La posibilidad de que un ajuste de cuentas sea la causa de la muerte de J. J. G. –que recibió varios disparos el día 23 en un olivar de Puente Genil– va tomando fuerza según avanza la investigación, ya  que, entre otras pistas, la Policía Judicial encontró droga en el interior del vehículo abandonado a pocos metros del cadáver (un BMW de color verde). Fuentes cercanas al caso han señalado que la cantidad de estupefacientes localizadas en el coche no es significativa, pero que puede aclarar algunas dudas sobre este suceso.

De momento,  la juez de Puente Genil ha decretado el secreto de sumario y los investigadores continúan las pesquisas para intentar detener al autor o autores de este crimen. Junto al fallecido se encontraron ocho cartuchos de fuego y un vehículo marca BMW propiedad de un ciudadano rumano, aunque las primeras líneas de la investigación parecen haber descartado que su presencia en el lugar guarde ninguna relación con el suceso. Respecto a las huellas de distintos vehículos en la zona que en un principio hacían pensar que se hubiera producido una persecución entre varios coches, las mismas fuentes han señalado que, si bien no se descarta esta hipótesis, el lugar donde se encontró el cadáver es una zona de mucho tránsito, por lo que será complicado avanzar en esa línea de investigación.

Según uno de los vecinos que encontraron el cuerpo, el fallecido se encontraba boca abajo, con los brazos y manos debajo del cuerpo y descalzo. Además, observó que tenía sangre detrás de la oreja y en el costado. A unos diez metros de donde yacía el cuerpo sin vida de J. J. G. había un gran charco de sangre, una dentadura postiza, unos zapatos y un móvil, objetos que parece que pertenecían a la víctima. El suceso se produjo en una zona de olivar de Puente Genil conocida como Las Monjas. La víctima es un vecino de la localidad de Baena que presentaba más de un disparo en el pecho. Todo apunta además a que podría haber recibido el impacto de dos pistolas diferentes.