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Peñín da 90 puntos a los vinos de la DO y sitúa diez entre los mejores de España

  • La zona productora cordobesa recibe la tercera evaluación más alta, tras Jerez y el Priorat

  • Destaca el producto presentado por tres bodegas: Alvear, Pérez Barquero y Toro Albalá

El enólogo Bernardo Lucena, en Alvear.

El enólogo Bernardo Lucena, en Alvear. / reportaje gráfico: el día

Los vinos de la Denominación de Origen (DO) Montilla-Moriles están de enhorabuena. La Guía Peñín, considerada el manual enológico más consultado del mundo, otorga al marco cordobés una valoración media de 90,35 puntos, lo que lo sitúa en tercera posición de todas las zonas productoras de España, sólo superado por Jerez-Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, con 92,08 puntos, y por el Priorat, con 90,49. Por detrás se sitúan Ribeira Sacra (89,89 puntos), Ribera del Duero (89,77), Rías Baixas (89,64 puntos), Valdeorras (89,44), Calatayud (89,24) y Toro (89,22).

Desde que comenzara la ronda de catas en el mes de enero, profesionales y aficionados han podido conocer, en primicia y por bloques, las puntuaciones y descripciones de los vinos a la vez que han sido valorados en las diferentes zonas productoras. Y, desde esta semana, puede consultarse ya en línea la versión completa de la guía, donde se prescriben los vinos que estarán disponibles en el mercado en los próximos meses.

El director de la guía cree que la venta de tintos o rosados "no pasa de la anécdota"

Del total de vinos valorados, 4.167 obtienen una puntuación mínima de 90 puntos y, en el podio de la Guía Peñín se sitúan este año 231 referencias, un nuevo techo para la publicación. Estos vinos, elaborados por 129 bodegas distintas y procedentes de 34 zonas productoras, destacan por haber obtenido de 95 a 99 puntos. Diez de ellos han salido de las bodegas de Montilla-Moriles: tres de Alvear (Pedro Ximénez Solera 1830 PX, con 98 puntos; Solera Fundación AM, 96; Abuelo Diego PC, 95); cinco de Pérez Barquero (1995 PX Solera Cincuentenario, 97; 1955, Palo Cortado Cincuentenario, 97; La Cañada PX, 96; 1955 Amontillado Solera Cincuentenario, 95; 1955 Oloroso Solera Cincuentenario, 95), y dos de Toro Albalá (Don PX 1958, 98; Don PX 1973).

Durante la primera mitad del año, el equipo de cata de Guía Peñín viajó por las distintas zonas productoras españolas y evaluaron un total de 11.846 vinos, en concreto 70 en las bodegas cordobesas. Por categorías, los vinos tintos vuelven a suponer el grueso de la guía, con un 54% de los vinos catados. Por detrás, se sitúan los blancos (26%), seguidos de los espumosos (8%), los rosados (7%) y los generosos y otras categorías (5%).

El director de la Guía Peñín, Carlos González, destacó a el Día la "estabilidad" de la calidad de los vinos de la campiña cordobesa campaña tras campaña, "abanderados por tres bodegas de referencia para el sector como son Alvear, Pérez Barquero y Toro Albalá". Los catadores también evalúan productos de Cruz Conde, Bodegas Delgado, Tomás García, Gracia Hermanos y Navisa, y ninguno de los caldos baja de los 79 puntos.

González destacó, no obstante, las excelencias del dulce pedro ximénez, que consideró "de los mejores del mundo", y apostó por "darle valor y venderlos en pequeñas cantidades" para "dignificarlo", un ejercicio en el que -comparó- "Jerez va un paso por delante". "No es tan importante vender en volumen como en precio", consideró el director de la guía, quien llamó la atención sobre el hecho de que el consumidor de los vinos más singulares de la DO Montilla-Moriles, como los olorosos o los palos cortados, "no es el normal y corriente". "Por tanto, difícilmente, aunque se bajaran mucho de precio, se iban a vender más", reflexionó.

Sobre el hecho de que los productores de la zona estén trabajando en nuevas variedades de vinos como los tintos, los rosados o los verdejos, González consideró que "no pasa de la simple anécdota", si bien reconoció que se trata también de caldos "bien elaborados". "Pero no será el futuro de la DO, ya que históricamente no tienen peso y el 99% de los vinos que salen al mercado son tintos, por lo que la competencia en esta parcela es durísima", advirtió. Por contra, prescribió que "se compite mejor en las elaboraciones singulares", como son los ya citados dulces, olorosos o palos cortados. En este sentido, González valoró que esto se consigue en Montilla-Moriles con una sola variedad de uva, la pedro ximénez, algo que consideró "único".

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