Juan Ostos | Secretario Provincial de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC)

"La Guardia Civil funciona por el sobreesfuerzo de los agentes"

  • "El despliegue actual es ineficiente, porque se invierte en cuarteles inoperativos", advierte

  • Algunos acuartelamientos son inhabitables

Ostos, en las dependencias de la AUGC en la Comandancia de Córdoba.

Ostos, en las dependencias de la AUGC en la Comandancia de Córdoba. / juan ayala

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que cuenta con 750 agentes de los 1.100 que prestan servicio en Córdoba, advierte desde hace semanas de que el repunte de la criminalidad y de la siniestralidad están directamente relacionados con el déficit de la plantilla.

-¿Es la Guardia Civil la hermana pobre de las fuerzas y cuerpos de seguridad?

-Es cierto que los avances en derechos sociales y laborales siempre llegan más tarde y restringidos que en el resto de los cuerpos policiales. En cuanto a la inversión en mejoras salariales y de material, me consta que la Policía Nacional se encuentra en una situación parecida, aunque un poco mejor, y junto con la Guardia Civil sí que podrían calificarse como las hermanas pobres de las policías autonómicas y locales.

-El Instituto Armado es habitualmente una de las instituciones del Estado más valoradas por los ciudadanos. ¿Está esto acorde con la consignación en los presupuestos generales del Estado?

-Esa valoración tan positiva, sin duda, motiva a los guardias civiles a seguir realizando su trabajo con profesionalidad, y es más de agradecer porque proviene de la percepción que los ciudadanos tienen de la Guardia Civil. Pero ciertamente eso no se traduce en una dotación de medios y retribuciones justas, porque la Guardia Civil viene sufriendo graves carencias presupuestarias históricamente con todos los gobiernos.

-¿Cuáles son actualmente las necesidades más urgentes de la Guardia Civil en la provincia?

-Son las mismas que acucian a nivel nacional. Sobre todo la falta de efectivos, siendo Córdoba la provincia donde menos se invierte de Andalucía a pesar de no ser la de menor población y extensión territorial; pero también el estado de los cuarteles, muchos de ellos en pésimas condiciones de habitabilidad, así como la ya mencionada falta de inversión en medios materiales como chalecos antibala, defensas extensibles, vehículos, taquillas y mobiliario.

-¿Sería necesaria la creación de nuevos puestos o la reestructuración de los ya existentes?

-Es necesaria una reorganización territorial de la Guardia Civil y parece que hay movimientos en el Ministerio del Interior a ese respecto. La experiencia demuestra que las unidades con pocos guardias civiles no son eficientes, por lo que abogamos por su reagrupamiento en puestos principales que cubran todas sus áreas territoriales. Somos conscientes de que esa reorganización inicialmente generaría algún rechazo en determinadas poblaciones, pero los responsables políticos y la ciudadanía no tardarían en comprobar que la seguridad y la atención mejorarían mucho, al tener siempre patrullas disponibles, y no cuarteles cerrados y sin personal para atenderles, como ocurre ahora. El despliegue actual es ineficiente, porque se está invirtiendo presupuesto y potencial de servicio en unidades y cuarteles que están inoperativos la mayor parte del tiempo.

-El mal estado de las casas cuartel ha sido una denuncia habitual en los últimos años. ¿Ha mejorado la situación?

-Nos consta que la jefatura de Córdoba está haciendo grandes esfuerzos para mejorar la situación, pero el presupuesto disponible es mínimo, por lo que apenas llega para ir atendiendo las necesidades más perentorias, y es muy preocupante que se puedan acometer más actuaciones gracias a herramientas externas, como el convenio con Diputación o el Profea, que al presupuesto propio. Durante la crisis, no se invirtió lo necesario para mantener unas instalaciones de por sí ya vetustas. Hay unidades ubicadas en dependencias provisionales inadecuadas, como Espejo y La Carlota, y varios cuarteles que presentan deficiencias de habitabilidad, incluso graves, como Villaviciosa. Es inminente el traslado a las nuevas instalaciones de Priego, y esperamos que a finales de año ya pueda ocuparse el nuevo edificio de Puente Genil.

-Han llegado a relacionar el aumento de la siniestralidad con la reducción de la plantilla de Tráfico. ¿Tan grave es la situación?

-Es grave desde el punto de que se ha invertido la línea descendente de la siniestralidad y coincide con la reducción de plantilla en la Agrupación de Tráfico y de los puestos territoriales de la Guardia Civil que también desarrollan una importante labor en la seguridad vial. Al margen de la opinión que cada cual pueda tener, los datos estadísticos no mienten, y lo que reflejan es que en Córdoba coincide un descenso del 10% en la plantilla de Tráfico con un incremento en el número de accidentes y de víctimas. El propio director general de Tráfico nos ha dado la razón en ese sentido recientemente.

-La AUGC lleva meses advirtiendo del recorte de plantilla en Peñarroya-Pueblonuevo. ¿Es reversible o auguran un desmantelamiento total de este servicio?

-Aunque se están haciendo gestiones para comisionar a personal de otras unidades y paliar esa situación, entendemos que es insuficiente porque será algo temporal y detrayendo a agentes de otros puestos que adolecen de lo mismo. Estamos seguros de que no se producirá el desmantelamiento de ese puesto porque Peñarroya-Pueblonuevo es la localidad de mayor población del Valle del Guadiato, pero los problemas seguirán hasta que nos hagan caso y creen un puesto principal. Sí nos preocupa el futuro del Equipo de Atestados ya que, según palabras del anterior Subdelegado del Gobierno, Juan José Primo, existe un proyecto para centralizar las bases de Peñarroya y Lucena en la capital.

-Durante años, la asociación tuvo que actuar prácticamente en la clandestinidad en Córdoba. ¿En qué situación se encuentra ahora la relación con la jefatura?

-Desde la llegada a Jefatura del teniente coronel Juan Carretero la situación ha mejorado notablemente y desde AUGC le agradecemos la apertura de cauces de diálogo antes inexistentes. Obviamente, diferimos en varias cuestiones, pero coincidimos en muchas otras y se están solucionando problemas gracias a esa comunicación.

-¿Funciona la Guardia Civil tal y como está ahora mismo configurada? ¿Qué habría que cambiar?

-Funciona a pesar de esa configuración. Y lo hace por la profesionalidad y el sobreesfuerzo, en muchas ocasiones, de los propios agentes que ven mermados sus derechos en pro de un mejor servicio. Seguimos apostando por la reorganización territorial para optimizar los recursos humanos y materiales y tratamos de fomentar una cultura de prevención de riesgos laborales y protección de los derechos de los guardias civiles en todas las escalas de la Institución.

-Una de sus reivindicaciones históricas es la desmilitarización del cuerpo. ¿Lo ven factible?

-Lo vemos factible y necesario. Mientras ese carácter militar se siga usando para recortar derechos y las mejoras que sí tienen otros cuerpos seguirá siendo una de las reivindicaciones, sobre todo de la escala básica que sufre más las consecuencias. Además, debe avanzarse considerablemente en el derecho de asociación profesional hasta llegar irremediablemente al derecho de sindicación.

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