Subbética

La crecida del río Lucena inunda 200 naves construidas junto a su cauce

  • Los bomberos rescatan a una docena de personas atrapadas en sus casas y a un hombre que fue arrastrado por la riada

Las tormentas de verano han vuelto a castigar a Lucena y, como ha ocurrido casi siempre, con unas consecuencias catastróficas. La temida gota fría, un fenómeno atmostéfico que se produce varias veces en una década en la Subbética, descargó esta vez toda su fuerza en la Sierra de Gaena, que alimenta a los ríos Anzur y Lucena, y a los arroyos Taranqueras, La Noria, Sierrezuela y los Llanos. Su crecida fue fatal, sobre todo en el cauce del río Lucena, que inundó unas 200 naves industriales construidas en su ribera, según confirmaron fuentes municipales.

Las lluvias comenzaron sobre las 20:00 del domingo y se prolongaron hasta la 01:00 de la madrugada. Sin embargo en Lucena, el municipio más afectado, apenas si cayeron diez litros por metro cuadrado en ese intervalo de tiempo. Estaba lloviendo fuerte en la sierra y la crecida del río Lucena no tardó en llegar. En total, y según el último balance del Ayuntamiento, han sido 200 las naves industriales afectadas, aunque son 20 las calificadas como "siniestro total", que han tenido que suspender su actividad y que han quedado totalmente arrasadas.

Los bomberos se tuvieron que esforzar durante toda la madrugada y rescatar a una docena de personas atrapadas en sus viviendas o en sus vehículos, y sorprendidas por la crecida. En el cruce del arroyo de las Taranqueras con la N-331 un joven de 27 años -R. P. G.- fue arrastrado en su coche -un Ford Focus- por la corriente. Fue rescatado dos kilómetros aguas abajo y trasladado de urgencia hasta el hospital Infanta Margarita de Cabra. Sólo sufre una fractura en el brazo. El concejal de Seguridad de Lucena, José Lara Cantizani, informó de que en la carretera de Rute los bomberos tuvieron que rescatar "a personas atrapadas en sus domicilios, algunas de ellas se habían tenido que subir hasta los tejados".

El agua provocó el corte de dos carreteras. El tráfico en la vía que une a Lucena con Rute (la A-331) quedó interrumpido entre los kilómetros 2 y 3,5 por culpa del barro. Lo mismo ocurrió en la CO-7212. Actualmente, estas carreteras ya están abiertas de nuevo.

El alcalde de la localidad, José Luis Bergillos, tras visitar los lugares afectados, describió la situación de "lamentable y catastrófica". Para el primer edil, "los efectos han sido peor de lo que nos podíamos imaginar". Bergillos anunció que se "está realizando un informe con todas las empresas, viviendas y personas afectadas, con el objetivo de trasladarlo a la Delegación del Gobierno para que tanto el Ejecutivo como la Junta puedan enviar ayudas a todos los afectados". Asimismo, desde la Gerencia de Urbanismo se encuentran trabajando para buscar las causas y las posibles soluciones.

El gran problema estuvo en la suciedad de los arroyos que conducen al río Lucena. Según el regidor, el Ayuntamiento había pedido a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) la limpieza de los arroyos de La Noria y la Sierrezuela, y a la Consejería de Medio Ambiente la limpieza de las cunetas de la carretera y del camino viejo de Rute. Pero nada de esto había sucedido. Otras fuentes municipales apuntaron que la mayoría de las empresas afectadas por la gran avenida de agua estaban demasiado cerca del cauce del río Lucena, que ha registrado muy pocas crecidas en los últimos diez años.

Una de las empresas más afectadas por la tormenta ha sido Montiluc, situada en la carretera de Rute. El director comercial de la firma, José Antonio Ranchal, aseguró ayer que "la fábrica era una auténtica piscina". "La fuerza del agua culminó en la rotura de las puertas y el agua alcanzó metro y medio", explicó. Más de 30 familias dependen de esta empresa por lo que para el director comercial sería necesario "poder empezar en otro sitio a trabajar, mientras que continúan las labores de limpieza de las instalaciones que se pueden demorar meses".

Entre las causas de este incidente, que desde Montiluc tachan de "caos total", apuntan "la falta de limpieza de los arroyos". Ranchal aseguró ayer que "esto no lo habíamos visto nunca en Lucena".

Por otra parte, otro de los comercios afectados ha sido Pinturas de Andalucía, situado a las puertas del Puente de Cabra, donde se han registrado grandes destrozos. El director de la firma, Miguel Martí, indicó ayer que "el agua ha destrozado el 99% de la tienda, un siniestro total". Para Martí, "no nos imaginábamos que esto pudiese suceder", aunque aseguró que "seguiremos trabajando y prometemos al pueblo de Lucena que en el menor tiempo posible contarán con una nueva tienda en este o en otro sitio".

En Priego de Córdoba, la tormenta afectó en mayor medida a la aldea de Zagrilla Alta, aunque también a Concepción y Zamoranos. Según los vecinos de Zagrilla, en tan solo 15 minutos se recogieron cerca de 50 litros de agua, una cantidad inusual en esta zona. La alcaldesa de Priego, Encarnación Ortiz, aseguró que no hay que lamentar daños personales aunque sí materiales ya que hay cerca de una veintena de casas afectadas por el agua. Los servicios municipales, bomberos y demás colectivos se encuentran trabajando desde ayer en la zona, para anegar el agua y limpiar de barro las calles y casas afectadas.

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