Agricultura ha lanzado el guante para la confección de un nuevo plan estratégico para la zona de Montilla-Moriles con la intención de que lo recoja el sector. Ahora la respuesta la tiene el marco vitivinícola cordobés. El delegado provincial de esa Consejería de la Junta, Francisco Zurera, insistió ayer en la necesidad de poner en marcha ese segundo plan estratégico que no sólo sirva, como ocurrió con el primero, para la promoción de los caldos, sino también para afrontar la asignatura pendiente de la comercialización.

"La intención final de ese plan es que los vinos sean más competitivos", incidió el delegado. Para ello, Zurera se reunirá en unos días con el sector "con la intención de escucharlo y estudiar sus preocupaciones respecto a temas como el registro vitivinícola, el plan de reestructuración del viñedo o el abandono de los cultivos. Este segundo plan debe servir para impulsar la zona", insistió, a la par que sentenció que "Montilla-Moriles cuenta con unos caldos magníficos, de mucha calidad y diversificados, y hay que seguir avanzando en comercialización". Zurera reconoció que los viticultores de Montilla-Moriles están sentando las bases para intentar impulsar al sector "ya que el pasado año se plantaron más viñas de las que se arrancaron, aunque había mucha más producción de vino del que se consumía. No obstante, se está consiguiendo una regularización total en la zona en este sentido".

El primer plan estratégico, rubricado por la Administración autonómica y el sector el 17 de diciembre de 2003, ya ha expirado, lo que ha supuesto un receso en los últimos meses en la labor de promoción de los caldos. Ese acuerdo fijaba un montante de 6.986.786 euros para desarrollar esas estrategias dirigidas a dicha promoción repartidos entre los 3.866.666 euros que decidió aportar la Consejería de Agricultura y los 3.120.120 euros que se comprometió a destinar el sector vitivinícola. Un año más tarde -el 18 de diciembre de 2004- y después de que la falta de acuerdo entre las partes, sobre todo en lo relativo al destino de la producción y a los precios de la misma -lo que significaba la primera fase de la iniciativa-, paralizara el plan, se decidió por parte de la comisión de seguimiento creada para desarrollarlo fijar la cantidad de 1,2 millones de euros al año para promoción -segunda fase-. Esa cantidad era aportada al 50% entre Agricultura y el sector.

En esa segunda fase, concebida para tres años con un presupuesto de 4,8 millones de euros, se planteó como uno de los principales objetivos el de dar a conocer las excelencias del pedro ximénez (PX). Dicho objetivo se cumplió con éxito ya que, por ejemplo, en las navidades de 2005 las ventas de la que está considerada el caldo joya de la corona de Montilla-Moriles crecieron un 20%.

Pese a que a veces el sector no se ha puesto de acuerdo en que tipo de campaña promocional afrontar, la desaparición de los excedentes productivos y el incremento de las ventas por parte de las cooperativas, entre otros factores positivos, han contribuido a que las partes firmantes valoren el desarrollo de un primer plan estratégico que ha tenido sus luces y sus sombras.