Los Pedroches | Guadiato

Nueve meses sin agua potable en el Norte de Córdoba: del hartazgo a la sensación de abandono

Varios vecinos recogen agua de un camión cisterna en Pozoblanco

Varios vecinos recogen agua de un camión cisterna en Pozoblanco / Sánchez Ruiz

Han pasado 275 días sin agua potable en los grifos de un territorio habitado por 80.000 personas. Dos comarcas del norte de Córdoba, Los Pedroches y el Alto Guadiato, se abastecen de agua mediante el relleno incontable de garrafas a través de camiones cisternas. Una obligación establecida en los hogares de ambas comarcas desde que el 17 de abril de 2023 se declarase como no apta para consumo humano el agua que llegaba a los grifos desde el pantano de La Colada, declarado así por la Junta de Andalucía.

Esta es la fotografía de una realidad que lejos de convertirse en una pesadilla pasajera tiene visos de no despertar de ella, al menos en los próximos meses. El hartazgo comienza a ser más que evidente entre la población. Si bien se acude semanalmente a llenar las garrafas de agua, siempre que se disponga de tiempo, garrafas y un vehículo propio o ayuda para poder hacer la tarea de un tirón, la conversación siempre es la misma, “ya estamos aquí otra vez, a ver si se soluciona pronto esto”, pasando por el “a ver si empieza a llover con ganas”, y terminando con el “nos volveremos a ver, que parece que esto va para largo”. Son el tipo de charlas que se escuchan cada vez que se hace “la cola del agua”.

En este retrato en color, aunque bien podría ser una fotografía en blanco y negro de cuando se iba a por el agua con cántaros, también están las personas mayores, que acuden a las colas con una o dos garrafas pequeñas. Su tarea de recogida de agua es más liviana, pero a la larga más pesada, puesto que acuden casi a diario, y están acabando por ser amigos de los trabajadores encargados de abrir el grifo de la cisterna.

En “las colas del agua” la sensación que se respira es la letanía del que se siente abandonado y asume que esta realidad va para largo. En otros lares, como son las redes sociales, el hartazgo y la decepción comienzan a ser los protagonistas. Si esta pasada Navidad una carta a los Reyes Magos pidiendo agua, hecha por el alumnado de los institutos de ambas comarcas, se hizo viral, ahora están surgiendo vídeos en los que se relata el día a día de un hogar sin agua potable. En uno de los ellos, la fotógrafa y videógrafa África García Villén, aprovechando sus conocimientos en edición, narra su día a día sin agua potable, un día a día que se hace extensible a los 80.000 habitantes de Los Pedroches y el Alto Guadiato. El objetivo, aunque en tono de ironía y pidiendo el like para una segunda parte, no es otro que hacer visible un problema que estamos viviendo desde hace nueve meses.

Desde la Plataforma Ciudadana Unidos por el Agua también se ha lanzado un último vídeo en el que se tira de ironía y comienza diciendo “te imaginas que tuvieras ir como nuestras abuelas con el cántaro a la fuente, pero imagínate que esa fuente tuviese unas limitaciones horarias”, haciendo referencia al límite de horarios de atención para la recogida de agua que tienen las cisternas en cada localidad. Un problema que también se deja ver en el vídeo de África García, y que resulta evidente y constante en las redes sociales debido a los cambios de horario y de ubicaciones que afectan a las cisternas. No se quedan atrás las quejas por el color y olor del agua que llega algunos días para la higiene personal y la limpieza, o fotos del estado de las orillas del pantano de La Colada llena de peces muertos.

El vídeo nacido de la plataforma ciudadana habla de los “supuestos” que deben darse para poder solventar esta situación. Y es que las obras que desde la Diputación Provincial se están licitando para poder atajar el problema, quedan lejos de ser una solución a largo plazo, porque tan sólo serían efectivas si llovieran 300 litros por metro cuadrado. Un supuesto que para el colectivo resulta un condicionante poco posible para esta zona. Y si se diera esta circunstancia, “la mezcla de aguas daría resultados de potabilidad pero no de calidad suficiente”, argumento que siempre se ha defendido desde la plataforma. También se habla de la necesidad de financiación para mejorar las depuradoras de las localidades afectadas, el tratamiento efectivo de las aguas residuales y de la planta potabilizadora de última generación.

Estos vídeos que buscan la viralidad pretenden hacer visible a nivel nacional un problema que afecta a 80.000 personas. Porque si algo se ha instalado en la mente de todos en estos 9 meses es la sensación de abandono por parte de las administraciones responsables. La última reunión acontecida en Villanueva de Córdoba y convocada por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, sirvió para poner sobre la mesa la necesidad de diálogo entre las administraciones con competencias en el problema y, por tanto, en la búsqueda de soluciones. Sin embargo, la ausencia de los alcaldes del PP de Los Pedroches y el Alto Guadiato, los presidentes de ambas mancomunidades de municipios y representantes tanto de la Diputación de Córdoba y Junta de Andalucía, “fue un paso atrás en esta búsqueda de soluciones, cuando al menos, a nivel local debemos ir todos a una”, ha asegurado Juan Díaz, alcalde de El Viso.

Para esta localidad, el problema del agua contaminada viene de atrás, cuando se declararon como no aptas para el baño las aguas de la playa de La Colada en el verano de 2022, precisamente cuando se había acometido una inversión importante en materia de turismo en dicha zona. “Me preocupa la familia que tiene la concesión del restaurante de la playa porque puede irse a la ruina, al igual que todos los que hemos apostado por el turismo en esa zona”, señala Díaz, que como alcalde está acostumbrado a escuchar a diario las quejas de la ciudadanía. Siendo consciente del problema, para Díaz es necesario “dejar al lado el echar culpas, es hora de buscar soluciones, porque si no, nos estamos engañando al solitario”. La búsqueda de financiación en todas las administraciones competentes se hace necesaria para poder hacer una potabilizadora en condiciones, pero “también tenemos que ser conscientes de que no se puede seguir contaminando esas aguas”. Concluye Díaz precisando que “tenemos el embalse, tenemos capacidad y un porcentaje de agua que nos beneficia a la población, pero si se sigue contaminando será cada vez más difícil la potabilización”.

La creación de un foro de trabajo por el agua, en el que estarán representados las administraciones competentes, las administraciones locales, los agentes sociales y económicos de ambas comarcas servirá para poner sobre la mesa las posibles soluciones a un problema común, siempre que se encuentre la financiación necesaria. Pero mientras, las redes sociales arden, con comentarios sobre la falta de unanimidad de los representantes políticos para abordar un problema común a la ciudadanía. Y la sensación de abandono se extiende entre la población, que ve como en otras zonas con problemas de agua se atienden las demandas con mayor agilidad administrativa, mientras aquí el tiempo sin agua potable está a punto de cumplir su primer aniversario.

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