Promover y mejorar la ganadería en el ámbito provincial como instrumento de desarrollo del sector agrario y de mejora de la economía rural fueron los objetivos por los que se puso en marcha hace ahora medio siglo el conocido entonces como Centro de Fomento Pecuario y actual Centro Agropecuario Provincial de la Diputación. En los años 60 del pasado siglo su trabajo se centró en el ámbito exclusivamente pecuario dada las condiciones económicas de entonces de Córdoba. Es lo que relata el actual responsable de estas instalaciones, Antonio Jiménez, quien señala a el Día que para su desarrollo se estableció una colaboración entre la Diputación y la Dirección General de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura "para promover la expansión y mejora ganadera en nuestra provincia, creando para ello, en el contexto del Centro de Fomento Pecuario, un centro de recepción y distribución de semen congelado para inseminación artificial ganadera, así como el servicio de mejora y expansión de la cabaña". En dicha colaboración, continúa, la Dirección General de la Producción Agraria aportaba el depósito de sementales selectos de distintas razas de vacuno, ovino y porcino, mientras que la Diputación asumía la organización y funcionamiento del centro, alimentación ganadera y personal". Así, Jiménez recuerda que "en definitiva, se trataba de mejorar la calidad genética y productiva de la cabaña ganadera de la provincia como estrategia de desarrollo del sector agrario mediante la introducción en las explotaciones de animales selectos y la aplicación de nuevas técnicas reproductivas". En concreto, la institución provincial acordó en Pleno la puesta en marcha de este espacio en 1966, aunque no fue hasta abril de 1968 cuando realmente empezó a funcionar.

A medida que fue pasando el tiempo, junto a la propia evolución del sector, el centro amplió sus servicios y comenzó a colaborar con la Universidad de Córdoba, a través de la Facultad de Veterinaria, así como con diversas entidades y asociaciones del sector. El reto, anota Jiménez, era y es "desarrollar actuaciones de investigación en el ámbito ganadero y propiciar la formación y cualificación de los técnicos, todo ello con el objetivo final de mejorar el sector pecuario de nuestra provincia". Así, insiste en que "el origen y justificación del Centro de Fomento Pecuario hace ya 50 años estaba enfocado al ámbito ganadero como consecuencia de la situación de finales de la década de los 60". Sin embargo, ante el transcurso del tiempo y el cambio de las circunstancias sociales y económicas, la actividad y las líneas de actuación del Centro Agropecuario se han ampliado y diversificado de forma considerable para adaptarse a las demandas actuales de los municipios. Con ello, anota que ahora el Centro Agropecuario Provincial se ha convertido en el departamento de la Diputación a través del que se canalizan las actuaciones de la institución provincial en materias como agricultura, ganadería, jardinería-viverismo, formación agropecuaria y promoción agroalimentaria, "propiciando de esta forma la mejora del sector agrario provincial y el embellecimiento de las zonas verdes de nuestros municipios".

La variedad de servicios que ofrece este centro, ubicado en la carretera de Alcolea -en la capital cordobesa-, es de suma importancia para la provincia y para el sector agropecuario. Se trata de unas actuaciones que, además, se han ido adaptando a las necesidades del propio sector. Una de ellas, según anota Jiménez, es la "diversificación productiva agrícola", a través de la que se fomenta el uso variado de cultivos, con variedades hortícolas locales o experiencias de cultivo. La mejora de la cualificación agraria provincial con la formación agraria es otra de las actuaciones que se desarrollan en el centro. Para ello, según expone su responsable, la Diputación colabora con distintas entidades y asociaciones del sector agrario provincial para la difusión y formación agraria. Pero aún hay más, porque, Jiménez -que es ingeniero agrónomo y jefe de departamento- destaca que "igualmente, apostamos por la Formación Profesional Agraria reglada", y prueba de ello es que ofertan enseñanzas de formación profesional específica, con grados superiores y medios de la familia profesional agraria en las instalaciones del centro. Son los alumnos del instituto Galileo Galilei, de la capital, los que realizan prácticas en sus dependencias.

Las instalaciones, además, cuentan con un laboratorio de reproducción asistida animal. Según Jiménez, es un laboratorio de servicio en inseminación artificial de pequeños rumiantes destinado a los ganaderos de la provincia "para la mejora genética y productiva de nuestras explotaciones ganaderas: razas ovinas (Fleischaf, Merino y Lacaune) y razas caprinas (Murciano-Granadina y Florida)"; un servicio este que lleva una década en marcha. A todo se suma un depósito de sementales de ganado porcino, que es un "centro de elaboración y distribución de dosis seminales para contribuir al desarrollo del sector porcino de la provincia", añade.

La mejora y conservación de las razas aviares es otra de las líneas de actuaciones del centro. Se trata de un área en la que se trabaja en el desarrollo de programas de conservación y mejora genética de las razas aviares autóctonas andaluzas (Utrerana, Andaluza Azul, Moñuda, Sureña), así como difusión del patrimonio avícola andaluz en los municipios de la provincia, con la organización de jornadas técnicas, expositores en las ferias ganaderas locales, organización de la Feria Avicor. Dada la importancia de la ganadera en la economía de Córdoba, el centro también desarrolla una línea de innovación en este sector y la diversificación productiva.

Con todo ello, Jiménez insiste en destacar que "el proceso de cambio y adaptación de actividad del inicialmente Centro de Fomento Pecuario al actual Centro Agropecuario Provincial ha sido considerable en estos 50 años, consecuencia de los cambios socio-económicos en nuestro medio rural y, por tanto, de las demandas de los municipios hacia la Diputación en materia agropecuaria". Y es que en este medio siglo de vida "se ha incrementado y diversificado claramente la actividad desarrollada hasta llegar a la situación actual", subraya. Este aumento de la actividad ha conllevado de manera pareja una adaptación en las instalaciones, maquinaria y, "por supuesto, en personal al servicio del Centro Agropecuario, tanto personal operario propio de la actividad agraria como personal técnico y administrativo, todo ello con el soporte de las fincas agrícolas propiedad de la Diputación que permiten la actividad", indica. El centro cuenta para el desarrollo de todas estas actuaciones con la finca Las Barrancas, donde se encuentra la sede administrativa del departamento, y la finca de agricultura ecológica El Aguilarejo; ambas ocupan una superficie superior a las 50 hectáreas entre superficie de cultivo e instalaciones agrícolas y ganaderas.

El delegado de Agricultura y Caminos Rurales de la institución provincial, Francisco Ángel Sánchez, comparte estos argumentos con Jiménez y subraya los servicios que ofrece este espacio, del que reconoce que es "un gran desconocido", a pesar de todo el tiempo que ha transcurrido desde que se puso en marcha. Sánchez alude también a la evolución del centro en estas cinco décadas de trabajo y subraya el trabajo del vivero del que dispone, en el que hay 40.000 plantas, valoradas en algo más de 400.000 euros. Se trata de un espacio desde el que se surten los ayuntamientos que así lo necesiten. Y es que desde el centro agropecuario se distribuyen las plantas a los ayuntamientos que lo necesiten para sus parques y jardines, pero también "incluso para una glorieta", apunta. El diputado de IU destaca, por ejemplo, que las plantas que se suministran "tienen dos años" de vida. También destaca la labor de conservación de semillas que se lleva a cabo en el centro y el programa de recuperación de especies que se puso en marcha hace ahora dos años.