerez, a los que recientemente se unieron en otra modificación de la UE vinos del Condado de Huelva y Málaga.

Acercarse a nuevos consumidores

El director gerente de la DO Montilla-Moriles, Enrique Garrido, ya explicó tras el primer paso dado por la Junta con su orden en 2023 que la rebaja supondrá para los productores una fiscalidad más ventajosa, al mismo tiempo que les ayudará a “alinearse con los gustos actutales del mercado”, que prefieren vinos con menos graduación. Respecto a los consumidores, “no notarán este cambio”, pues la calidad seguirá siendo “exactamente la misma”, y tampoco variarán las condiciones organolépticas del producto. Es por todas esas ventajas que el pleno del consejo regulador había dado luz verde ya la inclusión en el pliego de condiciones tras el visto bueno de Bruselas.

Esta decisión, sin embargo, ha cogido “por sorpresa” a los responsables del sector en el Marco de Jerez, explica César Saldaña, presidente del Consejo Regulador, que ahora deberá someter a decisión del pleno de la institución si inician el trámite para solicitar la modificación del pliego de condiciones para adaptarse a la nueva normativa, que daría cauce de legalidad a la comercialización del fino con 14 grados, o si esperan a tener las conclusiones de Innofino el próximo mes de junio para dar el paso.

Algunas organizaciones se pronunciaron en la última sesión plenaria a favor de adelantarse a los resultados del ensayo. El Consejo considera, sin embargo, que lo lógico sería esperar a su finalización que, precisamente, se pusieron en marcha para avalar esta reivindicación de las denominaciones de origen cordobesa y jerezana –en los años 90 ya se aprobó una reducción desde los 15,5 grados que regían entonces, mientras que la bajada a 14 grados se planteó en 2008–, que permite acercar estos vinos a los gustos de los consumidores, que tienden en la actualidad al consumo de vinos más naturales y de menos graduación alcohólica.

Al margen del ahorro de costes que implica para las bodegas no tener que fortificar los vinos hasta 15 grados para reponer el alcohol del que se nutre el velo de flor durante el proceso de crianza biológica, el interés sectorial en acelerar el proceso responde también a cuestiones fiscales, ya que paliaría, en parte, la subida de impuestos en Reino Unido, que penaliza sobre todo a los vinos con mayor graduación alcohólica.

stats