Campiña Sur

Montilla homenajea a Don Diego de Alvear con una gran escultura en la nueva plaza del Ayuntamiento

  • La banda municipal Pascual Marquina estrena varias marchas compuestas por la familia Alvear

Las autoridades, junto a la nueva escultura de Don Diego de Alvear.

Las autoridades, junto a la nueva escultura de Don Diego de Alvear. / El Día

Una escultura de Don Diego de Alvear y Ponce de León preside ya la plaza del Ayuntamiento de Montilla, en la Puerta de Aguilar, y junto al edificio de San Juan de Dios, la primera iniciativa de la recién creada Fundación Alvear, en colaboración con el Consistorio. Culmina así un proceso cuyo objetivo es “poner en valor la historia de una familia trascendental no solo para Montilla sino también para España”, en palabras del alcalde, Rafael Llamas (PSOE), quien ha incidido en el compromiso del equipo de gobierno “por recuperar la historia y el legado que ha hecho posible que Montilla sea la ciudad que hoy conocemos”.

Mamen Alvear, presidenta de la Fundación Alvear, ha explicado que el fin de la organización es desarrollar un proyecto inclusivo que trata, fundamentalmente, de centralizar el archivo histórico de la familia Alvear “que hasta nuestro bisabuelo estaba centralizado pero que ahora está repartido en diferentes propietarios”, y que gracias a la “digitalización del archivo” permitirá poner en valor a Montilla y su historia.

La primera acción de esta recién creada fundación ha sido la instalación de dicha escultura firmada por el escultor Fernando Montero Espinosa, artista especializado en personajes históricos, civiles y militares, y que firmó el busto de Don Diego de Alvear, en Cádiz.

También se va a reeditar el libro infantil de Don Diego de Alvear, en español y en inglés, y se pondrá a disposición de los colegios, para conocer no solo la figura de Don Diego de Alvear, sino también la de los marinos del siglo XVIII.

Y durante todo el acto estuvo presente la Banda Pascual Marquina, que protagonizó un pasacalles desde la bodegas de Alvear, saliendo por la puerta de avenida Bocau, interpretando temas algunos compuestos para la ocasión por los Drake Alvear. Joaquín Drake García ha escrito una composición, la marcha del Brigadier Diego Alvear y Al Montilla Alvear, aunque también se interpretarán otros temas como Solera Fina, La Comisión, Amparito Roca, Bailén y La Toma del Gurugú. El pasacalles llegó hasta la plaza del Ayuntamiento, donde se celebró el acto institucional de inauguración de la imagen en bronce.

Durante todos los actos estuvo presente la exministra de Cultura Carmen Calvo, quien promovió la recuperación del tesoro del Oddisey, tras el famoso incidente del hundimiento de la fragata de Las Mercedes.

Diego de Alvear, clave en la historia de España

Acto institucional en la bodega Alvear de Montilla. Acto institucional en la bodega Alvear de Montilla.

Acto institucional en la bodega Alvear de Montilla. / El Día

Diego de Alvear y Ponce de León fue un montillano paradigma de marino ilustrado del siglo XVIII: participó en expediciones científicas; luchó en numerosa guerras y fue Comisario de Límites en América, entre España y Portugal.

El 5 de octubre de 1805, durante su viaje de regreso a España, su flotilla fue atacada por los ingleses, produciendo el hundimiento de Las Mercedes, fragata en la que viajaban su primera esposa e hijos. Sólo sobrevivió Carlos. Apresado y llevado a Inglaterra, allí es indemnizado y se casa con su segunda esposa, Luisa Ward.

De vuelta a España y destinado en Cádiz, en 1810, fue nombrado Gobernador Político y Militar de la Isla de León, tras su éxito en la defensa de Cádiz frente al francés. En el trienio liberal, el Ayuntamiento de Montilla le nombró Comandante de la Milicia Nacional, tras haber repelido el ataque de los carabineros “absolutistas”.

Con la vuelta del absolutismo perdió honores militares y gran parte de su fortuna. No obstante, prestó apoyo económico a multitud de montillanos represaliados por sus ideas liberales. Se retiró a su casa en Montilla, donada después por la familia para crear el Colegio de la Asunción, y se dedicó a cuidar su Bodega.

En 1829 realizó un último viaje para reclamar a Fernando VII sus honores militares. La crudeza del viaje a caballo, con casi 80 años, hizo que enfermara y falleciese en Madrid, donde quedó enterrado.

Diego fue finalmente restituido en sus honores militares, pero no pudo compartirlo con sus convecinos. Toda Montilla se volcó en el aniversario de su muerte, incluso aquellos montillanos “absolutistas” que habían promovido sus procesos de impurificación, como relata Luisa a su hijastro Carlos de Alvear y Balbastro en su carta de 20-11-1831.

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