Alto Guadalquivir

El bando que prohibió el nudismo en Montoro y otros 100.000 documentos históricos

  • El archivo municipal publica semanalmente páginas digitalizadas que muestran el origen de muchas costumbres y cambios en el municipio a lo largo de su historia

Documentos pertenecientes al archivo de Montoro.

Documentos pertenecientes al archivo de Montoro. / El Día

Los archivos municipales contienen un sinfín de testimonios de la evolución de cada población a lo largo de su historia. Los documentos que guardan son testigo mudo del origen de muchas tradiciones, cambios y leyes que ayudan a determinar la identidad de un municipio y las inquietudes de sus habitantes. Este es el caso de Montoro, en cuyo archivo se guarda incluso el día en que se prohibió el baño sin ropa en el río, y ahora lo comparten a través de las redes con los vecinos.

El archivista de la localidad, José Ortiz, recuerda que en el caso de Montoro “está todo muy bien custodiado y se están digitalizando muchos documentos para que la gente sepa que pueden encontrar todo tipo de documentos de su historia”. Así, los vecinos tienen acceso al “archivo de la semana”, que se publica en redes y que revela curiosidades del municipio, como el documento que confirma que en 1902 se prohibió el baño sin ropa en el río.

Ortiz señala que son documentos “importantes a pequeña escala”, pero que hablan de la historia y la cultura del lugar. Además, su trabajo incluye publicar los documentos originales con una transcripción al castellano moderno y una breve contextualización, ya que hay casos como “la letra procesal o encadenada, que ni los demonios lo entienden”, bromea. Incluir la ortografía original sirve para demostrar la autenticidad del documento y para quienes acuden al archivo para realizar estudio histórico.

Bando de 1902 que prohíbe el baño sin ropa en el río. Bando de 1902 que prohíbe el baño sin ropa en el río.

Bando de 1902 que prohíbe el baño sin ropa en el río. / El Día

El archivista apunta que, debido a la situación generada por el coronavirus, “todas las partidas económicas se están tambaleando, y esta es una forma de hacer un esfuerzo en reducir gastos manteniendo una difusión acorde a los tiempos de la globalización y la digitalización”. Por ello, las redes sociales se han convertido en la herramienta ideal para llevar a cabo esta iniciativa, que seguirá tras el estado de alarma.

Los documentos más antiguos que se pueden consultar datan del siglo XV y el archivo llega hasta nuestros días, aunque para cumplir con la protección de datos se publicarán solo los que tengan cierta antigüedad. Ortiz afirma que cuando se publica algo muy antiguo "llama mucho la atención”, ya que suele estar relacionados con el origen de muchas costumbres o con eventos curiosos del municipio.

Así, entre los archivos se pueden encontrar los primeros documentos mecanografiados, “que son testigos de la incorporación de la mujer al trabajo” y además permiten que haya “un gran número de documentos que se entiendan muy bien”. En palabra de Ortiz, “con este proceso se ve la historia contada por sus protagonistas en el momento en el que sucedió, mientras que ahora hay tal cantidad de noticias que se tapan unas a otras”.

Con estas notas del pasado se puede afirmar que el alcalde Rafael de Coca firmó un bando en 1902 que impedía los baños nudistas en el Guadalquivir o que hubo un tiempo en el que “se tuvo que pedir que no se pegasen tiros en el domingo de Resurrección”. Gracias a una factura de 1843 “para arreglar unas goteras”, unos obreros de la época han pasado a la historia, “y ahora su trabajo nos permite conocer cómo se solucionaban los problemas arquitectónicos en ese tiempo, los riesgos que tenían en cuenta y las técnicas que estaban en uso”.

La evolución del nombre de las calles

También se pueden conocer curiosidades, como los cambios que han sufrido los nombres de las calles en los últimos siglos. Esto “llama mucho la atención de los vecinos porque pueden investigar su árbol genealógico” y comprobar los cambios de empadronamiento. También supone “un soporte fidedigno” para muchas de las leyendas de la localidad, ya que “se pueden localizar los lugares que se citan, aunque hayan cambiado a lo largo de este tiempo”.

José Ortiz, en el archivo municipal de Montoro. José Ortiz, en el archivo municipal de Montoro.

José Ortiz, en el archivo municipal de Montoro. / El Día

Todo esto invita a los vecinos "a la investigación". Con cerca de 100.000 páginas escaneadas, desde el archivo demuestran "para qué sirve guardar todo esto" y le proporcionan una finalidad que invita a la participación. Ortiz asegura que el archivo municipal es muy visitado, y de hecho "viene mucha gente a consultar los censos del siglo XIX para consultar los cambios en las calles y las divisiones de las casas para completar su árbol genealógico".

A partir del próximo 9 de junio, si la situación lo permite, el archivo será visitable y contará con una exposición de vitrinas que contendrán "archivos excepcionales, como el título de ciudad, y otros de varias temáticas como son los orígenes de algunas fiestas populares de religión, las quintas militares o la introducción de la mecanografía". 

Esta exposición estará acompañada del entorno "excepcional" del archivo, con su característico patio, y los visitantes podrán "observar el patrimonio documental con el que contamos, llama mucho la atención ver un libro del siglo XVI", concluye el archivista.

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